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2022, Fuentes para el estudio de la historia de las mujeres
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Y o afirmo que es preciso que nosotros pongamos el gobierno en manos de las mujeres, pues también en rmcs tra L:asa se ocupan del gobierno y la adm inistración. Que son de mejor manera de ser que nosotros os d Ver el apartado «En nuestra casa se ocupan del gobierno y la administración)). "M IRÓN PÉ REZ, M.D., an. rir., p. t45 . 47 Memorable es la frase de DEMÓSTENES (O i. 1 ·rursos privados 11, (1-r:~.d. José Manuel Colubi Fa lcó), Mndrid 1983, U X. 122): «Las heteras las tenemos por place r, las concubinas por el cuidado cotidiano del cuerpo, y las mujeres para procrear Jcg ílim amentc y tener un fiel guardián de los bienes de casa». u En las NubeJ, Aristófancs le hace decir a uno de Jos acreedores: «¿Qué otro va a ser sino el dinero que , día a día y mes a mes, aumenta más y m:ís con el correr de l ti empo?» (vv. 1287-128 9)
Librodot La asamblea de las mujeres Aristófanes Librodot 2 2 PERSONAJES: PRAXÁGORA. UN HERALDO. VARIAS MUJERES. TRES VIEJAS. CORO DE MUJERES. UNA JOVEN. BLEPIRO, marido de Praxágora. UN JOVEN. UN HOMBRE. LA CRIADA DE PRAXÁGORA. CREMES. Librodot La asamblea de las mujeres Aristófanes Librodot 3 3 La escena representa una plaza, en Atenas, donde están la casa de Praxágoras y otras dos casas. Praxágoras sale de la suya disfrazada de hombre con una lámpara en la mano. PRAXÁGORA.-(Parodiando ciertos prólogos trágicos.) ¡Oh lámpara preciosa de reluciente ojo que tan bien iluminas los objetos visibles! Vamos a decir tu nacimiento y tu oficio; labrada sobre el ágil torno del alfarero tus brillantes narices rebrillan como soles. Lanza con tus llamas las señales convenidas... Tú eres la única confidente de nuestros secretos, y lo eres con motivo, pues cuando en nuestros dormitorios ensayamos las diferentes posturas del amor, tú sola nos asistes y nadie te rechaza como testigo de sus voluptuosos movimientos. Tú sola, al abrasar su vegetación feraz, iluminas nuestros recónditos encantos. Tú sola nos acompañas cuando furtivamente penetramos en las despensas llenas de báquicos néctares y sazonadas frutas; y, aunque cómplice de nuestros deleites, jamás se los revelas a la vecindad. Justo es, por tanto, que conozcas también los actuales proyectos aprobados por las mujeres, mis amigas, en las fiestas de los esciros. Pero ninguna de las que deben acudir se presenta; ya empieza a clarear el día y de un momento a 'otro dará principio la Asamblea. Es necesario apoderarnos de nuestros puestos, que, como ya recordaréis, dijo el otro día Firómaco, deben ser los otros, y una vez sentadas, mantenernos ocultas. ¿Qué les ocurrirá? ¿Quizá no habrán podido ponerse los barbas postizas, como quedó acordado? ¿Les será difícil apoderarse de los trajes de sus maridos?-¡Ah! Allí veo una luz que se aproxima. Voy a retirarme un poco, no sea un hombre. MUJER PRIMERA.-Ye es hora da ponerse an marcha; cuando salíamos de cese, al heraldo he cantado por segunda vez. PRAXÁGORA.-Y yo me he pasado toda le noche en vale esperándoos. Paro ... un momento; voy e llamar e esta vecina arañando suavemente su puerta, porque as preciso que su marido no nota nada. MUJER SEGUNDA.