Viruela símica (mpox)

16 de octubre de 2024 | Preguntas y respuestas

La viruela símica, denominada también mpox, es una enfermedad causada por un virus que se transmite principalmente a través del contacto estrecho entre personas. En algunos casos, la transmisión puede ocurrir a través de objetos y superficies que haya tocado una persona infectada. Además, en los lugares donde hay animales salvajes portadores del virus, el contagio también puede producirse por contacto con ellos.

Tras una serie de consultas con expertos mundiales, la OMS decidió utilizar preferentemente el término «mpox» para referirse a esta enfermedad. En este enlace (en inglés) se explican más detalladamente las razones de esta decisión.

La mpox puede causar diversos signos y síntomas clínicos. En algunas personas no entraña gravedad, mientras que otras presentan síntomas graves y requieren atención médica en un establecimiento de salud.

Un síntoma habitual es una erupción cutánea que puede durar entre 2 y 4 semanas. Estas erupciones pueden ir acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios, si bien estos signos y síntomas pueden aparecer más tarde. Las erupciones se presentan como ampollas o lesiones en la piel, y pueden afectar a la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, la ingle y las regiones genital y anal, así como a la boca, la garganta, el ano, el recto, la vagina y los ojos. El número de lesiones puede variar entre una sola y varios miles. Algunas personas presentan una inflamación en el recto (proctitis) que causa un dolor intenso, así como una inflamación de los genitales que puede dificultar la micción. 

En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por sí solos en pocas semanas con tratamientos sintomáticos, como medicamentos para aliviar el dolor o la fiebre. Sin embargo, la enfermedad reviste gravedad en algunos casos y causa complicaciones e incluso la muerte. Los recién nacidos, los niños, las embarazadas y las personas con inmunodepresión —como las que tienen una infección avanzada por el VIH— pueden correr más riesgo de padecer síntomas más graves y de fallecer a causa de esta enfermedad. 

La mpox también puede causar lesiones más grandes y extendidas (sobre todo en la boca, los ojos y los genitales), infecciones bacterianas secundarias de la piel o la sangre, e infecciones pulmonares. Además, pueden aparecer complicaciones como infecciones bacterianas graves asociadas a las lesiones cutáneas que afecten al cerebro (encefalitis), el corazón (miocarditis) o los pulmones (neumonía), así como problemas oculares. Las personas con síntomas graves pueden requerir la hospitalización, tratamientos sintomáticos y fármacos antivíricos para reducir la gravedad de las lesiones y agilizar su recuperación.

Según los datos disponibles, la mpox ha causado la muerte de entre el 0,1% y el 10% de los afectados. Es importante tener en cuenta que las tasas de mortalidad pueden diferir de un lugar a otro debido a diversos factores, como el acceso a la atención médica y el grado de inmunodepresión de cada persona, que puede deberse a una infección avanzada o no diagnosticada por el VIH.

Entre personas:

La mpox se transmite de una persona a otra principalmente a través del contacto directo con la piel (por ejemplo, al tocarse o tener relaciones sexuales), boca con boca o entre la boca y la piel (por ejemplo, al besarse). Además, el contagio también puede producirse al respirar o hablar cara a cara con una persona infectada, a través de partículas infecciosas exhaladas por ella. Durante el brote mundial que comenzó en 2022, el virus se contagió principalmente por contacto sexual. Es necesario seguir investigando las vías de transmisión en distintos lugares y circunstancias.

El riesgo de transmisión persiste hasta que todas las lesiones se cubran de costras, las costras se caigan y se forme una nueva capa de piel debajo, y hasta que se curen todas las lesiones de los ojos y del cuerpo (boca, garganta, ojos, vagina y ano), un proceso que, en total, suele durar de dos a cuatro semanas.

Además, cuando una persona infectada toca prendas de vestir, ropa de cama, toallas, objetos, aparatos electrónicos y otras superficies, puede contaminarlas con el virus, y este puede permanecer por algún tiempo en ellas, de modo que otra persona que toque esos objetos puede infectarse, sobre todo si tiene cortes o abrasiones o si se toca los ojos, la nariz, la boca u otras mucosas sin lavarse las manos previamente. Para prevenir la transmisión por esta vía, se recomienda limpiar y desinfectar las superficies y los objetos, así como lavarse las manos después de tocar superficies u objetos que puedan estar contaminados.

