2020, Kairosz Publishing
La norma es precisa y los valores que contiene se adaptan a una situación concreta para la que la norma es vinculante. Por el contrario, las normas y valores abstractos, por un lado, requieren su aplicación a mil situaciones debido a su formulación general y, por otro, pueden aplicarse constantemente en una situación sólo en un compromiso con otras normas y valores abstractos. Dicho de otro modo: Lo que ya se ha hecho al formular una norma, teniendo en cuenta los valores contenidos en ella, el juez sólo debe hacerlo después al aplicar valores abstractos, adaptados al caso que se le presenta. Porque utilizar un solo valor para tomar una decisión es la tiranía de los valores, por utilizar la formulación de Carl Schmitt de la época. Porque en cada caso hay varios valores a considerar, y si tomamos sólo un valor como base sin considerar los demás, tomaremos la decisión más injusta. Por ejemplo, para una mujer es un valor excepcional tener el control sobre su propio cuerpo, pero si en su vientre se concibe un niño, la decisión de abortar significa sacrificar el valor de la vida del niño, y sólo un compromiso entre estos dos valores puede hacer posible una decisión justa. Un compromiso, por tanto, es que el valor de la vida del niño sólo pueda sacrificarse si el parto pusiera en peligro la vida de la mujer o si los graves daños sufridos por el embrión sólo permitieran una vida intrínsecamente inviable o infeliz. Sin embargo, una ONG feminista verdaderamente ortodoxa sólo considera el control de la mujer sobre su propio cuerpo como su único valor y reclama un derecho al aborto totalmente irrestricto, mientras que una asociación religiosa católica radical considera excesiva incluso la ley del aborto más restrictiva y sólo hace hincapié en el valor de la vida del embrión. La mayor parte de la sociedad, sin embargo, encuentra una solución justa a esta cuestión en algún punto entre estos dos extremos. Este ejemplo ilustra quizá la tiranía de los valores, en la que un único valor se considera absoluto y todos los demás valores se dejan de lado para decidir.