2002, Catedra Nova
En este trabajo presentamos algunos ejemplos que ponen de manifiesto las grandes interacciones de la ciencia con el arte, la religión, la filosofía, la literatura, etc., y las contribuciones de los científicos a las mismas finalizando con el análisis de la situación de las dos culturas en nuestro país. INTRODUCCIÓN Desde 1959, año de la publicación del libro "Las dos culturas y la revolución científica" de C.P. Snow, es un tópico referirse a la aparición en occidente de dos culturas, la de los científicos y los técnicos, y la de los humanistas, con problemas de comunicación entre ellas. Algunos "humanistas" se consideran cultos ignorando la ciencia, otros hablan de la incultura de los científicos, es decir, implícitamente están diciendo que la ciencia y la tecnología no deben considerarse cultura. Esto revela toda una concepción de la cultura que se pone de manifiesto en muchos libros de Historia. No deja de ser curioso que en ellos se ordene o secuencie la prehistoria a partir de los materiales con los que los hombres confeccionaban sus instrumentos y de las técnicas o procesos que usaban para elaborarlos (paleolítico, neolítico, edad de bronce, de hierro), pero cuando empiezan la historia (a partir de la escritura) se olvidan de la tecnología y, aún más, de la ciencia. Es decir, olvidan la cultura material, limitándose a lo que se considera "alta" cultura, es decir, la historia del arte, de la literatura, de la filosoña, de las religiones, etc. Por ello, el primer objetivo de este trabajo es no tanto mostrar que sin la ciencia y la tecnología es difícil comprender el pasado y aún menos el presente, como poner de manifiesto las grandes interacciones de la ciencia con el arte, la religión, la filosofía, la literatura, etc., y las contribuciones de los científicos a las mismas mediante una serie de ejemplos. El segundo es analizar la situación de las dos culturas en nuestro país.