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Entre dos trios
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Reconec la meva derrota: vas llegir el Honest to God abans que jo. Em vas guanyar per les teves capacitats de poder llegir en anglès. En aquells anys el meu anglès no superava el "My father is taylor". Em pregunto com la teva lectura de Robinson (juliol 1965) com la següent de Bonhoeffer (gener 1966) i la posterior d'en Tillich ("esto ya más tarde"), com la que ja tenies feta de Bultmann ("lo conocía ya de antes") i la seva desmitologització, van arribar als cervells dels teus alumnes, els alumnes d'aquell jove professor de seminari de 1968.
¿Has escuchado hablar de "los 400 años de silencio"?, lo más probable que si, generalmente representado o simbolizado con la hoja blanca de la Biblia, la que divide el Antiguo Testamento (A.T.) y Nuevo Testamento (N.T.), es en ese tiempo en que Dios no se reveló a los hombres, sin embargo, al finalizar ese periodo nos envía la mas grande señal de Amor y Misericordia a nosotros, su creación, Todo lo que anunciaba el Antiguo Testamento fue cumplido y hecho realidad, la Promesa del Mesías ya era palpable, pero en ese silencio sucedieron muchas cosas de las cuales ignoramos, se escribieron muchos libros, nacen nuevas sectas, emergen nuevos Imperios gobernadores del mundo conocido, en el momento menos esperado para los hombres, Dios se revela en carne a la humanidad.
2014
Arq. Luis Müller FADU/UNL En la primera mitad del siglo veinte la ciudad de Santa Fe obtuvo un fuerte impulso modernizador, que en una primera fase dotó a la ciudad de grandes infraestructuras y edificios
I Doña Herlinda Ramírez removía las brasas del fogón empujando por la boca dispuesta en " u " , chorros de viento puntuales y certeros. Su rostro parpadeaba en la oscuridad de la cocina alumbrado con los fulgores amarillos que derramaban los tizones. A esta hora, en que las sombras terminan de invadir el día detrás de las montañas, el murmullo de los montes libera su acento nocturno y se funde con las voces que revolotean por la casa. Algunos hablan del partido de fútbol que acaban de jugar en el potrero y otros embisten la cena compuesta de fríjoles con sardinas enlatadas que doña Herlinda sirve con rutinaria habilidad. Los sucesos de la semana inquietaban un poco, pero no alteraban los movimientos cotidianos de la señora, los cinco niños y cinco jóvenes que bullían por la casa de tablones y techo de zinc bajo el resplandor de las lámparas de petróleo. La casa replicaba el diseño común en la región. Un ancho pasillo central que hacía las veces de sala con habitaciones a los lados. Estaba toda cubierta de zinc y le hacían sombra las ramas de los guanábanos, acacias y madroños para atenuar el ímpetu de los rayos solares. Aparte se levantaba la cocina. Alirio Buitrago comía de pie inclinado sobre la mesa cuando los vio llegar. Brotaron de la penumbra del potrero donde la luz de los candiles apenas podía rozar sus ropas oscuras. Eran cuatro hombres. Se detuvieron en la cerca. Alirio dejó la cena y se acercó a ellos. Todos en la casa se silenciaron para observar la inesperada visita. Uno de los hombres preguntó, en tono mandón, por don Manuel Buitrago. Alirio, disimulando la turbación, dijo que su papá no demoraba " pero si él les podía servir, con mucho gusto " que " bien puedan aguardarlo mientras se tomaban una limonadita… " Los hombres parecían apurados pero decidieron esperar porque, dijeron, " necesitamos hablar con todos " ; se sostuvieron detrás de la cerca sentados en varios troncos. Alirio les preparó la limonada mientras un espeso silencio, acentuado por el rumor de los grillos y los cocuyos y por los ingenuos ruiditos de los niños más pequeños, envolvía la casa. La paciencia de los hombres duró unos cinco o seis minutos, justo el tiempo para beber de un golpe la limonada y tomar repentina conciencia de la molesta tardanza. Sabían que labores como las suyas deben ejecutarse rápido para evitar el riesgo de ablandarse. Ordenaron a los varones salir un momento para " hablar unas cosas " con ellos. Carlos, Alirio y Fabián Buitrago, Marcos Marín y Gildardo Ramírez enfilaron hacia la cerca; Jorge y Gabriel Buitrago los seguían; pero el que hablaba los detuvo: " Ustedes no; los niños se quedan ". Doña Herlinda vio a los cinco muchachos sumergirse en la noche; los niños se arracimaron junto a ella en la cocina y sólo alcanzaron a desanudar unas cuantas palabras de incertidumbre y de miedo, cuando estalló el traqueteo. Descargas apretadas, como cascadas de rocas cayendo sobre un lecho de hojalata, anegaron el aire. Doña Herlinda dilató los ojos sin respirar. Volvió en sí con los últimos disparos, aferró a sus hijos más pequeños y corrió con los demás por la cañada arriba buscando el monte. II Después de caminar durante dos días por el monte en el que atravesaron el rugiente río Samaná y pasaron la noche en el puente de la quebrada Serranías, los tres colonizadores exploraron la montaña, vieron las palmas de Tagua que anunciaban la tierra buena y la encontraron propicia para establecerse. El sol señalaba que habían pasado las tres de la PAGE 15
El día que te lo conté quizás pude escucharme o ilógico. O ficticio. O realmente estúpido.
Medicina Narrativa, 2015
Aquel viernes 21 de Abril parecía ser un gran día; para nada podía predecirse lo que al transcurrir la tarde sucedería. La Universidad Javeriana tiene grandes recursos para la educación de sus futuros médicos y ese día conocería uno de estos, el muy renombrado Hospital Simulado. Sin tener anomalías en mi horario co mún d e cla se, a la s 7 :00 a. m. me d irigí a l a u d ito rio tres d e Almendros donde recibiría mi primera clase del día, Comunicación y Salud. Como también es común, llegué tarde. Pero Camilo, el monitor de la asignatura, no llegó; la profesora intentó contactarlo y por ello reiteradamente tuvo que salir del salón. Esto alteró de gran manera el orden de la clase, puesto que Camilo era una ficha cla v e. Al sa lir, ca miné co n un pequeño grupo d e co mpa ñero s, Laura, Hoover y Mondragón. Ibamos hacia Guayacanes donde veríamos nuestra siguiente clase, y debo decirlo, mi favorita: Célula, en horario de 9:00 a.m. a 11:00 a.m. Al llegar a clase, guardar los maletines, tomamos la misma mesa de siempre justo en frente del tablero en el lado derecho. La clase fue entretenida, nos reímos muchísimo y el tiempo pasó rápido.
Actividades de Prácticas del lenguaje, 2018
Recursos para el docente Actividades de Prácticas del lenguaje
ARQ (Santiago), 2005
Con la ciudad jardín como modelo, ciertos barrios de Santiago tienen en el jardín una pieza clave del puzzle urbano: mediador con la calle, expansión privada al interior de la manzana, articulador con el paisaje del valle y regulador de relaciones entre vecinos. Nuevas vocaciones se inauguran con la incorporación de estos espacios domésticos –abiertos y sin programa– al ámbito de lo colectivo, a través de operaciones integradoras que construyen un total atendiendo cada parte. With the garden city as their model, some Santiago neighborhoods have taken the garden as a key to the urban puzzle, as mediator with the street, private expansion within the block, link with the landscape of the valley, and regulator for neighbors’ relationships. New vocations arise as these open un-programmed domestic spaces are incorporated into the collective sphere, integrated through actions that create a whole, yet take account of each part.
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