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Mucho contribuyó a la leyenda negra de la dictadura de Batista aquella narrativa que en los años sesenta recreó la lucha antibatistiana en las ciudades. En "El torturado" (Días de guerra, 1967) Julio Travieso relata, por ejemplo, una sesión de tortura a un militante de la clandestinidad, a partir de las declaraciones de los policías involucrados, que han sido arrestados tras el triunfo de la Revolución. Luego de representar de manera extremadamente gráfica el sadismo de los sicarios, el cuento termina con la condena al principal de ellos "a la pena máxima… La Habana, 10 de enero de 1959." Aquí, la violencia 'blanca' de la justicia popular contrasta con la perversidad de las torturas; rápida, la muerte por fusilamiento se opone a la horrible muerte sufrida por el muchacho del cuento. Todo ello viene a representar una clausura y un nuevo comienzo, la partición de aguas entre la violencia ilegítima de la satrapía y la justicia del pueblo soberano.
El texto reproduce, con alguna ligera variación, la ponencia presentada por el autor al encuentro internacional «Marx e la storia». Este encuentro se desarrolló entre los días 6 y 8 de octubre de l983, en el Palacio de Congresos de la República de San Marino.
Políticas de la Memoria, 2005
Mez cla de pan fle to po lí ti co exal ta do y do cu men to que bus caba orien tar la ac ción de la mi li tan cia, "Mo ral y Pro le ta ri za ción" es un do cu men to bre ve pe ro elo cuen te de las po si cio nes que te nía el PRT-ERP en los pri me ros '70 so bre la vi da co ti dia na y la mo ral re vo lu cio na ria. Pu bli ca do en la re vis ta La Ga vio ta Blinda da, que edi ta ban los mi li tan tes del PRT de te ni dos en la cárcel de Raw son ha cia 1972, el tex to cons tru ye una do ble desti na ción. Por un la do un des ti na ta rio po si ti vo: los mi li tan tes de la or ga ni za ción, por otro una se rie de an ta go nis tas que, si bien es tán ex clui dos de los va rios co lec ti vos de iden ti fi ca ción que se van a di bu jar a lo lar go de los dis tin tos ar gu men tos des plega dos, son los que sos tie nen la di men sión po lé mi ca del tex to. Ade más, tam bién en el pla no del enun cia do, es po si ble apreciar que en el tex to se en tre cru zan com po nen tes des crip ti vos, di dác ti cos, pres crip ti vos y pro gra má ti cos. 1
Lope de Rueda, 13 MADRID CONTENIDO Fue publicado este libro por VEIUENFEI D AND NICOLSON, Londres, 1962 con el título THE AGE OF REVOLUTION Lo tradujo al castellano Barreiro, jose Luis.
Artículo sobre la filosofía de León Rozitchner publicado en la revista Ideas de izquierda 13, septiembre 2014
Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña, 2019
reaparece la pintura en un mercado de arte en Hamburgo, fue comprada por el coleccionista Otto Christian Gaedechens quien posteriormente la donó a la ciudad en 1846. Por último, llegó al Museo de Bellas Artes de Hamburgo (Kunsthalle, Hamburg) en 1868, lugar donde permanece hasta el día de hoy. Tres personajes se encuentran en la composición. En el centro un ángel, que representa a Francia; en el lado derecho, una mujer que representa la libertad (o la república), y al lado izquierdo, una representación de la muerte. La distribución tiende a hacernos pensar que es el observador quien debe elegir una de las dos opciones, pero debido a los elementos que contiene la pintura, por ejemplo, una corona de laureles en el caso de la muerte, se trata más bien de un camino trazado hacia la libertad para una muerte gloriosa. Si bien no se trata de una pintura masónica, sí comparte el lenguaje alegórico con el que la francmasonería se dotó de un imaginario simbólico. Además, debido al tema del monográfico, la revolución, la pintura es particularmente atingente.
Peor crimen que el asalto de un banco es la fundación de un banco.