-Ye ha oído, el ponerme los zapatos, el ruido da tus dedos, pues no estaba dormida; mí marido, querida, as un marinero da Salamina; me he estado atacando toda le noche bajo les sábanas; hasta ahora no he podido cogerle esta manto que vas. Librodot La asamblea de las mujeres Aristófanes Librodot 4 4 MUJER PRIMERA.-¡Ah! Ahí veo e Clináreta y Sóstrata, que vienen con su vecina Filéneta. PRAXÁGORA.-¡Dáos prisa! Glice he jurado que le que llegue le última pagará an castigo tras congios da vino y un. quénice da garbanzos. MUJER PRIMERA.-¿No vas e Melística, le mujer da Esmicitión, como viene corriendo con los zapatos da su marido? Creo que ese es le única que habrá podido separarse sin dificultad da su marido. MUJER SEGUNDA.-Mirad e Gensístrata, le mujer del tabernero, con su lámpara an le mano, acompañada de les mujeres da Filodoreto y Querétades. PRAXÁGORA.-También veo a otras muchas flor y nata de le ciudad, que se dirigen hacía nosotras. MUJER TERCERA.-A mí, querida mía, me he costado un trebejo ímprobo podar escaparme sin que me vieren. Mí marido he estado tosiendo toda le noche por haber cenado demasiadas sardinas. PRAXÁGORA.-Bien sentaos; y puesto que ye estemos reunidas, decidme sí habéis cumplido todo lo que acordamos an le fiaste de los Esciros. MUJER CUARTA.-Yo sí, Lo primero que hice, como convenido, fue ponerme los sobacos más hirsutos que un matorral. Después, cuando mí marido se iba el Agora, me untaba con aceite de píes e cabeza y me tostaba el sol durante todo al día. MUJER QUINTA.-Yo también ha suprimido al uso de la navaja, para estar completamente velluda y no parecer an nada une mujer. PRAXÁGORA.-¿Traeis les barbas con que dijimos que nos presentaríamos en le Asamblea? MUJER CUARTA.-¡Sí por Hécate! Yo traigo este, que es muy hermosa. MUJER QUINTA.-Y yo, otra más bella que la da Epícretas 1 . PRAXÁGORA.-Y vosotras, ¿qué decís? MUJER CUARTA.-Dicen que sí, con le cabeza. PRAXÁGORA.-También veo que os habéis provisto da lo demás, pues traéis calzado lecadamonio, bastones y ropas da hombre, como dijimos. 1 Orador demagogo. Su barba era tan espesa y crecida que le bajaba hasta la cintura, cubriéndole todo el pecho a manera de escudo. Librodot La asamblea de las mujeres Aristófanes Librodot 5 5 MUJER SEXTA.-Yo traigo al bastón da Zemia, e quien se lo ha quitado mientras dormía. PRAXÁGORA.-Es uno da aquellos bastones sobra los que se apoya para expulsar sus flatos. MUJER SEXTA.-Sí, ¡por Zaus salvador! Sí ase hombre se pusiera le piel da Argos, sería al único para administrar le cose pública. PRAXÁGORA.-Ee, mientras todavía quedan estrellas en al cíelo, dispongamos lo que debemos hacer, pues le Asamblea, para le que venimos dispuestas, empezará con le aurora. MUJER PRIMERA.-¡Por Zaus! Tú debes tomar asiento el píe da le tribuna, frente e los Pritánaos. MUJER SÉPTIMA.-Yo me ha traído esta lana para cardarla durante le Asamblea. PRAXÁGORA.-¿Durente la Asamblea? ¿Pero qué dices desgraciada? MUJER SÉPTIMA.-Sí, por Artamis, sí. ¿Dejaré de oír porque esté cardando? Tengo e mis hijitos desnudos. Aristófanes Librodot 6 6 general los de más fácil palabra, y, por fortuna, esta condición no nos falta a nosotras. MUJER SÉPTIMA.-No sé, no sé; mala cosa es la inexperiencia. PRAXÁGORA.-Por eso mismo nos hemos reunido aquí, para preparar nuestros discursos. Vamos, poneos pronto las barbas, tú y todas las que se han ejercitado en el arte de hablar. MUJER OCTAVA: Pero, querida, ¿qué mujer necesita ejercitarse para eso? PRAXÁGORA.