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Desde la antropología se ha abordado ampliamente el tema de la muerte. Autores como Marc Augé, Jean Baudrillard, o Philippe Ariès, reflexionan sobre la actual "ausencia" de la presencia de la muerte en nuestras sociedades. También tenemos los estudios del ya clásico Thomas Louis-Vincent donde aborda los distintos tipos de muerte. Dentro de la antropología de nuestro país es de destacar autores como Caro Baroja o Miguel Barandiarán quienes nos sitúan en la primera parte del siglo veinte abordando las costumbres dentro de la cultura vasca en relación al rito funerario. Por su parte, Marcial Gondar, en el contexto cultural gallego, se aproxima al estudio de dos aspectos de la muerte: el aspecto relacionado con el rito y el mundo de su representación mental en el mismo. Si bien son más los autores que trabajan la temática, sólo nombro algunos de ellos. En mi aportación abordaré en el tema de la muerte de forma comparativa a dos culturas: la vasca y la gallega, profundizando en su mundo de representación mental a lo largo de todo el siglo veinte y a nivel intergeneracional. Por ello, voy a presentar en este trabajo, la importancia de las creencias para abordar la situaciones no sólo ya con enfermos terminales sino con la enfermedad en sí misma, debido a que ésta despierta de un modo u otro la alerta de la muerte.
Los ciclos de la vida están ritualizados en todas las sociedades y su grado de complejidad, duración y significado está en función de la importancia que concede cada sociedad a este tránsito y del valor que adjudica a la etapa que comienza o culmina (2). Estos rituales son conocidos desde que Van Gennep en 1909 acuñara el término como ritos de paso.
Ensayo final para el curso de Antropología Aplicada y del Desarrollo 2016-I Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia
ARCHIVOS XX , 2022
se analiza la antropología del riesgo y la amenaza a la luz de las experiencias de la pandemia COVID 19
Desde el campo de trabajo, el autor plantea las falacias de la objetividad que se exige del investigador en antropología y desnuda sus verdaderas implicaciones y consecuencias en relación con la situación de los dominados y explotados
En 1949, Borges, en El Aleph, señalaba que “toda muerte (es) un suicidio” (subrayados nuestros); Camus, en el Mito de Sísifo, 1942, agregaba que “Sólo hay un problema filosófico serio; el suicidio”, y en 1982, en Adiós a la filosofía, Cioran afirmaba que “El suicidio es la única libertad auténtica que tenemos en la vida”. Como se ve, el suicidio es una preocupación fundamental en la reflexión filosófica y literaria de la Modernidad e, incluso, de toda la historia humana. Las nuevas formas que esa práctica adquiere, sus sentidos y direcciones, los mensajes que comunica y los que oculta, interesan a todas las ciencias sociales, entre ellas a la Antropología y a la Semiótica, para las cuales se trata de un fenómeno que no cesa de interrogar los fundamentos mismos de la cultura propia de las sociedades donde se practica. El suicidio, una práctica universal, es hoy, quizás más que nunca antes, una interrogante, una interpelación abierta sobre los valores sociales fundamentales de la vida y la muerte.
La Muerte en el Nordeste de la Corona de Castilla a finales de la Edad Media. Universidad de País Vasco/ EuskalHerrikoUnbertsitatea, 2013
El objetivo principal del presente texto es aportar una visión arqueológica del estudio de la Muerte y de todo lo que la envuelve en un territorio concreto, la Comarca del Duranguesado, durante la Edad Media. El área escogida, que se puede identificar geográficamente con el valle del Ibaizabal, situado al sur de Bizkaia, es un territorio que ya para el siglo XI se diferencia de los valles septentrionales, adquiriendo entidad política y denominación propia: el Duranguesado. Se trata, pues, de una división administrativa actual, pero también histórica. Planteamos en nuestro análisis un estudio diacrónico de las prácticas funerarias como reflejo y parte de las transformaciones sufridas por la sociedad a lo largo de los siglos de la Edad Media. Afortunadamente, es un territorio bien estudiado en los últimos años, y esa trayectoria de investigaciones permite elaborar una síntesis que sirve para enmarcar también los últimos hallazgos realizados dentro de la propia villa de Durango. Nos centraremos especialmente en dar a conocer los resultados obtenidos de la excavación llevada a cabo en la Plaza de Santa Ana en el año 2009, donde se pudo documentar la antigua iglesia que le da nombre y parte del cementerio vinculada a ella. Evidentemente, para entender la importancia de estos hallazgos habremos de contextualizarlos en la problemática histórica general de la villa, ya que gracias a la Arqueología Urbana ha sido posible no sólo descubrir y documentar elementos urbanísticos medievales, como la muralla, sino incluso repensar algunas cuestiones históricas importantes, como puede ser el origen y fundación de la villa. Lógicamente, partimos de la idea de que la reconstrucción e interpretación del proceso de la muerte, con sus limitaciones, proporciona desde la Arqueología datos fundamentales sobre las características organizativas de la sociedad, y cómo no, sobre las creencias y valores de las sociedades del pasado.