Por otro lado, el virus se puede transmitir al feto durante el embarazo, durante o después del parto por contacto estrecho con la piel, o al lactante o el niño por contacto estrecho con un progenitor infectado.

Aunque se han comunicado casos contagio de la mpox a partir de una persona sin síntomas, hay poca información sobre la posibilidad de que una persona infectada pueda transmitir el virus aunque no haya presentado síntomas o después de que sus lesiones se hayan curado. También se han aislado virus vivos de la mpox en el semen, pero todavía no se sabe en qué medida este virus se puede transmitir a través del semen, las secreciones vaginales, el líquido amniótico, la leche materna y la sangre. 

De los animales al ser humano: 

La mpox también puede contagiarse a las personas por contacto con animales portadores del virus, como ciertas especies de monos o roedores terrestres (por ejemplo, la ardilla arborícola). La exposición por contacto físico se puede producir por mordeduras o arañazos, o durante actividades como la caza, el desuello, la captura con trampas o la preparación de alimentos. El virus también puede contraerse al ingerir carne que no se haya cocinado suficientemente.

Para reducir el riesgo de contraer la mpox de los animales, debe evitarse el contacto sin protección con animales salvajes (incluida su carne y su sangre), sobre todo si están enfermos o muertos. En los países donde hay animales que portan el virus, debe cocinarse bien cualquier alimento que contenga carne o partes de animales antes de consumirlo.

Del ser humano a los animales:

Se han publicado varios informes relativos a la detección del virus de la mpox en perros domésticos, pero no se ha confirmado si la infección provino de humanos o de superficies contaminadas.

Dado que muchas especies animales son vulnerables al virus, es posible que los humanos lo transmitan a los animales en distintos entornos. Las personas con mpox, ya sea confirmada o presunta, deben evitar el contacto físico directo con animales, incluidas las mascotas domésticas (como gatos, perros, hámsteres y jerbos), el ganado y la fauna silvestre.

En las orientaciones de la OMSA se formulan recomendaciones más detalladas, dirigidas a los dueños de mascotas y las personas que trabajan con animales, que explican cómo reducir el riesgo de que el virus de la mpox pase de los humanos a la fauna silvestre, los animales domésticos y otros animales.

La OMS y sus asociados del enfoque de «Una sola salud», a saber, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) siguen trabajando para obtener más información sobre el reservorio natural del virus y ayudar a los países a reducir el riesgo de transmisión de la mpox desde los animales y hacia ellos.

Cualquiera que tenga contacto estrecho con una persona que tenga mpox corre riesgo de contagiarse. Se entiende por contacto estrecho el que se tiene de forma directa piel con piel (por ejemplo, al tocarse o tener relaciones sexuales), boca con boca o entre la boca y la piel (por ejemplo, al besarse), así como el que resulta de estar cara a cara con una persona con mpox (por ejemplo, al hablar o respirar cerca de ella), a través de partículas respiratorias. También se corre riesgo al tocar prendas de vestir, ropa de cama, toallas, objetos, aparatos electrónicos y otras superficies que hayan sido manipuladas por una persona infectada.

Las personas que convivan con alguien que tenga mpox deben tomar precauciones para reducir el riesgo de transmisión. Toda persona a la que se ha diagnosticado mpox debe ser examinada por un profesional de la salud, quien determinará si se encuentra lo suficientemente bien como para ser atendida en su domicilio y si este reúne las condiciones necesarias para mantener al paciente aislado y sin riesgos.

El personal de salud debe aplicar medidas de prevención y control de infecciones para protegerse al atender a los pacientes con mpox, lo que incluye usar un equipo de protección personal adecuado y aplicar el protocolo correcto para extraer muestras de las lesiones con un hisopo para pruebas diagnósticas y manejar sin riesgos instrumentos punzantes, como las agujas.

El riesgo de contraer la mpox no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres gais, bisexuales o que tienen relaciones sexuales con hombres. Cualquiera que tenga contacto estrecho con una persona que presente síntomas corre riesgo, al igual que cualquier persona que tenga relaciones sexuales con múltiples parejas.

