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Arquitectura para una exposición: Barcelona 1929

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Abstract

El artículo reflexiona sobre los proyectos urbanísticos y arquitectónicos ejecutados para la Exposición Internacional de 1929, analizando el programa oficial y las actuaciones privadas, revisando los parámetros de la arquitectura de vanguardia y la arquitectura tradicional, al tiempo que se plantean los orígenes y las causas que generaron la convivencia de tendencias tan opuestas. The present article is a reflection on the architectural and urban projects carried out for the 1929 International Exposition, analyzing both the official programme and private activity, through a revision of the parameters used in traditional and avant-garde architecture. At the same time, the origins and causes that led to the coexistence of such opposed tendencies are discussed. * * * * * Si en la actualidad se preguntara cuales son los emblemas arquitectónicos de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 la respuesta que obtendríamos sería inmediata: «El Pabellón de Mies». Esta afirmación apuesta por un mito de la modernidad sin pensar que el pabellón actual es una reconstrucción que reproduce el de 1929. Pero quizá la pregunta es más compleja. De todo el conjunto construido ¿el pabellón alemán era el único edificio moderno? La respuesta usual es afirmativa, argumentando que se trataba del único edificio representativo del movimiento moderno y, por tanto, el único a mencionar. Un análisis reflexivo pone de relieve otros aspectos importantes: Si bien Mies van der Rohe partía de conceptos y principios compositivos tradicionales-su mirada permanente hacia Schinkel-para llegar a la modernidad, un Puig i Cadafalch desde su modernidad estructural retornaba a la tradición mediante el acabado escénico. Paradoja paradigmática de las contradicciones de las que surge el debate alrededor de dos palabras, tradición y modernidad. Una mirada retrospectiva a los años 1920 conduce a los proyectos de rascacielos de acero y cristal que Mies proyectó para la Friedrichstrasse

Key takeaways

  • ; un pabellón del que en su momento tan sólo dos personas, un crítico y un arquitecto, elogiarían como la única muestra de modernidad de la exposición 1 y que se convertiría en uno de los hitos de la arquitectura de vanguardia.
  • Pero lo que interesa destacar es el acceso a la ciudad a través de la estación término del ferrocarril 7 -que resultaba obsoleta e incapacitada para atender las necesidades de su funcionamiento-en lo que supone de enlace con la arquitectura de la exposición.
  • Cruce de tres amplias avenidas, su solución como espacio circular definido por un triángulo central, visiblemente marcado por la fuente proyectada por Josep M. Jujol, demostraba un urbanismo más integrado, no siendo así en cuanto a su arquitectura, cuyos proyectos en los edificios pabellones situados en la entrada a la exposición apostaban por el clasicismo y la tradición, mientras que el diseño de los edificios destinados a hoteles, con fachadas de ladrillo de cara vista, daba una nota más cercana a ciertos principios de la vanguardia, especialmente el precepto loosiano de eliminación de elementos decorativos superfluos manifestando la pura arquitectura en su desnudez.
  • En contrapartida, el pabellón alemán, que se levantó exclusivamente como la mejor de las tarjetas de visita de un país que quería demostrar poder y contundencia económica, desmontado en 1930 por su innecesaria presencia al finalizar la Exposición se recupera en 1986 como lección de arquitectura.
  • Al iniciar este artículo nos preguntábamos qué había sido de la exposición de las Artes Decorativas, celebrada en París en 1925, y de la colonia Weissenhof construida en Stuttgart en 1927.