2014
Se atribuye al periodista y novelista francés Jean-Baptiste Alphonse Karr el dicho popular "Plus ça change, plus c'est la même chose" que en una traducción libre equivaldría a "Más cambian las cosas, más son lo mismo". Si bien se emplea en un sentido pesimista, forzando su uso más extendido cabría proponer una lectura distinta y positiva que se fijaría más bien en cuánto la continuidad de esa determinada 'cosa' no se ve comprometida por los eventuales cambios que puedan sucederle. Quizá ayude a comprender mejor este giro que proponemos la célebre imagen metafórica empleada por Roland Barthes sobre los argonautas y su barco, el Argo: durante el largo viaje ordenado por los dioses, los argonautas van cambiando y reparando distintas piezas deterioradas del barco, de manera que cuando llegan a puerto es el mismo navío pero a la vez es totalmente distinto, sin que hubiera cambiado ni su forma ni su nombre. "El barco Argo nos resulta muy útil"-dice Barthes-"ya que nos proporciona la alegoría de un objeto eminentemente estructural, no creado por el genio, la inspiración, la determinación o la evolución, sino por dos modestas acciones (ajenas a cualquier tipo de mística de la creación): la sustitución (una parte reemplaza a otra, como un paradigma de la creación) y la nominación (el nombre no está en absoluto vinculado a la estabilidad de las partes): a fuerza de combinaciones realizadas en el interior de un mismo nombre, no queda nada del origen: Argo es un objeto cuya única causa es su nombre, cuya única identidad es su forma" 1 .