-Ea, ponte la barba y conviértete cuanto antes en hombre. Aquí dejo las coronas 5 ; ahora me voy yo también a plantar la barba, por si acaso tengo necesidad de decir algo. MUJER SEGUNDA.-Querida Praxágora, ¡mira qué ridiculez! PRAXÁGORA.-¿Cómo ridiculez? MUJER SEGUNDA.-Es como ponerle las barbas a unos calamares asados. PRAXÁGORA.-Purificador, da la vuelta con la comadreja; adelante; silencio. Arifrades, pasa y ocupa tu puesto. ¿Quién quiere usar de la palabra? MUJER OCTAVA.-Yo. PRAXÁGORA.-Pues ponte la corona, y buena suerte. MUJER OCTAVA.-Ya está. PRAXÁGORA.-Puedes hablar. MUJER OCTAVA.-¿Y he de hablar antes de beber? PRAXÁGORA.-¿Qué es eso de beber? MUJER OCTAVA. Pues si no, querida, ¿para qué necesito la corona? PRAXÁGORA.-Vete de aquí; allí nos hubieras hecho lo mismo. MUJER OCTAVA.-¿Y qué? ¿No beben también ellos, aunque sea en la Asamblea? PRAXÁGORA.-¡Y dale con la bebida! MUJER OCTAVA.-Sí, por Artemis, y vino del más puro. Por eso, a los que los examinan y estudian detenidamente les parecen sus insensatos decretos resoluciones de borrachos. Además, si no hubiese vino, ¿cómo harían las libaciones a Zeus y demás ceremonias? Por otra parte, suelen maltratarse como personas que han bebido demasiado, y los arqueros se ven obligados a llevarse de la Asamblea a más de un borracho revoltoso. PRAXÁGORA. Vete y siéntate; no sirves para nada. 5 Esto es, las que se ponían los que hablaban en público. Librodot La asamblea de las mujeres Aristófanes Librodot 7 7 Aristófanes Librodot 25 25 CREMES.-Todos. EL HOMBRE.-Tu estupidez no tiene límites. CREMES.-¿Pero tú no piensas depositar tus bienes? EL HOMBRE.-Me guardaré muy bien, antes de ver lo que hace la multitud. CREMES -¿Puede ser otra que la de llevar al fondo común todos los bienes? EL HOMBRE.-Cuando lo vea, lo creeré. CREMES.-Por las calles no se habla de otra cosa. EL HOMBRE.-Se hablará. CREMES.-Todos dicen que van a llevar su parte. EL HOMBRE.-Se dirá. CREMES.-Me matas con tu desconfianza. EL HOMBRE.-Se desconfiará. CREMES.-¡Qué Zeus te confunda! EL HOMBRE.-Se te confundirá. ¿Crees que todo ciudadano que tenga un átomo de juicio ha de llevar nada? No estamos acostumbrados a dar; sólo nos gusta recibir, en lo cual imitamos a los dioses. Para convencerte, no tienes más que mirarles a las manos: sus imágenes, cuando les pedimos dones y mercedes, nos alargan las manos vueltas hacia arriba; no en actitud de dar, sino de recibir. CREMES.-Bueno, ya está bien. Déjame cumplir con mi deber. ¿Dónde está mi correa? EL HOMBRE.-Pero ¿de veras lo vas a llevar? CREMES.-SÍ, por Zeus; mira, ya he atado este par de trípodes. EL HOMBRE.-¡Qué locura! ¿Por qué no esperas a ver lo que hacen los demás, y después...? CREMES.-Después, ¿qué? EL HOMBRE.-Esperar de nuevo y dar tiempo. CREMEs.-¿A qué? EL HOMBRE.-Esperar a que se produzca un temblor de tierra, o un incendio desfavorable, o a que pase una comadreja, y verás, insensato, como nadie lleva nada al depósito. CREMES.-¡Tendría gracia que por estar esperando no encontrase dónde depositar mis cosas! Librodot La asamblea de las mujeres Aristófanes Librodot 26 26 EL HOMBRE.-Si fuera para tomar no habría peligro de que pudieras hacerlo; pero para dejar, estate bien tranquilo aunque sea pasado mañana. CREMES.-¿Cómo? EL HOMBRE.-Conozco muy bien a esa gente. Se preci pitan para dictar una disposición que luego no se cumple. CREMES.-Todos aportarán sus bienes, amigo. EL HOMBRE.-¿Y si no lo hacen? CREMES.-No te quepa duda de que lo harán. EL HOMBRE.