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SEVILLA ALMOHADE. pdf

SEVILLA ALMOHADE

Cuando a mediados del siglo XII el sueño almorávide experimentaba el final de una lenta agonía, tanto en el norte de África como en la península Ibérica, y comenzaban en al-Ándalus a recomponerse los reinos de taifas, una nueva doctrina de origen bereber se expandía de forma inexorable desde el Atlas marroquí, imponiendo una interpretación rigorista del Islam que revitalizaba el modelo laxo y decadente de sus predecesores. Aquel movimiento fundamentalista de raíz chiita, surgido en la región del Sus, fijó su primera capital en Tinmel hacia el año 1121 y, apenas tres décadas más tarde, derrotaba a los monjes-soldado almorávides para establecerse de forma definitiva en la imperial Marrakech. Para el reforzado ejército almohade se abrían entonces las puertas de un al-Ándalus en proceso de descomposición, formado por casi una veintena de pequeños estados gobernados por reyezuelos locales cuya conquista resultó, pese a algún que otro revés, relativamente rápida. Hacia el año 1172, se había completado una nueva unificación política del territorio musulmán peninsular, hasta el punto de poder organizar, incluso, alguna ofensiva contra los territorios cristianos. Los invasores norteafricanos habían conquistado la ciudad de Sevilla en el año 1148, y allí mismo, a orillas del Guadalquivir, fijaron su metrópoli andalusí dotando a la urbe de importantes infraestructuras y obras arquitectónicas, algunas de los cuales han llegado a nuestros días como testigos de aquel floreciente pasado. Décadas más tarde, concretamente en el verano de 1212, en la conocida batalla de las Navas de Tolosa, comenzaría el declive del imperio almohade. El ejército sarraceno fue derrotado por la poderosa coalición de tropas cristianas encabezada por Alfonso VIII de Castilla, junto al desfiladero de Despeñaperros, en las estribaciones de la parte oriental de Sierra Morena. La capital musulmana no caería definitivamente hasta la campaña de Fernando III en 1248, cuando el reino de Sevilla pasó a formar parte de la reforzada Corona de Castilla. Entre los vestigios que dejaron los almohades en la monumental ciudad hispalense, cabe destacar tanto los edificios civiles como religiosos. La arquitectura almohade obedecía de manera prioritaria a una cuidada estrategia militar defensiva. Por esa razón, vamos a desarrollar en este trabajo las diversas remodelaciones que la ciudad de Sevilla tuvo durante el periodo almohade.  Inglés: When in the middle of the 12th century the Almoravid dream experienced the end of a slow agony, both in North Africa and in the Iberian Peninsula, and in al-Andalus the Taifa kingdoms began to recompose themselves, a new doctrine of Berber origin expanded inexorably from the Moroccan Atlas, imposing a rigorist interpretation of Islam that revitalized the lax and decadent model of its predecessors. That fundamentalist movement of Shiite roots, which arose in the region of the Sus, established its first capital in Tinmel around 1121 and, barely three decades later, defeated the Almoravid soldier-monks to establish itself definitively in imperial Marrakech. For the reinforced Almohad army, the gates of an al-Andalus in process of decomposition were opened, formed by almost twenty small states governed by local kinglets whose conquest was, in spite of some setbacks, relatively fast. By the year 1172, a new political unification of the Muslim peninsular territory had been completed, to the point of being able to organize, even, some offensive against the Christian territories. The North African invaders had conquered the city of Seville in 1148, and there, on the banks of the Guadalquivir, they established their Andalusian metropolis, endowing the city with important infrastructures and architectural works, some of which have survived to the present day as witnesses of that flourishing past. Decades later, specifically in the summer of 1212, in the famous battle of Navas de Tolosa, the decline of the Almohad empire began. The Saracen army was defeated at Navas de Tolosa by the powerful coalition of Christian troops led by Alfonso VIII of Castile, near the gorge of Despeñaperros, in the foothills of the eastern part of Sierra Morena. The Muslim capital would not fall definitively until the campaign of Fernando III in 1248, when the kingdom of Seville became part of the strengthened Crown of Castile. Among the vestiges left by the Almohads in the monumental city of Seville, it is worth mentioning both civil and religious buildings. Almohad architecture obeyed as a priority a careful defensive military strategy. For this reason, we are going to develop in this work the various remodeling that the city of Seville had during the Almohad period. Córdoba cayó en 1149, al año siguiente los caudillos de Beja, Évora, Niebla, Jerez y Ronda presentaron su sometimiento, tras haberse insubordinado al creer que el poder almohade en el Magreb se había debilitado, entre el 1151 y1153 cayeron Guadix, Málaga y Granada, entre 1157 y 1158 cayó el Algarve, a la par (año 1157) que tomaron Baeza, Úbeda y Almería. En 1169 cayó Jaén, después de una difícil pugna por ella, habida cuenta de la ayuda que prestó Ibn Mardanish-que siguió dominando el Levante hasta 1172, no completándose el dominio almorávide hasta la conquista de las Baleares, al filo del siglo XIII 12 . Fue el ya citado general Barraz, también citado en la cronística como Abu Ishaq ibn Muhammad al-Masufí, junto a otros jefes rebeldes de Évora, Niebla, Santarém y el Algarve quienes el 17 de enero de 1147 tomaron Sevilla, tras haber sometido previamente la zona del Aljarafe 13 . La mayor parte de la población afecta a los almorávides huyó a Carmona, pero bastantes fueron capturados y ejecutados, entre ellos el alfaquí Abu Umar al-Niyaqi y 'Abd Allah, hijo del cadí Abu Barr al-Arabi 14 . Los almohades fueron ocupando la ciudad y el antiguo palacio de al-Mutamid, pero pronto surgieron problemas, concretamente tras la llegada a Sevilla de ciertos personajes de importancia, pues eran dos hermanos y un primo de Ibn Tumart, acompañados por las tropas que habían sometido el territorio. Aquéllas, fueron alojadas en el barrio intramuros de al-Yabana, cerca del alcázar, pero los soldados cometieron importantes destrozos en sus casasalgunas las convirtieron en establos y a otras les quemaron los techumbres-y tal actuación generó entre la población sevillana cierto descontento y malestar 15 . Las órdenes del califa de Marrakech emitidas en agosto de 1148 dan idea de los abusos cometidos: se prohibía a los gobernadores extralimitarse en el uso de sus funciones, se les encomendaba el mantenimiento de la justicia y la observancia de la ortodoxia religiosa, se prohibieron todo tipo de impuestos ilegales, como las alcabalas, las tasas, y otras contribuciones no prescritas por ley y que ya habían establecido los almorávides en sus últimos años. Pero los abusos hubieron de ser realmente muy graves y no se pudo evitar una oleada de revueltas tanto en el oeste de al-Ándalus como en Sevilla, donde se intentó