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EL CLAVO

Abstract

Figuras: JAEL ABDÍAS TAMAR BARAC FINEO RUBÉN SIMANEO DÉBORA* EL REY JABÍN MÚSICOS SOFONISA, su hermana UN CAPITÁN SÍSARA, capitán [SOLDADOS] [JORNADA P RIMERA] Salen Jael y Tamar, criada JAEL Ya no puedo caminar. TAMAR Y a descanso te convida aquesta fuente. JAEL ¡Ay, Tamar, que es símbolo de la vida 5 un correr y un mormurar! Ya son sus cristales fríos, ya furiosos, ya tardíos, ya por peñas, ya por prados, hasta que en el mar mezclados 10 pierden sus nombres los ríos. ¿ Qué es la muerte sino el mar adonde acaban las vidas? TAMAR La tuya debes guardar: si tus pesares no olvidas, 15 tú misma te has de acabar. ¡Mira ese valle florido, de sus flores guarnecido! JAEL Si a mí imitándome van presto se marchitarán. 20 Falte el sol, vendrá su olvido; que la fortuna crüel un mismo fin apresura y el mayor tormento en él. TAMAR Quien goza tanta hermosura, 25 ¿ por qué se queja, Jael? ¿ Qué importa que, con rigor, por pensión de tu valor te sea la suerte avara? P ues, al fin, traes en tu cara 30 el mayorazgo mayor. JAEL A Tamar nunca creí que era hermosa, aunque avisada del cristal -o espejo) fui, hasta verme desdichada, 35 que entonces lo presumí. TAMAR Siéntate. JAEL Llega a mi lado. Verde sitio, hermoso prado para aumentar mi tristeza. TAMAR Aumenta más su belleza 40 de los montes coronado. JAEL ¿ Qué tierra? TAMAR ¿ No infieres que no lo puedo saber? Más, al fin, preguntar quieres por ser del todo mujer 45 aunque a todas te prefieres. Sale[n] Fineo y Simaneo SIMANEO ¡Qué ligero el corzo va! FINEO Los cristales buscará desa fuente clara y fría. ¡Cosa tan cobarde cría 50 el disierto de Judá! SIMANEO Imposible es alcanzalle. Y más yo, que un topo soy. Atrás deja el verde valle. FINEO Y, en parte, corrido estoy 55 de herille y no alcanzalle SIMANEO A tan veloz animal seguille pudieras mal. Gente hay en la fuente. Espera. FINEO ¡Oh, qué felisce ribera! 60 ¡Ninfas beben su cristal! SIMANEO ¿ No es esta caza mejor, sin que se gasten las flechas? FINEO Antes me anima el temor, entre dudas y sospechas, 65 que las presume el amor. ¡Qué soberana belleza! A no saber con certeza que hay sólo un Dios, adorara a Venus en esta cara, 70 monstruo de naturaleza. SIMANEO ¿ P or cuál dices? FINEO Hablad vos, vista. Mis ojos pudieran. SIMANEO No los entiendo, ¡pardiós!, pues en tus ojos hubieran 75 lugar a un tiempo las dos. Donde hay lengua, ¿ para qué han de hacer los ojos fe? FINEO Advierte con más decoro cuánto resplandece el oro 80 si entre la plata se ve. SIMANEO P ienso que a la blanca humillas el corazón. FINEO Maravillas mira en el cristal ligero. SIMANEO P ues yo a la morena quiero 85 para hacella siguidillas. TAMAR Si Narciso quieres ser, bien puedes mirarte más. JAEL Mal me sabes entender. TAMAR Sé que embelesada estás. 90 Amor, ¿ te podrás tener? SIMANEO Llega, pues. TAMAR Gente ha llegado. ¡Qué cazador tan turbado! De la suspensión me admiro. ¡Mal acertaréis el tiro 95 con el arco desarmado! JAEL Si caluroso buscáis la fuente, llegad. FINEO No llego por saber que me engañáis: dieron vuestros ojos fuego 100 y agua con la voz me dáis; mas, si hubiera de llegar, agua pudiera tomar, cuando me he sentido arder, que, si no para beber, 105 sirviera para llorar. ¿ Quién eres, mujer divina? JAEL Una mujer desdichada que desterrada camina.