2019
Esta obra de Alessandro Ballabio nos vuelve a llevar por los pasajes canónicos de la fenomenología de la percepción —como lo había hecho en una obra precedente, que sirve de trasfondo o fuente de la presente—; pero, como ya lo insinué, lo hace en función de ponernos ante la evidencia de los caminos que se abren, toda vez que se asuma la era de la técnica —al fin y al cabo, ésta es una de las temáticas en que el autor ha centrado su interés en los últimos años—. Sólo que el encuentro, en este trayecto, con la individuación —sí, por vía de la obra de G. Simondon; pero ante todo como cosa misma de la investigación fenomenológica— lo lleva más allá del canon, de la exposición escolar. (Prólogo, p. 16)