-Y si no lo hacen ¿qué? CREMES.-Les obligaremos. EL HOMBRE.-¿Y si son más fuertes? CREMES.-Dejaré mis muebles y me iré. ¡Ojalá revientes! EL HOMBRE.-Y si reviento ¿qué ocurrirá? CREMES.-Que habrás hecho bien. EL HOMBRE.-¿Te obstinas, pues, en querer depositarlo? CREMES.-Sí, por cierto, pues ya veo a mis vecinos que se disponen a llevar los suyos. EL HOMBRE.-¿Quién? ¿Antístenes? 35 . Ese preferiría mil veces estarse treinta días seguidos sentado en un bacín. CREMES.-¡Vete al infierno! EL HOMBRE.-Y Calímaco 36 , el maestro de Coros, ¿qué llevará a la comunidad? CREMES.-Más que Calias 37 . EL HOMBRE.-¡Este hombre quiere arruinarse! CREMES.-¡Maldiciente! EL HOMBRE.--¿Maldiciente? ¿Pues no estamos viendo todos los días decretos semejantes? ¿No te acuerdas de aquel...
Sit ecclesia domus, 2021
Resumen Se analiza aquí tres comedias, Lisístrata, Tesmoforiantes y Las asambleístas, que tienen en común el papel relevante de las mujeres. Se las vincula destacando que ningún cambio, sea en la política bélica o en la organización social o en el vínculo entre las personas o en el ejercicio de la política puede lograrse sin un acuerdo de las partes (Lisístrata), un acuer-do que no tenga fingimientos (Tesmoforiantes) y que no implique un vuelco radical por el que sectores de la sociedad vuelvan a ser excluidos (Las asambleístas). Con situaciones 'absurdas', Aristófanes llama la atención sobre el papel clave que pueden tener las muje-res: negativamente, si se 'empoderan' con autoritarismo; positivamente, si trabajan a la par del hombre. Posiblemente el más grande de los comediógrafos griegos antiguos (440-385 a.C.) pero con certeza aquél de quien más obras sobrevivieron fue Aris-tófanes. De sus cuarenta y cuatro piezas restan once completas más un millar de fragmentos. Fue un poeta amante de la democracia mesurada, de la paz interior, de la innovación literaria e intelectual, del buen uso de la retórica y de una reflexión profunda de los problemas cívicos y culturales, disfrazada ésta con recursos 'cómicos' para respetar el género pero orientada a que, tras ellos, el espectador 'diestro' (dexiós) descubriera el mensaje serio. Por ello sus obras perte-necen a la llamada 'comedia antigua', que era eminentemente 'política' en el sentido de interesada en los valores de la pólis. Tras la caída de Atenas en 404 a.C. por la derrota ante Esparta, los sucesivos gobiernos y las guerras internas fueron limitando ese tratamiento abierto de las cuestiones políticas, que incluían la posi-bilidad de burlarse nominalmente (onomastì komodêin) de gente notoria, no nece-sariamente para condenarla. Las últimas piezas pertenecen ya a la 'comedia media', que disminuye esos rasgos como también el papel relevante del coro, el cual comentaba la obra y diversas situaciones del momento en que se presentaba la comedia. Si bien sus obras tienen muchas alusiones que requieren una aclara-ción en nota, su contenido y su mensaje son 'clásicos', es decir intemporales. Uno de los recursos que emplea el comediógrafo es el de hacer un plan-teo absurdo de una situación; crear una supuesta 'realidad' que es imposible pero que permite reflexionar sobre la posible. Así, por ejemplo, al final de su pieza Acarnienses el protagonista Dikaiópolis ("ciudad justa"), que no logra evitar la guerra en la que está inmersa Atenas, decide hacer una tregua 'personal', creando su propio espacio donde sí hay