Durante el brote que afectó a varios países entre 2022 y 2023, la mayoría de los casos notificados eran hombres gais, bisexuales o que tenían relaciones sexuales con hombres. Dado que el virus se propaga a través de redes sexuales en numerosos países, estos colectivos pueden estar más expuestos si tienen relaciones sexuales u otra forma de contacto estrecho con una persona infecciosa. Las personas que corren más riesgo son las que tienen relaciones sexuales con personas distintas o nuevas. 

Es fundamental trabajar con los colectivos de hombres gais, bisexuales o que tienen relaciones sexuales con hombres para concienciarlos de la necesidad de proteger a aquellos que corren más riesgo. Los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres deben ser conscientes del riesgo a que se exponen y adoptar medidas para protegerse a sí mismos y a los demás. Cualquier persona que presente síntomas que puedan deberse a la mpox debe consultar de inmediato a un profesional de la salud para que le hagan las pruebas necesarias y acceder a la atención médica pertinente.

Los trabajadores sexuales y sus clientes también corren riesgo. Las organizaciones y redes de trabajadores sexuales deben concienciar y proteger a las personas de mayor riesgo para detener los brotes de mpox. En este enlace se ofrecen recomendaciones de salud pública para trabajadores sexuales, y en este otro pueden consultarse consejos para los responsables de locales donde se practica sexo.

Para protegerse a sí mismo y a los demás contra la mpox hay que saber reconocer los signos y los síntomas de la enfermedad, las vías de propagación del virus, las medidas necesarias en caso de enfermar y los riesgos existentes en la zona o en la comunidad. 

Si el virus se está propagando en su área o comunidad, hable abiertamente con las personas con las que tenga contacto estrecho sobre cualquier síntoma que puedan tener tanto usted como ellas. Evite el contacto estrecho, incluido el sexual, con cualquier persona que tenga mpox, y lávese las manos a menudo con agua y jabón o con una loción hidroalcohólica para manos.

Si cree usted que presenta síntomas de mpox, proteja a los demás siguiendo las recomendaciones médicas y aislándose hasta que le hayan hecho las exploraciones y pruebas pertinentes. Si tiene mpox, manténgase aislado de los demás hasta que se le formen costras en todas las lesiones, las costras se caigan y se forme una nueva capa de piel debajo, momento en el cual ya no podrá transmitir el virus. Siga las instrucciones de las autoridades de salud locales para saber si debe usted aislarse en su domicilio o en un establecimiento de salud. Durante las relaciones sexuales, use preservativos como medida de precaución durante las 12 semanas (o durante unos 3 meses) posteriores a su recuperación. 

En los países donde algunos animales portan el virus de la mpox (por ejemplo, en determinadas zonas de África occidental, central y oriental), es importante no entrar en contacto sin protección con animales salvajes (incluidas su carne y su sangre), sobre todo si están enfermos o muertos. Cualquier alimento que contenga carne o partes de animales debe cocinarse bien antes de consumirlo.

La mpox se propaga a través del contacto estrecho de cualquier tipo, lo que incluye los besos, tocarse, el sexo oral y el sexo vaginal o anal con penetración. Las personas que corren más riesgo son quienes tienen relaciones sexuales con múltiples parejas o con personas nuevas.

Cualquier persona que presente erupciones o lesiones nuevas e inusuales debe evitar las relaciones sexuales y todo tipo de contacto estrecho hasta que se haya sometido a una exploración para detectar cualquier infección de transmisión sexual y la mpox. Recuerde que las erupciones también pueden aparecer en lugares donde pueden ser difíciles de ver, como la boca, la garganta, los genitales, la vagina y el ano o las zonas cercanas a este.

Si la mpox se está propagando en su zona o su colectivo a través de las relaciones sexuales, adopte las medidas siguientes para reducir el riesgo hasta que se haya controlado el brote: 

  • hable abiertamente con sus parejas sobre los síntomas y riesgos de la mpox;
  • intercambie información de contacto con sus parejas sexuales para avisarse mutuamente si tienen síntomas;
  • absténgase de mantener relaciones sexuales;
  • reduzca el número de parejas sexuales nuevas, casuales o anónimas;
  • use siempre preservativos;
  • no practique el sexo en grupo;
  • evite los lugares donde se practica sexo (como los locales de encuentro, las saunas, los cuartos oscuros y los lugares donde se intercambia sexo por dinero);
  • no consuma bebidas alcohólicas o drogas en contextos sexuales (por ejemplo, las drogas que se toman específicamente para practicar sexo); y
  • si hay vacunas disponibles, considere la posibilidad de vacunarse.