La ciencia que se encarga de estudiar la realidad del ser humano a través de un enfoque holístico (en el que el todo determina el comportamiento de las partes) recibe el nombre de antropología. El término tiene origen en el idioma griego y proviene de anthropos ("hombre" o"humano") y logos ("conocimiento").
LA JUNGLA ANTROPOLÓGICA, 2019
ENSAYO INTRODUCTORIO A LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA ANTROPOLOGÍA DEL GESTO Y EL MIMISMO CREADA POR EL ANTROPÓLOGO Y LINGÜISTA FRANCÉS MARCEL JOUSSE.
Anduli, Revista Andaluza de Ciencias Sociales, 2021
Resumen Este artículo aborda la historia de la antropología andaluza desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad, tratando de señalar las conexiones de dicha tradición antropológica con otras del ámbito mediterráneo, así como con otras del ámbito estatal español, para lograr una mayor puesta en valor de aquellas tradiciones de pensamiento fuera de los ámbitos hegemónicos. A partir de la época de los estudios de folklore pasaremos a la etapa etnológica y a la consolidación de los estudios antropológicos, observando las diversas etapas y temas de investigación, desde la cultura popular a los estudios de comunidad, la identidad y la relación entre lo global y lo local en el mundo actual. Abstract This article deals with the history of Andalusian anthropology from the second half of the 19th century to the present. We also address the connections of this anthropological tradition with others in the Mediterranean area as well as with others in the Spanish sphere to achieve a greater appreciation of those traditions of thought outside of hegemonic scopes. From the time of folklore studies, we go on to the ethnological stage and to the consolidation of anthropological studies. In so doing, we observe the different stages and topics of investigation, from popular culture to community studies, identity and the relationship between global and local scopes in the present world.
Homo Technicus, 2020
I. INTRODUCCIÓN Llamamos "anthropokosmos" al estudio de la nueva cosmología en sus relaciones con el hombre. La nueva Física se ha adentrado en campos rayanos en la filosofía y en la teología, a pesar de haber proclamado siempre su independencia de estas ciencias, pero la investigación científica misma, con su metodología propia, ha llevado a la Física a hacerse pre-guntas sobre la misma materia y sobre la estructura del universo, que la conducen a unos límites de conocimiento hasta ahora insospechados. Sus mismos aparatos técnicos, las sondas espaciales, a pesar de su perfeccionamiento no siempre pueden ofrecerle datos fehacientes sobre el origen del mundo. No obstante, la ciencia física quiere seguir con su propia metodología y renuncia a ser ancilla de otras ciencias. Veamos por un momento la situación presente. Existe un campo en la vida del hombre en el que incluso las mas acerbas críticas tienen que dejar paso a la seguri-dad práctica: es el campo de la técnica, que modernamente nos ha llevado a las más extrañas "cosmovisiones". A nadie se le ocurre dudar de la funcionalidad de los aparatos electrodomésticos, o de las máquinas de transporte. Pero a pocos se les ocurre pensar que en el fondo de esa técnica existe una ciencia experimental, basada, a su vez, en una investigación teórica. La mecánica, la electrodinámica, la física cuántica, etc. son ciencias fundamentales de toda técnica y la seguridad de los aparatos construidos según ella, repercuten en cierta manera en la seguridad de la misma ciencia. Pero no por eso hemos de dejarnos llevar por esa seguridad práctica y dejar de preguntarnos acerca de los fundamentos, métodos, límites de estas ciencias. Ésta es la tarea de la crítica las ciencias. El realismo crítico ha sido uno le los primeros sistemas filosóficos que se ha preocupado por estos problemas de la nueva ciencia. Nombres como Wenzl, Külpe, Driesch y otros dan prueba de ello. Para el realismo crítico, la episteme se ha convertido en dóxa, en scientia. La contemplatio griega se transforma en scientia. La