Resumen Sobre la base de algunas distinciones propuestas por Jon Elster, en este artículo examinamos los mecanismos retóricos de hipocresía utilizados en las grandes revoluciones burguesas y en el dispositivo teórico rawlsiano. Primero, exponemos los mecanismos hipócritas descriptos por Elster para el caso de las revoluciones norteamericana y francesa, haciendo hincapié en el velo sobre la igualdad. En segundo lugar, analizamos cómo este mecanismo de ocultamiento es utilizado – quizás inconscientemente– por John Rawls. Así, mostramos cómo se produce una especie de juego con dos velos: el velo de la ignorancia que oculta las desigualdades en la posición original, y el velo sobre la igualdad que permite desigualdades económicas y sociales injustificadas. Tercero: a partir del concepto de " hipocresías defensivas " , examinamos las respuestas de G.A. Cohen a las estrategias argumentativas de Rawls y ponemos énfasis en la eficacia de la argumentación ad hominem para impugnar la justificación de las desigualdades y el uso del velo sobre la igualdad en la teoría rawlsiana.
En el famoso Prefacio a la Contribución a la Crítica de la Economía Política , en un texto de marcado platonismo militante, Marx declaraba de forma rotunda:
Rafael de la Vega y Jorge Pérez de Tudela Trotta, Madrid 288 pp. 19 € Como el ángel de la Historia de Walter Benjamin, obligado a mirar hacia «una sola catástrofe, que acumula sin tregua ruina sobre ruina», también nosotros, testigos amedrentados de un nuevo milenio que promete escenarios desconocidos y pavorosos, permanecemos inmóviles al fijar hacia atrás un passé que ne passe pas . Este pasado que no consigue pasar y sobre el que tenemos fijada constantemente la mirada es la tragedia ideológica del siglo XX: el encuentro titánico del Rojo y el Negro[2] marca y fija la identidad del pasado siglo, convirtiéndolo en la época de los extremos[3], un nuevo siglo de hierro, una suerte de remake en grande de la Guerra de los Treinta Años, una inédita guerra civil europea . Es cierto que hemos dejado de estar seguros de que la tempestad que instiga el ángel de la Historia hacia el futuro, el conocido como progreso, sople desde el paraíso; y más bien sospechamos que el Dios cartesiano, un Dios hipotéticamente burlón, nos ha gastado una broma, y que aquélla sopla desde el infierno. Sobre todo, albergamos dudas a la hora de encontrar razones históricas del horror totalitario, de ese dérapage ideológico que, según François Furet, nace y muere en la ilusión . Y como si de la boca abierta de par en par del ángel de la Historia, contado por Benjamin y luego pintado por Paul Klee, no salieran más palabras adecuadas para narrar el drama o, como suele decirse hoy, el trauma[6] del siglo pasado; sólo la Memoria sería capaz de ofrecer, si no una explicación, sí al menos un rito purificador, un alivio colectivo, un recomponerse parcialmente del dolor. Así, en los periódicos, en los medios de comunicación, en la opinión pública, es difícil encontrar un camino de comprensión que no sea el de la identificación. Y, sin embargo, dado que la historia -como ha reconocido también Francis Fukuyamano ha concluido del todo[7], y dado que los conflictos y los conflictos violentos del futuro serán seguramente diferentes (aunque no por ello menos espantosos) de los anteriores, orientarse en el siglo XXI significa ineluctablemente tomar distancia respecto del siglo XX, hacerlo «pasar» finalmente y, por tanto, comprenderlo. De entre las grandes interpretaciones de la tragedia del siglo XX, Kritik und Krise, el primer libro (1959) del historiador y filósofo alemán Reinhart Koselleck, fallecido en 2006, sigue siendo uno de los más penetrantes y sugerentes. Derivado de una tesis guiada por Carl Schmitt, el libro es una meditación sufrida y dolorosa y, al mismo tiempo, una poderosa construcción intelectual. En pocas palabras, un clásico. Ha hecho bien, por tanto, la editorial Trotta en recuperarlo, con una nueva edición excelentemente preparada y con un brillante prólogo de Julio Pardos; una edición, además, que cuenta con el plus de incluir a modo de apéndice la voz «Crisis» escrita por Koselleck para su famoso Léxico de conceptos históricos fundamentales, la obra que le llevó toda una vida. Y como sucede con todos los clásicos de la historiografía, la importancia de este Página 1 de 4
Lo que sigue es el prólogo de mi último libro Tango y política. Sexo, moral burguesa y revolución en Argentina. Será publicado por Editorial Ariel y su salida está prevista para abril de 2016. Buena parte de este trabajo es producto del curso virtual Historia Social y Política del Tango Argentino que dicto en FLACSO argentina. http://flacso.org.ar/formacion-academica/historia-social-y-politica-del-tango-argentino/
A través de este texto se realiza un análisis sobre un punto clave de la Revolución Francesa, coyuntura que la convirtió en un movimiento trascendió las fronteras del tiempo y del espacio. Marcando 1792 como el momento donde cambió por completo la estructura del proceso se hace un acercamiento más a esta época tan trabajada ya.