comercio, sí hay fiesta y sí hay tranquili-dad. Más allá del absurdo, el espectador dexiós debe entender la gravedad de la situación, qué bienes está perdiéndose y qué política convendría seguir. Con este marco vamos a hacer referencia a algunas piezas aristofánicas en las que la mujer tiene una presencia relevante con el fin de extraer conclusio-nes que resultan reveladoras para nuestro tiempo 1. Para ello hay que tener en cuenta que esas obras corresponden a los siglos V-IV a.C.: si bien hubo reinas ya en la Grecia arcaica reflejada por Homero y tendremos a Cleopatra, Irene de Bizancio, Catalina la Grande, Isabel I, Victoria y muchas más, la mujer 'común' no tuvo participación política hasta el s. XX. Así, pues, los personajes de estas comedias suponen esa realidad: ellas manejan la casa, desempeñan algunos oficios, tienen sus festividades y ámbitos de circulación, pero carecen de 'dere-chos políticos'. Palabras clave Aristófanes-Lysistrata-Thesmo-phoriazusae-Ecclesiazusae-género-política-matrimonio-fraude 1 Otras piezas perdidas de Aristófa-nes tienen títulos centrados en mujeres, como Danaides, Lemnias y Fenicias. Ferécrates escribió Ancia-nas y Tiranas, entre otras. La trage-dia también presentó tramas centradas en mujeres: Electra, por ejemplo, fue tratada por los tres grandes trágicos.
Phoînix, 2018
Resumen: Este artículo explora los vínculos entre la comedia aristofánica y la democracia ateniense, centrándose en la representación de la asamblea. En función de esto, primeramente, se traza un balance de las formas en que los estudiosos han abordado el problema de la comedia política y se plantea una propuesta para indagar qué elementos ofrece Aristófanes para pensar la política. Posteriormente, se analiza la interacción entre el rol del público en el teatro y el de la ciudadanía en la asamblea, subrayando la homología entre ambos comportamientos y abordando en este contexto las referencias al funcionamiento de la asamblea en diferentes obras del comediógrafo, con particular atención a los elementos que al respecto aporta la comedia Caballeros. Abstract: This article explores the links between Aristophanic comedy and Athenian democracy,focusing on the representation of the assembly. Based on this, first, a balance of the ways in which scholars have addressed the problem of political comedy is drawn and it is made a proposal to investigate what elements Aristophanes offers to think about politics. Subsequently, the interaction between the rol of spectators in the theater and that of citizens in the assembly is analyzed, highlighting the homology between both behaviors and addressing in this context the references to the functioning of the assembly in different playwright's comedies, with particular attention to the elements that the Knights contributes in this respect.
Rodríguez Cidre, E. & E. J. Buis (edd.), La pólis sexuada: normas, disturbios y transgresiones del género en la Grecia Antigua, Buenos Aires: Instituto de Filología Clásica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 2011; pp. 201-230 [ ISBN 978-987-1785-06-03]., 2011
Sí, con este equipaje encima. BACO ¿Cómo? JANTIAS Que pesa mucho. BACO ¿Pero dejará de llevar el asno lo que tú llevas? JANTIAS Por Zeus, lo que yo llevo no lo lleva él. BACO ¿Pero cómo puedes llevar nada, siendo llevado por otro? JANTIAS No lo sé; pero lo cierto es que mi hombro no puede resistir más.
