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Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación
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El delineamiento de la estética y la poética de Eisenstein y su relación con los formalistas rusos constituyen el eje del ensayo. Las relaciones entre el pensar y el hacer, entre teoría y praxis ubican a la filmografía de Eisenstein como un intento de pensar con imágenes los conceptos desarrollados en forma colectiva por el mencionado formalismo. El autor define al sujeto einsensteniano como reflexivo. Hacer un film y ver un film no serían más que otra instancia de las formas de pensar. Desde esta óptica el análisis de la filmografía de Eisenstein es abordado desde tópicos tales como el montaje, la idea del tipaz, de la pantalla como ícono de emoción, de la analogía musical, etc., en un recorrido que transita desde el formalismo inicial hasta la obra de Eisenstein en el marco del stalinismo.
Naturaleza y Libertad. Revista de estudios interdisciplinares
Resumen: ¿Puede una máquina pensar creativamente? Este artículo explora el significado de los términos "pensamiento" y "creatividad" para concluir que, desde una acepción lo más parsimoniosa posible de estos conceptos, no existen razones de iure contra la posibilidad de que una hipotética inteligencia artificial fuerte logre pensar de manera creativa.
Pensar en la posibilidad de una máquina inteligente a partir de dispositivos mecánicos de percepción óptica y auditiva, llevó inevitablemente a comparar la máquina con el ser humano, comprendiendo esta relación dentro de las formas de producción y consumo de las sociedades industriales. Se abordan aquí problemas que van, desde el cine y las máquinas de visión como posibles máquinas inteligentes| hasta el estudio de los mecanismos de percepción, reflexión y acción en el ser humano, concretamente en el espectador cinematográfico. Aspectos sugeridos por dos viejas metáforas: la máquina como hombre, y la vida y la inteligencia como procesos mecánicos. Este h'debajo de grado se pregunta por diferentes problemas que surgen de estas relaciones: el cine como máquina de visión y vigilancia| la máquina de visión como máquina inteligente| la máquina como humano| 10 humano como máquina| el espectador cinematográfico como humano mecánico| y el pensamiento en el cine, o la posibilidad de un c...
Esa ilusión de que Google aprende y es cada año más preciso es falsa: Google no aprende, nosotros somos cada vez más tontos ENRIQUE LYNCH 21 JUL 2017-13:03 CDT La saga cinematográfica Terminator es una de las distopías más populares. Cuenta que, tras haber alcanzado la inteligencia de sus creadores humanos, las máquinas se rebelarán contra ellos y, para exterminarlos, producirán otras máquinas, asesinas y perfectas. Estallará entonces la guerra total entre los hombres y sus artefactos y el destino de la humanidad quedará en manos de un salvador providencial; etcétera. Típico patrón mesiánico judeoprotestante: con su conspiración y su redentor que nos salva. El guion sin embargo es una variante del viejo mito del Golem. Su novedad está en los espectaculares efectos especiales y en algunos gags inolvidables; y en un actor ideal —Arnold Schwarzenegger—, en la realidad, él mismo una especie de Golem. Su personaje es el ogro de los relatos infantiles; o Yago, el perverso intrigante de Otelo, pues, como él, es un ser de absoluta maldad, una criatura implacable cuya malignidad, por inmotivada e inexplicable, produce espanto. ¿Podemos hacernos una idea del mal absoluto? Si está encarnado en una máquina no parece tan difícil, en cambio entender a Yago es mucho más complicado, pues cuando un individuo es muy malo nuestros ojos se inventan un nihilista demoniaco con estatura moral, como Iván Karamazov. El mal es difícil; y poco nos ayudan las pautas dominantes, pues a medida que nuestras reglas y costumbres son cada vez más permisivas, resulta muy difícil imaginar un personaje absolutamente inicuo que sea también verosímil. Porque hoy en día todo el mundo es malo en alguna medida —otro tópico judeoprotestante difundido por la cultura popular y refrendado por los psicopedagogos—, de ahí que los guionistas de cine escojan malos psicopatológicos, como Henry o Leatherface o Anton Chigurh o Hannibal Lecter, etcétera. Sin embargo, aunque narrativamente verosímil, el psicópata es poco convincente en lo moral. De hecho, las leyes penales no admiten que el loco pueda ser considerado responsable de sus actos, justamente porque está loco; y el mal, no menos que el bien, necesita un sujeto responsable. En efecto, que podamos identificar la responsabilidad en una acción nos permite determinar la intención y su motivo y, sobre todo, la trasgresión, que en última instancia nos permitirá juzgarla moralmente. Pero para eso ha de ser plausible que el sujeto se equivoque, que elija entre el mal o el bien y se desvíe. Aún más, se requiere una condición trascendental que no deriva de la idea que el sujeto se haga sobre lo bueno o lo malo, sino de una decisión ciega entre las dos instancias que, a su vez, puede ser correcta o equivocada. En suma, la responsabilidad presupone la posibilidad del error: no solo en la alternativa entre el bien y el mal, sino en el acto de decidir entre una opción u otra. Si una acción, cualquiera que sea, solo puede ser correcta —aunque se trate de hacer el mal—, las decisiones dejan de ser tales y la moralidad se extingue. Así pues, si concebimos un artefacto en el que hayan sido eliminados todos los errores posibles —y eso seguramente ocurrirá tras alguna revolución maquínica—, ya no serán necesarias las tomas de decisiones ni el cálculo de riesgos, y la idea de responsabilidad será tan vacía como una metáfora blanca. Pongamos el caso de los nuevos automóviles sin conductor: ¿tiene sentido sancionar una infracción de tráfico si
The following article seeks to defend the possibility of thinking machines, the existence of a tension between artificial intelligence and human intelligence, and propose a certain kind of quality that should have a machine to be considered intelligent. Key words: philosophy of mind, artificial intelligence, Alan Turing, android, consensuality principle. Resumen El siguiente artículo pretende defender la posibilidad de pensamiento en las máquinas, la existencia de una tensión entre inteligencia artificial e inteligencia humana, y proponer un cierto tipo de cualidad que debería poseer una máquina para ser considerada inteligente. Palabras clave: filosofía de la mente, inteligencia artificial, Alan Turing, androide, principio de consensualidad.
V Jornadas de Sociología de la UNLP (La Plata, 10 al 12 de diciembre de 2008), 2008
"Y acá nomás, vos te tomás el tren..... la cantidad de gente que vive al costado de la vía, loco. Yo laburaba hace dos años acá en el shopping y no había, no estaba, en el puente de debajo de Paternal sí habían casitas con gente ahí, que viven del cartón, cartoneando. Un cartonero por semana saca quinientos mangos. Pero ahora cualquier cantidad de gente hay ahí al costado de la vía. Y escuchan cumbia, vos vas y cumbia" (Juan de Agrupación Marilyn) 1. Introducción En este trabajo se presentan algunas de las conclusiones de la investigación que lleva a
Un análisis sobre las relaciones entre tecnología filosofía y cultura Peer reviewed
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Naturaleza y libertad, 2019
Laocoonte Revista de Estética y Teoría de las artes, 2019