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UNIVERSIDAD DEL ISTMO

Cuando los alimentos son ingeridos y llegan al estómago se combinan con el jugo gástrico segregado por las glándulas parietales. El jugo gástrico contiene ácido clorhídrico, HCl, y una enzima denominada pepsina. Es un jugo extremadamente ácido, con pH cercano a 0.8. Al mezclarse con los alimentos, el pH se eleva hasta un valor de 2.0 y junto con la pepsina comienza a romper las proteínas contenidas en los alimentos y las convierte en aminoácidos. Si el esfínter entre el esófago y el estómago no se cierra durante la digestión, el jugo gástrico puede entrar al esófago y causar una molesta sensación de ardor conocida comúnmente como acidez. El jugo gástrico también puede quemar las paredes del estómago. Además, las glándulas parietales pueden generar un exceso de jugo gástrico debido a la ingestión de ciertos alimentos irritantes como salsa de tomate, productos cítricos, cafeína y alcohol. Adicionalmente, el estrés y ciertas enfermedades pueden originar una producción excesiva de jugo gástrico. Si la acidez no se trata oportunamente evoluciona, al cabo de cierto tiempo, en úlcera duodenal. Los antiácidos se utilizan frecuentemente para el tratamiento de la acidez. El ingrediente activo en tales medicamentos es una base o álcali la cual neutraliza el exceso de ácido. Las tabletas de los diferentes tipos de antiácidos que se venden en los supermercados contienen distintos ingredientes activos: el Alka-Seltzer contiene bicarbonato de sodio, NaHCO3; la Milanta y el Malox contienen hidróxido de magnesio, Mg(OH)2. En el campo de la medicina o la química, se habla de antiácidos para hacer referencia a sustancias o productos basados en una composición alcalina (básica), la cual se utiliza para luchar contra la acidez de estómago producida por los ácidos que generan las glándulas parietales. Así, los antiácidos actúan haciendo que se alcalinice el medio estomacal, consiguiendo incrementar el valor del pH. El antiácido ideal debe cubrir las siguientes características: Neutralizar en forma inmediata y duradera el pH hasta valores de 3 a res de 3 a 4 Evitar la inactivación de la pepsina por el cambio del pH Tener una actividad exclusiva en el tubo digestivo sin interferir con el proceso digestivo Carecer de efectos tóxicos sistémicos Tener pocos efectos colaterales como la constipación, diarrea o formación de gases. Evitar el fenómeno de rebote (secreción gástrica excesiva): se presenta ante el incremento del pH por arriba de 5 Acelerar la curación de los procesos ulcerosos y evitar las recidivas. Ser económico.