2014, Brazilian Journal of Radiation Sciences
Argentina y Brasil comenzaron sus actividades en el área nuclear casi al mismo tiempo, en los años 50 del siglo pasado. La existencia de un tratado internacional de no proliferación nuclear-TNP-visto por Brasil y Argentina como discriminatorio y perjudicial para los intereses de los países sin armas nucleares, llevó a la necesidad de crear un sistema común de control de materiales nucleares entre ambos países para, de alguna manera, proporcionar garantías a la comunidad internacional de los fines exclusivamente pacíficos de sus programas nucleares. La creación de un sistema común, aseguró el establecimiento de procedimientos de salvaguardias uniformes a aplicar en la Argentina y en Brasil, por lo que los mismos requisitos y procedimientos de salvaguardias entraron en vigor en ambos países, y los operadores de instalaciones nucleares comenzaron a seguir las mismas reglas de control de materiales nucleares y se sometieron al mismo tipo de verificación y control. El 18 de julio de 1991, el Acuerdo Bilateral para el Uso Exclusivamente Pacífico de la Energía Nuclear creó un organismo binacional, la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares-ABACCpara implementar el denominado Sistema Común de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares-SCCC. El acuerdo selló, de forma permanente, un claro compromiso de utilizar exclusivamente con fines pacíficos todo el material y las instalaciones nucleares bajo la jurisdicción o control de ambos países. El Acuerdo Cuatripartito, firmado en diciembre de ese año, entre los dos países, la ABACC y el OIEA, completó el marco legal para la implementación del sistema de salvaguardias totales. El "modelo ABACC" representa en la actualidad un marco paradigmático en el largo proceso de integración económica, política, tecnológica y cultural de ambos países. Argentina y Brasil fueron capaces de establecer un sistema de garantías que es único en el mundo de hoy y que, consolidado y madurado a lo largo de más de veinte años, se ha ganado el respeto de la comunidad internacional. 1.INTRODUCCIÓN Argentina y Brasil comenzaron sus actividades en el área nuclear casi al mismo tiempo, a mediados del siglo pasado. La fuerza impulsora que propulsó estas actividades también fue muy similar: la idea, compartida por el gobierno y la comunidad científica y tecnológica, que el desarrollo en el campo nuclear sería un factor clave en el equilibrio de poder en el mundo de la posguerra. Además, el uso potencial de las tecnologías nucleares en diferentes sectores de interés para la sociedad, comenzó a ser evidente y llamó la atención de los líderes nacionales.