Areas Revista Internacional De Ciencias Sociales, 1982
Re-presentaciones. Periodismo, comunicación y sociedad, 2022
From the theatrical representation of the modern revolution, we try to question the economimesis that supplies the various representations of revolutionary and insurrectional processes. More than sustaining a substantive difference between the two, we show how a hermeneutic operation is always exerted to justify their difference in nature and value. This differentiation is based on a certain onto-mimetology, that is, on certain understanding of historicity anchored to the determinants of the modern sovereign theater, which is articulated by the figures of the national State, the community, the question of belonging, and the common destiny of the people. Said sovereign theater works according to a specular-spectacular model that betrays the co-belonging of state and popular sovereignty, which in turn defines the framework (or scenario) of western aesthetic and political modernity.
Regeneración, 2023
A manera de memoria se hace una lista de anécdotas que pretende recordar la bondad y aprendizajes obtenidos del historiador Adolfo Gilly cuando en 2023 falleció.
2020
En este artículo se analizan algunos aspectos teóricos e ideológicos que determinaron que las vanguardias artísticas se comprometieran en la construcción y el desarrollo de lo que Jean Francoise Dupuis (2004) ha llamado «estética radical», con el objetivo de mostrar que conceptos como utopía y revolución se vuelven fundamentales para poder entender el modo en el que las vanguardias de principios del siglo entendieron tanto su labor artística como su función social y política. Para ello, se reflexiona acerca del concepto de utopía y las problemáticas que encierra esta noción; se considera que este modelo utópico estuvo fuertemente vinculado a la idea clásica de revolución, la cual estaba inserta en el imaginario de las vanguardias artísticas. Por último, se analizan diferentes enfoques sobre el realismo con la idea de poder esbozar una reinterpretación del concepto de utopía.
2022
Para la ocasión, unos versos escritos por el poeta comunista senegalés Leopold Séder , titulado Querido hermano blanco, nos brinda algunas pistas para ilustrar mejor lo que venimos afirmando en torno al rol de la vista, del color, en la estructuración del Otro, tomando como argumento la mencionada expresión Gente de color. "Cuando yo nací, era negro. Cuando crecí, era negro. Cuando me da el sol, soy negro. Cuando estoy enfermo, soy negro. Cuando me muera, seré negro. Mientras tanto, tú, hermano blanco, Cuando naciste, eras rosado. Cuando creciste, fuiste blanco. Cuando te da el sol, eres rojo. Cuando sientes frío, eres azul. Cuando sientes miedo, eres verde. Cuando estás enfermo, eres amarillo. Cuando mueras, serás gris. Así pues, de nosotros dos, ¿Quién es el hombre de color?" (Sénder, 2012.30.04.) Cuando el común de las personas menciona la expresión Gente de color, en primer lugar, simplemente evidencia la naturalización de lo natural, la espiritualización de lo espiritual, del Otro, del cual nos venimos refiriendo. En segundo lugar, está exteriorizando un racismo puro y duro. Que sea consciente o no es un acápite que tiene su explicación en el poder de la ideología imperante. En la fuerza de la cultura dominante. Es el racismo estructurado, oficializado, extendido, aceptado y normalizado. El Otro, la Gente de color, el Negro, es naturalizado sin ser natural en la naturaleza humana. El Otro, la Gente de color, el Negro, es espiritualizado sin ser espiritual en el espíritu humano. A esta construcción ideológica se enfrentan los que desean de-construir este acertijo ideológico. La naturalización, la espiritualización, ha llegado al nivel de afirmar que aquella persona que dice algo, valorado como incorrecto, a la otra persona, la está denigrando. La transporta hacia los linderos de lo negro. La ha degradado como persona al tiznar su reputación. La ha manchado acercándolo al límite más oscuro. Por el contrario, blanquear es la acción de elevar su condición social-cultural y hasta "racial". En otras palabras, lo oscuro ha sido ascendido