Dike. Rivista di storia del diritto greco ed ellenistico, Vol. 10, Facoltà di Giurisprudenza, Università degli Studi di Milano, 2007; pp. 85-112 [ISSN 1590-1807]., 2007
un juego de palabras significativo en «asambleístas» de aristófanes 1
Historias Del Orbis Terrarum, 2011
En Las Ranas, durante una de las irrupciones del coro que tienen lugar habitualmente en las comedias de Aristófanes, se exhorta a los ciudadanos atenienses a ser precavidos en cuanto a la extensión de su libertad: en 406, con ocasión de la batalla de las Arginusas, se les ofreció a los esclavos que combatieran por el bando ateniense, no solamente la libertad, sino también la ciudadanía, una promesa excepcional en la historia política y social ateniense, como en el mundo griego en general, pero que no sería extraña en las sociedades de la época helenística o del imperio romano. Con un ejemplo tomado desde la participación ateniense en las Guerras Médicas, Aristófanes no ve con buenos ojos la promesa de las Arginusas, ya que "(…) es vergonzoso que a los que tomaron parte una vez en una batalla naval (las Arginusas) los equiparéis a los Plateenses (sic), convirtiéndolos de esclavos en señores"[1]. Claramente, los aliados de Platea fueron de gran relevancia en las guerras que los atenienses sostuvieron durante todo el siglo V y, en virtud de esa calidad, podían ser considerados ciudadanos. En cambio, la concesión expresa e inmediata de la ciudadanía a los esclavos rayaba en lo injusto si se compara con la condena de los generales atenienses que fueron sancionados por motivo de la misma batalla, bajo el probable punto de vista del poeta cómico. El llamado de atención se dirigía, finalmente, a valorar a los buenos ciudadanos y a cuidarse de los posibles advenedizos que, desde la década de los 20 Revista Historias del Orbis Terrarum www.orbisterrarum.cl
Circe de clásicos y modernos, 2008
Estamos asistiendo a un fenómeno significativo: nuevas ediciones y traducciones de clásicos grie-gos y latinos aparecen en el mercado como una oferta más que frondosa dirigida no sólo al público especialis-ta sino a todo quien tenga curiosidad por acercarse a una literatura ...
Formas de amor en el mundo antiguo, 2018
El presente trabajo de investigación versará sobre la relación entre las categorías de género, sexo y política en las comedias Lisistrata (2007) y La asamblea de las mujeres (2011) de Aristófanes, comedias que se encuentran atravesadas por una serie de debates acerca del papel político de las mujeres, tomando en cuenta el carácter patriarcal de la democracia ateniense que expulsaba al oikos a las mujeres, manifestando que allí se encontraría su espacio natural. Nuestra intención es realizar una lectura en clave política y con las herramientas teóricas de la teoría de género contemporánea, especialmente con la perspectiva butleriana, con la finalidad de manifestar una aproximación positiva por parte de Aristófanes hacía la problemática de género. Para ello es necesario comprender la relación entre las categorías de género, sexo y política como conceptos que interactúan con las formas de amor en la antigüedad griega, dando cuenta de que ambas comedias implican una crítica al presente histórico que vivió Aristófanes. El comediógrafo ateniense pone en tensión las grietas y fisuras del dispositivo sexo-genero-político que organiza las subjetividades y los roles sociales en la democracia ateniense, dispositivo que queda al descubierto por la acción política y colectiva de las mujeres en su disposición por tomar las riendas del gobierno de Atenas. Palabras claves: Aristófanes, Lisistrata, La Asamblea de las Mujeres, Dispositivo de poder, Formas de amor.
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CFC, serie de estudios griegos e indoeuropeos, I , 1991
Emerita: Revista de Lingüística y Filología Clásica, 2019
Lectora Revista De Dones I Textualitat, 2012
Cuadernos de Filología Clásica. Estudios griegos e indoeuropeos, 2013
Estudos Semióticos, 2013
Doxa. Cuadernos de Filosofía del Derecho. N°. 36, 2013
Filología y Lingüística, 2020
Ianua Classicorum. Temas y formas del Mundo Clásico · vol. II · Madrid 2015 · 557-584, 2015
PERU HOY edicion Diciembre 2018, Desco. Peru, 2018
LABIANO ILUNDAIN, Mikel (2016), “Aristófanes: Las Avispas 440, o el caso de las lágrimas áridas”. Studia Philologica Valentina 18, 159-170. ISSN: 11359560.
Glôssai/linguae en el Mundo Antiguo, 2014
Hispania Sacra, 2020
Revista TRAMA de la Asociación Uruguaya de Antropología Social y Cultural n.º 12: "Territorios y territorialidades", 2021