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Beltrán Villasandino

Abstract

Con esta cantiga, y seguramente de forma intencional por su ~ema reli-&ioso, empieza el Cancionero de Baena y el de su primer poeta, Alfonso Alvarez de Villasandino. La rubrica que lo encabeza, y que reproduzco, da fe de la ilimitada admiración que Baena sentía por este autor, el último representante de lo que debió ser una escuela poética que, partiendo de la escuela galaico-portuguesa, a través de los poemas datables en la época de Alfonso XI, llegaría hasta este cancionero. Escribió todavía en gallego, aunque en su obra predomina el castellano, y su amplísima producción conservada se extiende entre 1373 y 1424, fecha probable de su muerte. Parece haber estado al servicio de los primeros Trastámaras castellanos, en especial Juan I (1379-1390) que lo habría investido caballero, y de su nobleza, hasta Fernando de Antequera,Juan II y Álvaro de Luna. Su poesía es, ante todo, obra mercenaria y de circunstancias, muy variada en los temas y fines (pedigüeña y panegírica, pero también amorosa y religiosa) y en los géneros (formas fijas, de tipo zejelesco, pero también decires alegóricos), eficaz y elegante, aunque de técnica por lo general sencilla.