Resumen En este texto se presentan algunas de las características de la investigación y la enseñanza de la Comunicación y el Periodismo en tres países de América Latina: Argentina, Brasil y México, con base en la revisión bibliográfica de...
moreResumen En este texto se presentan algunas de las características de la investigación y la enseñanza de la Comunicación y el Periodismo en tres países de América Latina: Argentina, Brasil y México, con base en la revisión bibliográfica de artículos en revistas especializadas, de algunos planes de estudio y de los perfiles de formación que ofrecen las escuelas y facultades con mayor trayectoria en el campo. En América Latina hay a la fecha 1.239 programas de comunicación, periodismo y áreas afines. 2 Palabras claves: investigación en comunicación; enseñanza; comunicación social; periodismo; medios de comunicación. 1. Acerca de la investigación y la enseñanza en comunicación y periodismo en América Latina Las primeras escuelas universitarias de periodismo se crearon en América Latina en la tercera década del siglo XX, pero la investigación en comunicación en la región solamente inició su desarrollo en la década de los 60s con la influencia, por una parte, del pensamiento funcionalista norteamericano fundamentado en la visión positivista de los medios masivos de comunicación y por otra de una naciente corriente latinoamericana de pensamiento vinculada al planteamiento histórico y político de la dependencia, el cual consideraba la comunicación como elemento liberador, educativo y de denuncia de las funciones de manipulación de los medios. El campo de estudios de la comunicación en América Latina se forma por efecto cruzado de dos hegemonías: la del pensamiento instrumental en la investigación norteamericana y la del paradigma ideologista en la teoría social latinoamericana. Hacia finales de los años sesenta la modernización desarrollista convierte la comunicación 3 en terreno de punta de la «difusión de innovaciones», y ésta nos llega animada por un proyecto teórico que opera «traduciendo» la sociedad a comunicación-pues ella constituiría el motor y el contenido último de la acción social-y reduciendo la comunicación a los medios; a sus dispositivos tecnológicos, sus lenguajes y sus saberes propios. Al otro lado, la teoría de la dependencia y la crítica del imperialismo cultural padecerán de «otro reduccionismo": el que le niega especificidad a la comunicación en cuanto espacio de procesos y prácticas de producción simbólica y no sólo de reproducción ideológica. (Martín-Barbero, 1992:1).