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1 Runa: verso, poema y fórmula mágica 2 Luonnótar significa "Hija de la Naturaleza". Ilma es la personificación del aire.
El encéfalo está ubicado en la cavidad craneana (dentro de la cabeza) y se ocupa de las funciones voluntarias. Es la parte superior y de mayor masa del sistema nervioso central (SNC).
poema épico Finlandés que describe parte de la cultura finesa y nórdica
Figuras: JAEL ABDÍAS TAMAR BARAC FINEO RUBÉN SIMANEO DÉBORA* EL REY JABÍN MÚSICOS SOFONISA, su hermana UN CAPITÁN SÍSARA, capitán [SOLDADOS] [JORNADA P RIMERA] Salen Jael y Tamar, criada JAEL Ya no puedo caminar. TAMAR Y a descanso te convida aquesta fuente. JAEL ¡Ay, Tamar, que es símbolo de la vida 5 un correr y un mormurar! Ya son sus cristales fríos, ya furiosos, ya tardíos, ya por peñas, ya por prados, hasta que en el mar mezclados 10 pierden sus nombres los ríos. ¿ Qué es la muerte sino el mar adonde acaban las vidas? TAMAR La tuya debes guardar: si tus pesares no olvidas, 15 tú misma te has de acabar. ¡Mira ese valle florido, de sus flores guarnecido! JAEL Si a mí imitándome van presto se marchitarán. 20 Falte el sol, vendrá su olvido; que la fortuna crüel un mismo fin apresura y el mayor tormento en él. TAMAR Quien goza tanta hermosura, 25 ¿ por qué se queja, Jael? ¿ Qué importa que, con rigor, por pensión de tu valor te sea la suerte avara? P ues, al fin, traes en tu cara 30 el mayorazgo mayor. JAEL A Tamar nunca creí que era hermosa, aunque avisada del cristal -o espejo) fui, hasta verme desdichada, 35 que entonces lo presumí. TAMAR Siéntate. JAEL Llega a mi lado. Verde sitio, hermoso prado para aumentar mi tristeza. TAMAR Aumenta más su belleza 40 de los montes coronado. JAEL ¿ Qué tierra? TAMAR ¿ No infieres que no lo puedo saber? Más, al fin, preguntar quieres por ser del todo mujer 45 aunque a todas te prefieres. Sale[n] Fineo y Simaneo SIMANEO ¡Qué ligero el corzo va! FINEO Los cristales buscará desa fuente clara y fría. ¡Cosa tan cobarde cría 50 el disierto de Judá! SIMANEO Imposible es alcanzalle. Y más yo, que un topo soy. Atrás deja el verde valle. FINEO Y, en parte, corrido estoy 55 de herille y no alcanzalle SIMANEO A tan veloz animal seguille pudieras mal. Gente hay en la fuente. Espera. FINEO ¡Oh, qué felisce ribera! 60 ¡Ninfas beben su cristal! SIMANEO ¿ No es esta caza mejor, sin que se gasten las flechas? FINEO Antes me anima el temor, entre dudas y sospechas, 65 que las presume el amor. ¡Qué soberana belleza! A no saber con certeza que hay sólo un Dios, adorara a Venus en esta cara, 70 monstruo de naturaleza. SIMANEO ¿ P or cuál dices? FINEO Hablad vos, vista. Mis ojos pudieran. SIMANEO No los entiendo, ¡pardiós!, pues en tus ojos hubieran 75 lugar a un tiempo las dos. Donde hay lengua, ¿ para qué han de hacer los ojos fe? FINEO Advierte con más decoro cuánto resplandece el oro 80 si entre la plata se ve. SIMANEO P ienso que a la blanca humillas el corazón. FINEO Maravillas mira en el cristal ligero. SIMANEO P ues yo a la morena quiero 85 para hacella siguidillas. TAMAR Si Narciso quieres ser, bien puedes mirarte más. JAEL Mal me sabes entender. TAMAR Sé que embelesada estás. 90 Amor, ¿ te podrás tener? SIMANEO Llega, pues. TAMAR Gente ha llegado. ¡Qué cazador tan turbado! De la suspensión me admiro. ¡Mal acertaréis el tiro 95 con el arco desarmado! JAEL Si caluroso buscáis la fuente, llegad. FINEO No llego por saber que me engañáis: dieron vuestros ojos fuego 100 y agua con la voz me dáis; mas, si hubiera de llegar, agua pudiera tomar, cuando me he sentido arder, que, si no para beber, 105 sirviera para llorar. ¿ Quién eres, mujer divina? JAEL Una mujer desdichada que desterrada camina.
