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2005, Acontecimiento: órgano de expresión del Instituto …
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Miguel de Cervantes fue un hombre con una historia plagada de desdichas y avatares que le fueron de suma utilidad para componer la que se considera primera novela de la Literatura Universal. La novela como género tiene la peculiaridad de ser una narración de la realidad, un proceso temporal de lo real interpretado por el autor. Como género viene a introducir la importancia de la narración, animada por unos personajes que deben componerse sin la referencia a lo concreto (como sucede en el teatro), debiendo manejar los procesos psicológicos de una manera mucho más compleja. Su llegada viene a complementar el concepto de persona 1 , en cuanto a su relación temporal, en cuanto a su existir como narración; la evolución del concepto de persona producido durante la Edad Media, por el que la máscara griega se ha fijado al rostro y se ha hecho capaz de mirar a Dios, ahora va a tomar conciencia de sí y de sus posibilidades.
Principe De Viana, 2005
linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della. Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín, y confirmándose a sí mismo, se dió a entender que no le faltaba otra cosa, sino buscar una dama de quien enamorarse, porque el caballero andante sin amores, era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma. Decíase él: si yo por malos de mis pecados, por por mi buena suerte, me encuentro por ahí con algún gigante, como de ordinario les acontece a los caballeros andantes, y le derribo de un encuentro, o le parto por mitad del cuerpo, o finalmente, le venzo y le rindo, ¿no será bien tener a quién enviarle presentado, y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde y rendida: yo señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindrania, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero D. Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante la vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante? ¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero, cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quién dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque según se entiende, ella jamás lo supo ni se dió cata de ello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso, nombre a su parecer músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.
This work deals with the Work of Miguel de Cervante, this was done based on the analysis of this work.
2005
El texto presenta la figura de Cervantes, humanista,, y la creacion de la ao Parte de Don Quijote de la Mancha: ?Que dicen los personajes de si mismos? ?Que dicen sus receptores a traves del tiempo, poetas y humanistas? ?Que matices de humanidad perviven en la recepcion de la obra hoy? La busqueda de la verdad, de la libertad, de la justicia, el senorio ante el fracaso, son algunas de las cuestiones extraidas de estos dialogos.
Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of …, 1994
ste acercamiento a la "historia verdadera" inscrita en el Quijote 1 y a la así titulada por Bernal Díaz 2 analiza dos textos de similar hibridez genérica que confieren especial atención a los detalles verosímiles, en relación a: la interrupción de la voz editorial, la discontinuidad de voces narrativas, y la supresión de elementos insignificantes en un relato.
2001
Mucho se ha escrito sobre la génesis y la autoría del Quijote 1 , de hecho seguimos fascinados y perplejos frente a esta astuta técnica narrativa que presenta una obra extensa como una especie de crónica escrita por varios autores («Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben» [I, 1]) y en particular por uno, Cide Hamete Benengeli, cuyo manuscrito arábigo Cervantes simplemente transcribe y comenta, cosa que, por otra parte, se atreve a hacer el traductor. Sin embargo sabemos que este asunto del autor o autores no es tan simple, y que ninguno de los estudios realizados para esclarecer esta maraña es total y definitivamente satisfactorio. En efecto, no hay consenso sobre quien es el primer autor o el segundo o el tercero, y hay quien menciona un editor 2 , aunque sí es verdad que la mayoría de los lectores y críticos consideran a Cide Hamete Benengeli