2003, Educación, derechos sociales y equidad
La preocupación social por las condiciones ambientales a nivel mundial, regional y nacional se incrementó notablemente a partir de la segunda mitad del siglo XX. Este fue el momento en que se empezaron a escuchar diversas voces que denunciaban el severo deterioro ambiental ocurrido en distintos puntos del planeta, así como sus consecuencias en la calidad de vida de las personas, en los procesos productivos y en los propios ecosistemas. Ante dicha situación, las respuestas no se hicieron esperar, sectores como el académico, la clase política, la comunidad científica, los grupos de la sociedad civil y los gobiernos nacionales ofrecieron diversas alternativas para superar esta crisis y buscando colocar cada vez más este problema dentro de las prioridades de política social, económica e incluso de gobernabilidad. El complejo campo de lo ambiental ha desembocado en una diversidad de apreciaciones y lecturas respecto de los problemas ambientales y sus consecuencias de corto y largo plazos. Por lo que hoy día es común encontrar, entre esta diversidad, discursos que apelan a ciertas particularidades del problema o que se sustentan en lecturas globales de los mismos; discursos acordes con el rumbo civilizatorio actual apelando al desarrollo científico y tecnológico que caracteriza el momento actual, pero también discursos que advierten aún más de las potenciales crisis que comienzan a manifestarse en los diferentes órdenes, como consecuencia del ingente deterioro ecológico y social. La aparición de estos numerosos discursos que abordan la problemática ambiental desde intereses y ópticas de análisis diferenciadas e incluso antagónicas, constituyen un conglomerado de posturas y posiciones que se entretejen conflictivamente constituyendo este campo emergente de conocimientos y de acción política: lo ambiental. En este contexto, las siguientes líneas buscan ofrecer algunos rasgos distintivos que caracterizan los diferentes discursos que han permeado el desarrollo del campo de la educación ambiental en México y, más particularmente, el campo de la investigación en educación ambiental, que si bien es muy incipiente, se construye desde ciertas lógicas de pensamiento y espacios donde convergen infinidad de posturas, intereses, antagonismos y que, de una u otra forma, determinan el desarrollo de proyectos educativos que intentan poner en práctica sus formulaciones y visión del mundo (González Gaudiano, 1999:5).