El calamar opta por su tinta Más ocurrió en este pueblo en los últimos días que en el resto de su historia. Para medir como corresponde mi palabra recuerden ustedes que hablo de uno de los pueblos viejos de la provincia, de uno en cuya vida abundan los hechos notables: la fundación, en pleno siglo XIX; algo después el cólera –un brote que felizmente no llegó a mayores-y el peligro del malón, que si bien no se concretaría nunca, mantuvo a la gente en jaque a lo largo de un lustro en que partidos limítrofes conocieron la tribulación por el indio. Dejando atrás la época heroica, pasaré por alto tantas otras visitas de gobernadores, diputados, candidatos de toda laya, amén de cómicos y uno o dos gigantes del deporte. Para morderme la cola concluiré esta breve lista con la fiesta del Centenario de la Fundación, genuino torneo de oratoria y homenajes. Como he de comunicar un hecho de primer orden, presento mis credenciales al lector. De espíritu amplio e ideas avanzadas, devoro cuanto libro atrapo en la librería de mi amigo el gallego Villarroel, desde el doctor Jung hasta Hugo, Walter Scott y Goldoni, sin olvidar el último tomito de Escenas matritenses. Mi meta es la cultura, pero bordeo los " malditos treinta años " y de veras temo que me quede por aprender más de lo que sé. En resumen, procuro seguir el movimiento e inculcar las luces entre los vecinos, todos bellas personas, platita labrada, eso sí muy afectos a la siesta que hereditariamente acunan desde la edad media y el oscurantismo. Soy docente –maestro de escuela-y periodista. Ejerzo la cátedra de la péndola en modestos órganos locales, ora factotum de El Mirasol (título mal elegido, que provoca pullas y atrae una enormidad de correspondencia errónea, pues nos tomas por tribuna cerealista), ora de Nueva Patria. El tema de esta crónica ofrece una particularidad que no quiero omitir: no sólo ocurrió el hecho en mi pueblo; ocurrió en la manzana donde transcurre mi vida entera, donde se halla mi hogar, mi escuelita –segundo hogar-y el bar de un hotel frente a la estación, al cual acudimos noche a noche, en altas horas, el núcleo con inquietud de la juventud lugareña. El epicentro del fenómeno, el foco si prefieren, fue el corralón de Juan Camargo, cuyos fondos lindan por el costado este con el hotel y por el norte con el patio de casa. Un par de circunstancias, que no cualquiera vincularía, lo anunciaron: me refiero al pedido de los libros y al retiro del molinete de riego. Las Margaritas, el petit-hôtel particular de don Juan, verdadero chalet provisto de florido jardín a la calle, ocupa la mitad del frente y apenas parte del fondo del terreno del corralón, donde se amontonan incalculables materiales, como reliquias de buques en el fondo del mar. En cuanto al
Stanley Cavell intenta comprender la recurrente idea de criterio que Wittgenstein desarrolla en la segunda filosofía y su rol fundamental que este tiene en la formación de juicios. A partir de una situación cotidiana que viví, desarrollare algunas ideas de su trabajo. Estaba comiendo con una amiga, cuando dijo " mi familia es rica " y su madre lo negó rotundamente. Ante esta situación le pregunte ¿A qué te réferis con " rica " ? Ella respondió somos ricos porque somos felices y tenemos salud. La postura de su madre cambio y compartió el enunciado. Los criterios son especificaciones que una persona o grupo (mi amiga) establece cuya base es juzgar si algo (su familia) tiene un estatus o valor particular (ser rica). Ciertas especificaciones equivalen lo que una persona (mi amiga) entiende por algo. Que los criterios son criterios específicos resulta bastante familia: lo que hace " rica " a la familia de mi amiga no es lo que hace " rica " a una empresaria o a una comida, pero podríamos preguntarnos si " rica " significa lo mismo es todos sus distintos contextos. Mi amiga no solo habla por ella sino por su familia, su madre (parte de su familia) niega tal afirmación. La pregunta adecuada que yo tendría que haber formulado es ¿cuáles son los criterios por lo cual dices que tu familia es rica? Mi amiga al poner en disposición sus criterios, su madre se retracto y compartió su enunciación. Para Wittgenstein los enunciados son juicios de valor. Me parece que este ejercicio es bastante complejo pero a su vez es esclarecedor. Cavell dice la mejor prueba de que existen casos tales como lo que Wittgenstein llama criterios es proporcionar algunos ¿y cómo ocuparse de esa tarea? Mirar lo que decimos, algo que intente hacer. Sin embargo, no quiero dejar otros importantes aportes de Cavell de lado, ya que me parecen instrumentos claves para la formación de nuestros juicios políticos. Los juicios son públicos, es decir, compartidos. Hablar políticamente por uno mismo es hablar por los otros con quienes uno consiente en asociarse y consentir en que los otros hablen por uno mismo. Disentir no es la revocación del consentimiento sino una disputa sobre su contenido. La apelación a criterios constituye también un modo de " formular juicios seguros " , por ellos debemos ofrecer nuestros criterios para poder descubrir sobre cuales concordamos y empezar a construir un proyecto en común. 2 REIVINDICACIONES DE LA RAZÓN Wittgenstein, escepticismo, moralidad y tragedia. CRITERIOS
El reciclaje consiste en obtener una nueva materia prima o producto, mediante un proceso fisicoquímico o mecánico, a partir de productos y materiales ya en desuso o utilizados. De esta forma, conseguimos alargar el ciclo de vida de un producto,
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Enciclopedia del Románico en España. Madrid, Fundación Santa María la Real-Centro de Estudios del Románico, Aguilar de Campoo, 2008