Se ha detectado el virus de la mpox en el semen, pero no se sabe si se puede contagiar a través del semen y las secreciones vaginales. Los preservativos no protegen por completo contra la mpox, pero pueden reducir el riesgo o el grado de exposición y ayudan a protegerse a uno mismo y a los demás de contraer el VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Las personas que han tenido mpox deben usar preservativos durante las 12 semanas posteriores a la recuperación.

Para más información sobre el riesgo de contraer la mpox durante las relaciones sexuales, consulte los consejos de salud pública para hombres gais, bisexuales o que tienen relaciones sexuales con hombres, los consejos de salud pública sobre la mpox para las personas que ejercen el trabajo sexual, y los consejos de salud pública sobre la mpox y los eventos y locales de encuentro sexual.

Antes de viajar, infórmese sobre la mpox, sus signos y síntomas, el modo en que se propaga, las conductas de riesgo y el modo de obtener atención médica en el lugar de destino.

Es probable que el país que va a visitar, así como el suyo, tenga requisitos de entrada específicos, por lo que le conviene informarse al respecto.

Los profesionales de la salud pueden orientarle sobre la vacunación contra la mpox y evaluar el riesgo que corre para aconsejarle lo más conveniente.

Si ha estado en contacto estrecho o ha mantenido relaciones sexuales con una persona infectada por la mpox, o si ha podido exponerse al virus causante a través de objetos contaminados, como ropa de cama o agujas, siga los consejos de las autoridades de salud nacionales o locales. Si presenta síntomas, absténgase de viajar, aíslese y busque atención médica de inmediato. En caso de que los síntomas aparezcan a su regreso, busque atención médica e informe a los profesionales de la salud del viaje que ha realizado y de cualquier otra información que pueda facilitar el examen de su caso.

Si tiene usted mpox, su proveedor de atención de salud le indicará qué debe hacer durante su recuperación. Siga las recomendaciones vigentes en su país para saber si debe recuperarse en su domicilio o si necesita ser atendido en un establecimiento de salud.

Mientras tanto, es importante evitar el contacto estrecho con otras personas hasta que las lesiones se hayan curado por completo. 

Si se le aconseja aislarse en casa, proteja a sus convivientes tanto como sea posible adoptando las siguientes medidas:

  • pida a sus amigos y familiares que le ayuden trayéndole las cosas que necesite;
  • aíslese en una habitación separada;
  • utilice un baño separado o limpie las superficies que haya tocado tras cada uso;
  • limpie y desinfecte con agua y jabón y con un desinfectante doméstico las superficies que toque con frecuencia;
  • no barra ni pase la aspiradora, ya que podría dispersar las partículas víricas y hacer que infecten a otras personas;
  • utilice utensilios, objetos y aparatos electrónicos por separado, o límpielos bien con agua y jabón o con un desinfectante antes de compartirlos;
  • no comparta toallas, ropa de cama o prendas de vestir;
  • lave su propia colada, recogiendo la ropa de cama, las prendas de vestir y las toallas con cuidado y sin agitarlas, metiéndolas en una bolsa de plástico antes de llevarlas a la lavadora y lavándolas en agua caliente a más de 60 grados;
  • abra las ventanas para ventilar bien; y
  • aliente al resto de miembros del hogar a lavarse las manos a menudo con agua y jabón o con una loción hidroalcohólica para manos. 

Si necesita estar en la misma habitación que otra persona o tener contacto estrecho con otra persona mientras se aísla en casa, haga todo lo posible para limitar el riesgo adoptando estas precauciones:

  • evite el contacto físico con otras personas;
  • lávese las manos a menudo con agua y jabón o con una loción hidroalcohólica para manos;
  • cúbrase las erupciones con ropa o vendajes hasta que pueda volver a aislarse, ya que se curan mejor si se dejan al aire;
  • abra las ventanas de toda la casa;
  • tanto usted como cualquier otra persona que se encuentre en la estancia deben usar mascarillas médicas bien ajustadas; y
  • manténgase como mínimo a un metro de distancia de los demás. 