hasta los linderos de lo claro. El blanqueado se ha purificado como persona al despercudirse de su antigua pigmentación de piel. Estos dos extremos, estos dos adjetivos, negro-blanco, al paso del tiempo han sido verbalizados. Denigrar-blanquear. Con dicha acción se le confiere más profundidad, mayor horizonte, a estas expresiones en el habla cotidiana. Lo real es que, denigrar-blanquear, no sólo se reduce a un juego de imágenes psicológicas. No sólo es un intercambio de representaciones mental-cultural. Es un hecho real y concreto. Aquí es cuando entra a tallar el poder en general. Las personas leídas, representadas, como blancas sin poder,
www.aporrea.org/actualidad/a294918.html, 2020
Me llamó la atención la convocatoria que hizo Ramón Grosfoguel, filosofo de la Universidad de California y figura central de la escuela decolonial de Caracas, a la necesidad de "conservar la unión entre los revolucionarios" de cara a las elecciones parlamentarias de diciembre del 2020 en Venezuela. En su videoconferencia comparaba la situación actual con la ocurrida en Grenada antes de ser invadida por el gobierno de Estados Unidos. Según el ejemplo aludido, los revolucionarios grenadinos incurrieron en diferentes errores. Primero se consumieron en vendettas personales que llevaron hasta al asesinato del líder del proceso a manos de uno de sus camaradas. Seguidamente, Grosfoguel presentó ejemplos de la forma como el imperio pone a circular falsos rumores, como en el caso de Las Panteras Negras en EEUU, para generar divisiones internas que facilitaron la destrucción de esta organización por parte del estado racista. Según Grosfoguel es imperativo superar todo tipo de personalismos para no dividir el campo revolucionario antiimperialista, y así preservar el carácter referencial de la revolución Bolivariana en Latinoamérica. Por supuesto que es muy válido el llamado de atención que hace Grosfoguel como intelectual internacional militante del proceso bolivariano. Pero aquí Grosfoguel parece desconocer las particulares circunstancias por las que atraviesa el proceso en este momento. Es más, me atrevo a decir que su propio llamado está siendo usado por las constelaciones más colonialistas enquistadas dentro del proceso bolivariano. Es decir, Grosfoguel con su comentario se convierte en promotor de la llamada "burguesía revolucionaria" que sórdidamente anda exigiendo unidad para descalificar las criticas que le lanza la base chavista por su deslinde del ideario y las prácticas de Chávez. Y es una pena que los pensadores de la escuela decolonial que siguen a Grosfoguel en Caracas no se sinceren en ese análisis, y que en su lugar se dediquen a discusiones contemplativas sobre la historia latinoamericana, sin aterrizar en la realidad venezolana, y desde la perspectiva de las elites – de la izquierda y de la derecha. En cuanto a lo decolonial le pregunto a Ramón Grosfoguel, y a los compas que se reúnen a leer sobre decolonialismo en la escuela de Caracas, qué opinan de Wilmar Castro Soteldo y del concepto de "Burguesía Revolucionaria", el concepto que recientemente se ha izado como la nueva bandera de la administración del gobierno de Maduro. Esta ‘unidad’ a la que Grosfoguel llama implica desplazar al proletariado racializado de ser el sujeto histórico que ha guiado a la revolución bolivariana. Para casi nadie es algo nuevo que el imperio se expresa mediante los testaferros de la derecha colonial, racista y tradicionalmente apátrida. Pero la unidad como se está planteando, desde arriba y por los de arriba para favorecer sólo a los de arriba, sólo funciona para profundizar el asalto que las fuerzas de la llamada "burguesía revolucionaria" le están dando al proceso chavista en este que es el gobierno de Nicolás Maduro. Lo que hay que preguntarse es para qué esa unidad, y si esa unidad puede sumar a la hegemonía del proyecto revolucionario. Si así fuere, la campaña electoral a la asamblea nacional sonaría así: vote por los candidatos que van a seguir la construcción del estado comunal, COMUNA O NADA! Pero no. La consigna es vote por los que dijimos, con la esperanza de que los verdaderos voceros comunales se