El objetivo de la TI sostenible es minimizar la carga ambiental del uso de la tecnología y hacer que las operaciones sean más resilientes. Cuando la tecnología se utiliza de manera responsable, tiene el potencial de reducir el consumo de energía y promover el uso eficiente de los recursos. Los elementos clave de la TI sostenible incluyen la eficiencia energética, el uso de energías renovables, la gestión del ciclo de vida, la virtualización y cloud computing, y la contratación sostenible. Al adoptar prácticas de TI sostenibles, las empresas pueden contribuir a la conservación del medio ambiente, reducir los costes operativos y demostrar su responsabilidad social corporativa. Es un enfoque holístico que considera el impacto ambiental de la tecnología en cada etapa de su ciclo de vida.