Si no puede lavar su propia ropa y otra persona tiene que hacerlo por usted, esta deberá llevar una mascarilla médica bien ajustada y guantes desechables, y seguir las instrucciones mencionadas anteriormente para lavar la ropa.

La atención que necesita una persona con mpox depende de los síntomas y del riesgo de presentar síntomas graves. En todo caso, deben seguir los consejos de su proveedor de atención de salud. Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y, por lo general, desaparecen por sí solos o con tratamientos sintomáticos, como medicamentos para aliviar el dolor (analgésicos) y la fiebre (antipiréticos).

Las personas con mpox que se recuperan en su domicilio han de hidratarse, comer y dormir lo suficiente. Si se aíslan voluntariamente, deben cuidar de su salud mental haciendo actividades de las que disfruten y que les resulten relajantes, manteniéndose en contacto con sus seres queridos gracias a la tecnología, haciendo ejercicio físico si se sienten lo suficientemente bien y pueden hacerlo en aislamiento, y pidiendo ayuda para cuidar de su salud mental cuando lo necesiten.

Las personas con mpox no deben rascarse la piel y han de lavarse las manos antes y después de tocarse las erupciones. Además, la piel debe mantenerse seca y al descubierto, a menos que se necesite estar en una habitación con otra persona, en cuyo caso se han de cubrir las lesiones con ropa o un vendaje hasta poder aislarse de nuevo. Las erupciones se pueden limpiar con agua esterilizada o con un antiséptico. Para las lesiones de la boca se pueden usar enjuagues de agua salada, y los baños de agua templada con bicarbonato de sodio y sal de Epsom pueden ayudar a aliviar las molestias en el cuerpo. En caso necesario, se puede tomar paracetamol para aliviar el dolor. Si se necesita un analgésico más potente, se debe pedir consejo a un profesional de la salud.

En este gráfico se ofrecen más consejos prácticos sobre el modo de recuperarse de la mpox en casa. 

Estigmatizar o discriminar a las personas que padecen una enfermedad puede disuadirlas de acudir al médico de inmediato. Ello puede afectar a la calidad de la atención de salud y reducir el acceso de las personas más vulnerables a los servicios de salud.

Es posible prevenir o reducir la estigmatización y la discriminación asociadas a la mpox mediante estrategias que ofrezcan una atención y un lenguaje no estigmatizantes, que ayuden a las personas a buscar atención de salud y que creen un entorno propicio para acceder a una atención de la mejor calidad.

En este enlace se explica cómo hacer frente a la estigmatización y la discriminación relacionadas con la mpox.

Los niños pueden contraer la mpox por contacto físico directo con una persona que tenga síntomas. Pueden verse expuestos al virus en su domicilio a través del contacto estrecho con sus hermanos, progenitores, cuidadores o familiares. En algunas regiones de África, los niños y adolescentes también corren riesgo si practican la caza o captura de animales o si comen carne insuficientemente cocinada. Además, los adolescentes pueden contagiarse al mantener relaciones sexuales con una persona infectada. Inicialmente, las erupciones que causa la mpox pueden parecerse a las características de otras enfermedades infantiles habituales, como la varicela y otras infecciones víricas. Si un niño presenta síntomas que podrían ser de mpox, pida consejo a un profesional de salud, que le ayudará para que se examine al niño y para que reciba la atención que necesita.

Entre los niños, el riesgo de presentar síntomas graves de la mpox puede ser mayor que en los adultos, por lo que hay que vigilarlos atentamente hasta que se hayan recuperado por si necesitaran atención adicional. En algunos casos, el trabajador de la salud que se ocupa del niño puede recomendar que se le atienda en un establecimiento de salud. En ese caso, se permitirá que un progenitor o cuidador que esté sano y tenga un riesgo bajo relacionado con la mpox se aísle junto con el niño.