como primer autor, y a Cervantes como segundo, los dos, a la vez personajes activos dentro de la novela. El propósito de este trabajo no es el de tratar de esclarecer el misterio de cuántos autores hay, quiénes son, y cómo la persona que por fin entregó esta novela al vulgo, es decir Cervantes, enredó tanto esta madeja, sino más bien el por qué. Sin embargo, y a pesar de todo, este embrollo se presenta ante nosotros como un reto, como una aventura quijotesca, y por tanto nos lanzamos, como se lanzaba don Quijote, a tratar también de aclarar el quiénes, el cuántos, y el cómo para llegar, quizás de manera más convincente, al por qué. Si el primer autor, cuya narración se interrumpe en medio de la batalla con el vizcaíno, es en efecto Cide Hamete no está claro. Si lo fuera, eso querría decir que la historia del historiador arábigo se había traducido en parte (hasta la batalla con el vizcaíno) o en su totalidad con anterioridad, en cuyo caso la mayor parte (a partir de la batalla) había ido perdida. Es lógico suponer, sin embargo, que el uno y el otro son diferentes autores, cronistas o historiadores, ya que Cervantes (segundo o tercer autor o editor) nos dice que este autor, que parece ser la mayor o más calificada fuente de información, se disculpa por no hallar «más escrito destas hazañas de don Quijote» [I, 8]. Si este autor que se disculpa hubiese sido Cide Hamete, pues ya no existiría ninguna continuación. De cualquier modo, él es la principal fuente de información, ya que, a pesar de que existe «alguna diferencia en los autores que deste caso escriben» [I, 1] (es decir sobre el verdadero nombre del hidalgo), la información de éstos
1611 Revista De Historia De La Traduccion, 2009
DAIMON, 2007
Realidad y deseo en El Quijote: Una mirada metafísica desde Ortega JESÚS PONS (Universidad de Valencia) Resumen El objetivo de mi ponencia reside en el intento de abordar el problema de la «realidad» y el «deseo» en el Quijote desde una perspectiva orteguiana. A nuestro juicio, en la obra de Cervantes se encuentra toda una teoría de la realidad en la que aparecen como elementos esenciales el «deseo» entendido como búsqueda de lo «Absoluto», es decir, la pretensión de alcanzar lo «imposible» y, por otra parte, el deseo de ser otro, el deseo como afán de ser lo que todavía no se es. En la primera parte de mi ponencia analizaré algunos aspectos de la concepción de la realidad que aparece en las Meditaciones del Quijote de Ortega y su articulación en el Quijote, concreta-mente me centraré en las nociones de «superficie» y «profundidad», «patente» y «latente». Intentaré mostrar el origen de estas nociones y su papel en el pensamiento de Ortega. En la segunda parte analizaré los conceptos de realidad y apariencia para intentar mostrar que tal distinción es inexacta para comprender la actitud de D. Quijote respecto a la realidad y defenderé que la cuestión acerca de su locura es más compleja de lo que parece. Finalmente en la tercera parte abordaré el tema del deseo en relación con la visión de la «realidad como aventura» o juego. 1. «La realidad se dice de múltiples maneras» «Para nosotros lo real es lo sensible, lo que ojos y oídos nos van volcando dentro; hemos sido educados por una edad rencorosa que había laminado el universo y hecho de él una superficie, una pura apariencia. Cuando buscamos la realidad, buscamos las apariencias. Mas el griego entendía por realidad todo lo contrario: real es lo esencial, lo profundo y latente; no la apariencia, sino las fuentes vivas de toda apariencia…» 1 «Si apretamos un poco más nuestra noción vulgar de realidad, tal vez halláramos que no consideramos real lo que efectivamente acaece, sino una manera de acaecer las cosas que nos es familiar. En este vago sentido es, pues, real, no tanto lo visto como lo previsto; no tanto lo que vemos como lo que sabemos…La aventura quiebra como un cristal la opresora, insistente realidad. Es lo imprevisto, lo impensado, lo nuevo…». 2 1 José Ortega y Gasset.Meditaciones del Quijote. Ed. Espasa. Madrid. 2000, p. 86. 2 Íbid, p. 93.
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Revista Estudios, 2009
Clown Quijote de la Mancha, 2019
La salud mental es cosa de todos
Revista Cuadernos de Literatura, 2006
El hilo de la fábula, 2010
Philologia Hispalensis, 2004