muevan como gariteros a arrear los votos como si la masa chavista fuese un rebaño de ganado político. En la coyuntura electoral del momento es evidente que el gobierno, más que amplia participación proletaria, quiere garantizar una amplia participación burguesa. El objetivo es restituir la legitimidad del estado venezolano en la comunidad de naciones liberales burguesas. Esa es una visión plenamente válida para mantener la hegemonía liberal y burguesa, pero la pregunta es si esta visión es decolonial, en especial cuando se dificulta la participación de las fuerzas de la izquierda distinta de las del PSUV. Me parece que el proyecto se acerca cada vez a un retorno al puntofijismo. Lo que sostiene Grosfoguel en la práctica significa que para mantener la unidad contra el imperio es necesario votar por el racismo camuflado en el burgués ‘revolucionario’ que desde el estado le quita las tierras a los comuneros para devolverlas a los latifundistas de siempre. Significa votar por el intelectual oportunista y acrítico, por el analista de la televisión estatal que se gasta entre dos y cuatro horas, a veces hasta más por programa, para verlo todo dogmáticamente desde arriba y con sus amigos de arriba. Y el pueblo proletario, negro, indio, mulato, zambo que ciertamente nunca es invitado como interlocutor a los estudios de televisión, y ese pueblo para cuando!? Grosfoguel se refiere a la revolución bolivariana como un referente continental, pero en su análisis decolonial todavía no desmenuza las fuerzas al interior de la revolución? La revolución no es un conglomerado monolítico, sino un espacio de construcción colectiva cotidiana. Esquivar un análisis sobre las fuerzas que la conforman con un análisis facilista de las fuerzas por el poder desde arriba no ayuda mucho en la actual situación. Del giro decolonial se requiere cómo éste interpreta el conflicto histórico por el que atraviesa la revolución bolivariana en este momento. Y aquí no hablo de estar en crisis con el imperio y la burguesía, sino de la crisis del gobierno de Maduro con el proletariado históricamente excluido del poder. Que Grosfoguel nos da a entender que es un militante antiimperialista por desgracia no es suficiente para descolonizar las prácticas electorales vigentes. De su labor intelectual, y la de todos los intelectuales orgánicos que luchamos por una Venezuela descolonizada, se requiere mucho más que pánicos y llamados unionistas. Se requiere un análisis de cuáles son las fuerzas en contienda y cómo a la luz de mecanismos de dominación, desde el tiempo en espacios de televisión estatales, hasta la distribución de alimentos mediante los CLAP, estas fuerzas construyen hegemonías que o reafirman el ideario del estado comunal o lo suplantan por el ideario de la "burguesía revolucionaria". Lo que urge entonces es discutir sinceramente cómo el giro decolonial puede profundizar la revolución más que ayudar al gobierno de turno a salir del atolladero en el que se encuentra. Finalmente creo que la escuela de Grosfoguel en Caracas le deben explicar al público venezolano en qué consiste su metodología de trabajo. ¿Cuál es su base de prácticas para entrar en contacto con las versiones subalternas? No todo puede girar en torno a monólogos presentados en las alturas de los estudios de la televisión nacional. Puede que estas versiones sean antiimperialistas, pero ¿de qué forma representan un giro realmente decolonial? Por eso la pregunta para esta escuela es desde cual estructura comunal hoy están escuchando las historias populares para llamar a la unidad de los revolucionarios y defender las visiones subalternas del pueblo proletario ante este gobierno que se propone ser decolonial? Aquí pareciera que los pensadores decoloniales de la escuela de Grosfoguel tratan de sacar al país de las llamas del decolonialismo guarimbero de Edgardo Lander. Pero por ausencia de rizomas o hilos capilares que los conecten con el verdadero proletariado venezolano lo están empujando a las brasas de la nueva burguesía revolucionaria. Una burguesía al final, de la que Chávez decía, "Mas nunca volverán!".
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