verdad se transforma en probabilidad, en posibilidad. También la metafísica inductiva de Lotze y de Fechner adopta una postura semejante a la del realismo crítico, así como el realismo idealista de Whitehead. Lo fundamental en toda investigación es el método a seguir. Por ello nos importa mucho dejar bien fundamentado el método que emplea la crítica de ciencias, así como el de las ciencias de la naturaleza, con el fin de precisar el ámbito y el desarrollo de las mismas. Muchas críticas ha sufrido la nueva ciencia, provenientes, sobre todo, de los idealistas alemanes, de los neokantia-nos, de los neoescolásticos, de los filósofos de la vida y de los positivistas. Pero los científicos no se han dejado amedren-tar por tales críticas y no han esperado a que los filósofos les dieran licencia para investigar la naturaleza, consiguiendo así que la ciencia haya progresado a marchas increíbles, hasta el punto de que es ahora la filosofía de la naturaleza la que va a la zaga de la ciencia de la naturaleza, intentando explicar racionalmente lo que los científicos han encontrado en la naturaleza. Éstos han seguido firmemente creyendo que la naturaleza es una realidad con la que se puede operar y cuyo conocimiento es posible, si bien dentro de ciertos límites y condiciones. Es evidente, por otra parte, que los científicos han tenido en cuenta las críticas que la filosofía de la naturaleza les presentaba, consiguiendo así una aclaración y limita-ción de sus conceptos.
La antropología en México. A veinticinco años de su publicación.
La antropología social es el constituyente dominante de la antropología en el Reino Unido y su Mancomunidad de Naciones y la mayoría de Europa (Francia en particular ), donde se distingue de la antropología cultural. En los EEUU, la antropología social está subsumida a la antropología cultural (o dentro de la antropología sociocultural, denominación relativamente nueva). En contraste con la antropología cultural, la cultura y su continuidad (incluyendo narrativas, rituales y el comportamiento simbólico asociado con éstas) han sido tradicionalmente consideradas como la "variable" dependiente por la antropología social, incrustadas en su contexto histórico y social, incluyendo su diversidad de posiciones y perspectivas, ambigüedades, conflictos y contradicciones de la vida social; más que la variable independiente (explicativa).
A Søren A. Kierkegaard y sus máscaras «Hay fantasmas diurnos que, presas de su ausencia, viven apartadamente, cami-nan con pasos ahogados a lo largo de las calles sin mirar a nadie. No hay inquietud alguna en sus rostros y en sus gestos. Como el mundo exterior ha dejado de existir para ellos, se pliegan a todas las soledades. Atentos a su distracción, a su desapego, pertenecen a un universo no declarado situado entre el recuerdo de lo inaudito y la inminencia de una certeza. Su sonrisa recuerda mil espantos vencidos, la gracia que triunfa sobre lo terrible; pasan a través de las cosas, atraviesan la materia. ¿Han alcanzado sus propios orígenes, o descubierto en ellos las fuentes de la claridad? Ninguna derrota, ninguna victoria les conmueve. Independientes del sol, se bastan a sí mismos. Están iluminados por la muerte» (E. M. Cioran: Adiós a la filosofía). La presente obra se puede enmarcar dentro de un proyecto de filosofía de la negación o filosofía negativa; aunque también cabe denominarse, según el caso, filosofía del no-ser, de la nada, nihi-lista, o del fundamento. En su totalidad, qua filosofía del sentido. Estimado lector, lo que va a leer a continuación son unas hojas sacadas de un tiempo ya mítico y casi olvi-dado de un individuo que apenas se reconoce ahora; y, sin embargo, nunca abandonado del todo. Su autor se hacía llamar por esa etapa (hace unos veinte años) Jere-mías Jan. Valga el presente ensayo como homenaje por alguien que, habiendo dejado de ser, se revela ahora en este pasado presente para comprender mejor una época que le fue –aún en parte hoy – contemporánea.
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