Durante la lactancia, las mujeres con un diagnóstico posible o confirmado de mpox deben consultar a su proveedor de atención de salud, que evaluará el riesgo de que transmitan la enfermedad al bebé frente al de interrumpir la lactancia. Si se recomienda mantener la lactancia y el contacto estrecho con el bebé, se ofrecerán pautas para reducir el riesgo de transmisión mediante las medidas necesarias, como cubrir las lesiones. Es fundamental sopesar el riesgo de infección frente al posible daño y la angustia que podrían causar la interrupción de la lactancia materna y del contacto estrecho entre la madre y el niño. No se sabe si la mpox puede transmitirse a través de la leche materna, por lo que es necesario seguir investigando sobre esta cuestión. 

Tras muchos años de investigación sobre el tratamiento de la viruela, se han obtenido fármacos que también pueden ser útiles para tratar la mpox. Por ejemplo, en enero de 2022, la Agencia Europea de Medicamentos aprobó el uso de tecovirimat, un antivírico fabricado para tratar la viruela, como tratamiento de la mpox en circunstancias excepcionales. Aunque estos tratamientos se están utilizando cada vez más durante brotes de mpox, es necesario acumular más experiencia. Por este motivo, se suelen emplear en ensayos clínicos o bajo protocolos de acceso ampliado para recopilar información que ayude a determinar la mejor manera de utilizarlos en el futuro.

Sí, hay vacunas contra la mpox recomendadas por la OMS. Tras muchos años de investigación, se han obtenido vacunas novedosas y seguras contra la viruela, una enfermedad ya erradicada, y también contra la mpox.

Actualmente, la OMS recomienda administrar la vacuna MVA-BN o la vacuna LC16 a las personas que corren riesgo durante un brote de mpox. Si estas vacunas no están disponibles, se puede administrar otra vacuna, la ACAM2000, a ciertas personas, tras realizar una evaluación individual.

Las personas inmunodeprimidas corren más riesgo de presentar síntomas graves o de morir a causa de la mpox. Esta enfermedad puede causar síntomas graves como lesiones grandes y extendidas (sobre todo en la boca, los ojos y los genitales), afecciones como la inflamación del corazón, el encéfalo y otros órganos, infecciones bacterianas secundarias en la piel o la sangre, e infecciones pulmonares.

En las personas con enfermedad avanzada por el VIH (ya sea porque la infección se diagnosticó tarde, porque el recuento de linfocitos CD4 es bajo o porque la carga vírica es elevada) que presentan un cuadro grave de mpox, el riesgo de muerte es alto. Esto ocurre con más frecuencia cuando se desconoce el estado serológico relativo al VIH antes de diagnosticar la mpox.

Por otro lado, las personas con infección por el VIH que logran la supresión vírica gracias al tratamiento antirretrovírico no corren más riesgo de presentar un cuadro grave que la población general si contraen la mpox. Los tratamientos antirretrovíricos eficaces para la infección por el VIH reducen el riesgo de presentar síntomas graves de la mpox. Las personas con enfermedad avanzada por el VIH no tratada pueden estar inmunodeprimidas y, por tanto, tener más riesgo de que la mpox les cause síntomas graves. La OMS aconseja a los países que integren la prevención, la detección y la atención a la infección por el VIH y la mpox.

Las personas sexualmente activas que desconozcan su estado serológico con respecto al VIH deben hacerse las pruebas de detección de este virus. Cabe recordar que esta infección, si se trata eficazmente, no reduce la esperanza de vida.

Los casos de mpox grave observados en algunos países ponen de relieve la necesidad urgente de aumentar el acceso equitativo a las pruebas diagnósticas, las vacunas y los tratamientos para la mpox, así como a la prevención, las pruebas de detección y el tratamiento de la infección por el VIH. De lo contrario, se deja a los grupos más afectados sin las herramientas necesarias para proteger su bienestar y su salud sexual. 

Si está usted infectado por el VIH, siga tomando su medicación según lo prescrito. Si sospecha que tiene mpox, consulte a un médico. 

Si cree usted que corre riesgo de contraer la mpox o se le ha sido diagnosticado esta enfermedad, le conviene hacerse pruebas de detección de las infecciones de transmisión sexual. En caso de que desconozca su estado serológico con respecto al VIH, pida a su profesional de la salud que le haga una prueba diagnóstica para asegurarse de recibir la mejor atención posible. En 2023 había 9 millones de personas con infección por el VIH que no estaban en tratamiento y que corrían riesgo de presentar síntomas avanzados causados por ella; de ellos, 5 millones vivían en África.

