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Vargas Llosa, el Nobel y la izquierda

E l título de este breve ensayo incluye por lo menos dos términos difíciles de definir: Vargas Llosa y la izquierda. Parecería una broma o boutade argüir que existen dudas sobre quien es Vargas Llosa. Todos sabemos que es un septuagenario elegante y sofisticado, quien, además de haber escrito algunas de las más importantes e innovadoras novelas en lengua española de los últimos cincuenta años, por lo cual recibió el premio Nobel en 2010, es también uno de los más influyentes promotores del liberalismo en Hispanoamérica. Sin embargo, más allá de este significado básico es difícil encontrar acuerdo alguno sobre el Nobel peruano. Para sus admiradores, como el también novelista peruano Alonso Cueto, Vargas Llosa es «una figura cívica» que se caracteriza «por el deseo de intervenir en el debate público de acuerdo con las convicciones éticas. Lejos de intereses ideológicos, partidarios o personales» (20). De manera semejante, para el prominente historiador e intelectual mexicano Enrique Krause, Vargas Llosa no es sólo, además de camarada político, un ejemplo político para seguir, sino inclusive una fuente de inspiración ideológica y aun espiritual: