Academia.edu no longer supports Internet Explorer.
To browse Academia.edu and the wider internet faster and more securely, please take a few seconds to upgrade your browser.
2022
En 1986 me encontraba en el templo zen Kōshōji, en Uji, Kioto, en el marco de un retiro intensivo especial de formación para jóvenes maestros zen occidentales. Allí vi por primera vez un enkyō, el mandala que usan algunos templos zen japoneses para marcar el inicio y el final de los retiros. Inmediatamente, nada más verlo, me quedé fascinado, primero por su forma y, más tarde, por su significado. Le pedí a uno de los monjes zen japoneses que nos asistían que me tradujera y me explicara el sentido de los ideogramas y la función misma del enkyō. Así, en el poco tiempo libre que nos permitía el retiro, nos fuimos reuniendo a lo largo del mes y él me fue explicando mientras yo tomaba notas. Este es el enkyō que usamos en el templo zen Luz Serena, basado en el modelo de Kōshōji:
Desde luego hay una cosa de la que estamos bien seguros y es que el gatito blanco no tuvo absolutamente nada que ver con todo este enredo... fue enteramente culpa del gatito negro. En efecto, durante el último cuarto de hora, la vieja gata había sometido al minino blanco a una operación de aseo bien rigurosa (y hay que reconocer que la estuvo aguantando bastante bien); así que está bien claro que no pudo éste ocasionar el percance.
Revista Quintana, nº 11, Universidad de Santiago de Compostela, 2012
Es hacia 1964 cuando los artistas comienzan a utilizar el espejo en sus obras para repensar por un lado las relaciones entre el arte y la realidad y, por otro, las relaciones entre el yo y su imagen. A través del reflejo se adentran en las complejas aguas narcisistas de la construcción de la identidad, coincidiendo así con las preocupaciones que en el campo de la teoría del arte se desarrollan a través de los trabajos de Lacan y Foucault, con su espejo como no-lugar. La mirada que emerge en relación al papel que juega el espejo en estas instalaciones artísticas es paradójica: en unos casos nos remite a un mundo dual, donde el sujeto se diferencia de su imagen y entorno. En otros, esta mirada que corta en dos la realidad, queda superada por la "mirada desdiferenciada" que alienta una percepción sistémica y holística del mundo cancelando una percepción excesivamente antropocéntrica. Palabras claves: Espejo, la obra de arte como no-lugar, Narciso y la construcción de la identidad, mirada sistémica ABSTRACT The use of mirror in art has been used by artist since around 1964 in order to explore the limits between art and reality and the relationships between the `I ´ and its image. Thus, through the visual effect of reflections, artists explore the construction of (narcissist) identity, coinciding with Lacan´s mirror theory, and Foucault´s mirror as non-site. From the use of mirror in the artistic installations emerges a paradoxical gaze: in some cases the gaze cuts the world in two, creating a dual reality between the subject and his/her reflection, and in other cases the gaze becomes systemic and holistic canceling a perception of the world excessively anthropocentric. Key Words: Mirror, work of art as a non-site, Narcissus and the formation of the identity, systemic gaze. "
D Di iá ál lo og go o d de el l e es sp pe ej jo o EL HOMBRE DE la estancia anterior, después de haber dormido largas horas como un santo, olvidado de las preocupaciones y desasosiegos de la madrugada reciente, despertó cuando el día era alto y el rumor de la ciudad invadía —total— el aire de la habitación entreabierta. Debió pensar —de no habitarlo otro estado de alma— en la espesa preocupación de la muerte, en su miedo redondo, en el pedazo de barro —arcilla de sí mismo— que tendría su hermano debajo de la lengua. Pero el sol regocija do que clarificaba el jardín le desvió la atención hacia otra vida más ordinaria, más terrenal y acaso menos verdadera que su tremenda existencia interior. Hacia su vida de hombre corriente, de animal cotidiano, que le hizo recordar —sin contar para ello con su sistema nervioso, con su hígado alterable— la irremediable imposibilidad de dormir como un burgués. Pensó —y había allí, por cierto, algo de matemática burguesa en el trabalenguas de cifras— en los rompecabezas financieros de la oficina. Las ocho y doce. Definitivamente llegaré tarde. Paseó la yema de los dedos por la mejilla. La piel áspera, sembrada de troncos retoñados, le dejó la impresión del pelo duro por las ante. nas digitales. Después, con la palma de la mano entreabierta, se palpó el rostro distraído, cuidadosamente; con la serena tranquilidad del cirujano que conoce el núcleo del tumor, y de la superficie blanda fue surgiendo hacia adentro la dura sustancia de una verdad que, en ocasiones, le había blanqueado la angustia. Allí, bajo las yemas —y después de las yemas, hueso contra hueso—, su irrevocable condición anatómica había sepultado un orden de compuestos, un apretado universo de tejidos, de mundos menores, que lo venían soportando, levantan. do su armadura carnal hacia una altura menos duradera que la natural y última posición de sus huesos. Sí. Contra la almohada, hundida la cabeza en la blanda materia, tumbando el cuerpo sobre el reposo de sus órganos, la vida tenía un sabor horizontal, un mejor acomodamiento a sus propios principios. Sabía que, con el esfuerzo mínimo de cerrar los párpados, esa larga, esa fatigante tarea que le aguardaba empezaría a resolverse en un clima descomplicado, sin compromisos con el tiempo ni con el espacio: sin necesidad de que, al realizarla, esa aventura química que constituía su cuerpo sufriera el más ligero menoscabo. Por lo contrario, así, con los párpados cerrados, había una economía total de recursos vitales, una ausencia absoluta de orgánicos desgastes. Su cuerpo, hundido en el agua de los sueños, podría moverse, vivir, evolucionar hacia otras formas existenciales en las que su mundo real tendría, para su necesidad íntima, una idéntica densidad de emociones —si no mayor— con las que la necesidad de vivir quedaría completamente satisfecha sin detrimento de su integridad física. Sería —entonces— mucho más fácil la tarea de convivir con los seres, las cosas, actuando, sin embargo, en igual forma que en el mundo real. Las tareas de rasurarse, de tomar el ómnibus, de resolver las ecuaciones de la oficina, serían simples y descomplicadas en su sueño, y le producirían, a la postre, la misma satisfacción interior. Sí. Era mejor hacerlo en esa forma artificial, como lo estaba haciendo ya; buscando en la habitación iluminada el rumbo del espejo. Como lo hubiera seguido haciendo si, en aquel instante, una pesada máquina, brutal y absurda, no hubiera deshecho la tibia sustancia de su sueño incipiente. Ahora, regresando al mundo convencional, el problema revestía ciertamente mayores caracteres de gravedad. Sin embargo, la curiosa teoría que acababa de inspirarle su molicie, lo había desviado hacia una comarca de comprensión, y desde adentro de su hombre sintió el desplazamiento de la boca hacia los lados, en un gesto que debió ser una sonrisa involuntaria. Fastidiado-en el fondo continuaba sonriendo. «Tener que afeitarme cuando debo estar sobre los libros en veinte minutos. Baño ocho, rápidamente cinco, desayuno siete. Salchichas viejas desagradables. Almacén de Mabel salsamentaria, tornillos, drogas, licores; eso es como una caja de qué sé yo quién; se me olvidó la palabra. (El ómnibus se daña los martes y demora siete.) Pendora. No: Peldora. No es así. Total media hora. No hay tiempo. Se me olvidó la palabra, una caja donde hay de todo. Pedora. Empieza con pe.» Con la bata puesta, ya frente al lavabo, un rostro somnoliento, desgreñado y sin afeitar, le echó una mirada aburrida desde el espejo. Un ligero sobresalto le subió, con un hilillo frío, al descubrir en aquella imagen a su propio hermano muerto cuando acababa de levantarse. El mismo rostro cansado, la misma mirada que no terminaba aún de despertar. Un nuevo movimiento envió al espejo una cantidad de luz destinada a conducir un gesto agradable, pero el regreso simultáneo de aquella luz le trajo-contrariando sus propósitos-una mueca grotesca. Agua. El chorro caliente se ha abierto Comentario [LT1]:
Historia Instituciones Documentos, 2009
unas tierras en Teba, al sur de Córdoba, por un personaje del mismo nombre, del que no consta, en cambio, el apellido, cuya mujer no se corresponde en absoluto con las dos esposas conocidas de Pay Arias de Castro. En él se nos dice que don Pay y doña Sancha, su mujer, vecinos de la collación de San Salvador de Córdoba, venden a don Pedro Fernández Alcobi y a su mujer, doña Juana, su heredad de Teba, que compraron a Per iváñez Cucamaca, por el precio de 50 mrs. alfonsíes. Archivo del Monasterio de San Clemente de Sevilla, doc. de 1259.12.30, Córdoba. 12. Es muy ilustrativa la larga serie de compraventas de tierras realizadas personalmente por Pay Es muy ilustrativa la larga serie de compraventas de tierras realizadas personalmente por Pay Arias, entre 1297 y 1319, así como aquellas otras, efectuadas por su hijo, Ruy Páez de Castro, con posterioridad a la última de las fechas indicadas, pero en vida de su padre, que nos orientan no sólo sobre esas inversiones sino también sobre la evolución de su familia.
Hay objetos que jamás nos pertenecerán del todo. No importa que se trate de antiguas reliquias familiares, pasadas de mano en mano a través de las generaciones. No importa si los recibimos como regalo de cumpleaños o si pagamos por ellos una buena cantidad de dinero… Estos objetos guardan siempre un revés, una raíz que se extiende hacia otras realidades, un bolsillo secreto. Son objetos con rincones que no podemos limpiar ni entender. Objetos que se marchan cuando dormimos y regresan al amanecer.
ISSN: 2145-6399 - Errata, 2013
Las revistas culturales tienen una posición en la escena cultural en relación con los grupos a partir de los cuales se definen, constituyendo una relación social capaz de ser descrita por factores como la composición del comité editorial, el perfil de sus colaboradores, el periodo de actividad y su periodicidad, y el intercambio ?críticas, informes y colaboraciones? con otras publicaciones. Las revistas también elaboran discursos con posiciones político-ideológicas y características específicas, con una estructura, formato e información que privilegian según el público al que apelen. Este trabajo se propone analizar la revista de artes visuales ramona y su lugar en el campo cultural argentino en las última década y las relaciones con otras publicaciones del periodo y también con sus predecesoras.
Estudio bíblico sobre espiritismo, espiritualismo, manifestaciones sobrenaturales no divinas.
2021
A través de cinco actos es puesta en escena una reflexión autobiográfica en diálogo con las lecturas que han sido fieles compañeras de viaje en la travesía de la pandemia de 2020. Un diálogo en el que alternan mi voz en primera persona, las voces múltiples de los autores citados, los testimonios recogidos al hilo de conversaciones en las aulas virtuales con maestras y jóvenes alumnos, como también las palabras no dichas que pueblan las escuelas silenciadas y los espacios de acogida suspendidos en medio del confinamiento social.
El cumplimiento de la práctica Budista es la realización de los tres kayas: Dharmakaya, Sambhogakaya, y Nirmanakaya. Estos son los tres cuerpos del ser o iluminación de Buda. El Dharmakaya se corresponde con la mente, el Sambhogakaya con la palabra, y el Nirmanakaya con el cuerpo. El Dharmakaya es el cuerpo sin forma. Es un estado indiferenciado de ser del que no podemos hablar en términos de confusión o iluminación.
Cautivadoras historias que estimulan la imaginación y permiten experimentar exóticas aventuras, además animan a visualizar distintos escenarios, fomentando la calma, la creatividad y la confianza en sí mismo. Al final de las historias se destacan los mensajes budistas más importantes Dedicado a todos los Curiosos del Mundo/ Captivating stories that stimulate the imagination and allow to experience exotic adventures, also encourage to visualize different scenarios, promoting the calm, the creativity and the confidence in itself. At the end of the stories are highlighted the most important Buddhist messages Dedicated to all the Curious of the World/
Olivar, 2001
se presenta por medio de dos tipos de discurso: el retrato inicial, que lo describe como un monarca ejemplar (capitulo 846), según la imagen del gobernante ideal de la segunda Partida, y la narración de su reinado, que revela una personalidad mucho más compleja y contradictoria (capítulos 845 y 847-964). La oposición entre atemporalidad = esencialidad del retrato y temporalidad = individualidad de la narración plantea, entre otros muchos, dos problemas clave para entender los métodos del taller historiográfico alfonsí: la concepción de Ia personalidad humana, en el marco del proceso de "descubrimiento del individuo" estudiado por Morris (1987), y Ia comprensión de los hechos históricos únicos e irrepetibles a la luz de principios y categorías generales.
Loading Preview
Sorry, preview is currently unavailable. You can download the paper by clicking the button above.