Las vacunas contra la mpox protegen frente a la infección y los síntomas graves.

Consulte a su médico sobre la conveniencia de vacunarse, ya que ello dependerá de su riesgo individual y de la disponibilidad de vacunas en su zona.

Durante los brotes de mpox, la OMS recomienda vacunarse a las personas con alto riesgo de exposición al virus causante, como los trabajadores de la salud y las personas que hayan estado en contacto con alguien con mpox, así como los niños con alto riesgo de exposición.

Las personas que tengan previsto viajar pueden consultar a profesionales de la salud para evaluar el riesgo que corren y, si es necesario, para valorar la posibilidad de vacunarse.

Con independencia de si se está o no vacunado, se deben seguir adoptando precauciones para evitar contagiarse y propagar esta enfermedad, ya que la inmunidad tarda varias semanas en aparecer después de la vacunación y, en algunos casos, esta no genera inmunidad. Cuando una persona vacunada se infecta por el virus de la mpox, la vacuna sigue protegiendo contra los síntomas graves y la hospitalización.

El embarazo es un estado que reduce la respuesta inmunitaria. Cuando una embarazada contrae la mpox, tanto el feto como el recién nacido corren riesgos y pueden darse abortos, muertes fetales o neonatales y complicaciones para la madre. Si está usted embarazada, evite el contacto estrecho con las personas que tengan mpox. Cualquier persona puede contraer la mpox a través del contacto estrecho con una persona infectada. Si sospecha que ha estado usted expuesta a la mpox o presenta síntomas que podrían deberse a esta enfermedad, póngase en contacto con su proveedor de atención de salud, quien le ayudará a que le hagan pruebas y a que le presten la atención que necesita.

Cualquiera que asista a un lugar de reunión corre el riesgo de contraer la mpox si entra en contacto con una persona infectada.

La mpox se contagia a través del contacto piel con piel, boca con boca o entre la boca y la piel (por ejemplo, al besarse), así como al estar cara a cara con una persona con mpox (por ejemplo, al hablar o respirar cerca de ella, a través de partículas respiratorias). Además, también puede haber transmisión por contacto con materiales u objetos contaminados, como sábanas o agujas.

Las reuniones multitudinarias en las que las personas están muy cerca unas de otras, o donde pasan mucho tiempo juntas en un espacio cerrado, conllevan más riesgo.

Para reducir el riesgo, evite el contacto íntimo, incluido el sexual, con cualquier persona que presente síntomas de mpox. Si es usted quien presenta síntomas, aíslese, evite el contacto estrecho con otras personas y acuda a un médico. Además, considere la posibilidad de vacunarse si corre un alto riesgo de exposición, en el caso de que lo recomiende un profesional de la salud.

Nuestros conocimientos sobre la duración de la inmunidad después de una infección por mpox están en constante evolución. Se han notificado algunos casos de reinfección, lo que indica que se puede contraer la enfermedad más de una vez. Por eso, incluso si ha tenido usted mpox en el pasado, debe hacer lo posible para no reinfectarse. 

Si ya ha tenido usted mpox y alguien en su hogar está infectado actualmente, puede proteger a los demás miembros del hogar encargándose de cuidar al enfermo, ya que es más probable que esté usted más inmunizado que los demás. Con todo, debe aplicar todas las precauciones necesarias para no infectarse de nuevo.

Hay dos grandes clados del virus de la mpox: el clado I y el clado II. Este último es el que ocasionó el brote mundial que comenzó en 2022.

Se sabe que el clado I provoca cuadros más graves y más fallecimientos que el clado II en los lugares donde es endémico. Sin embargo, las diferencias con los brotes anteriores —por ejemplo, en cuanto a los grupos de población afectados— no permiten sacar conclusiones definitivas.

Los consejos de salud pública de la OMS permiten prevenir y tratar la mpox causada por cualquiera de los dos clados.

En 2023 se notificó por primera vez en la República Democrática del Congo un nuevo tipo de virus del clado I, denominado clado Ib, que se ha estado propagando tanto por contacto sexual como por otros tipos de contacto estrecho. Se están realizando estudios para conocer mejor las características de esta nueva cepa.