TÉCNICAS DE ORATORIA

Como género literario, la oratoria comprende los discursos que han sido elaborados según las reglas de la retórica.

La civilización clásica otorgaba una gran importancia a la palabra, de ahí las características formales de la tradición literaria grecorromana, la importancia del estudio gramatical del texto en el grammaticus, y la importancia del dominio del arte del discurso para los que quisieran hacer carrera política. Las palabra 'oratoria' es el paralelo griego de 'retórica' (ῥητορική, rhētorikē), pero el uso moderno asigna a cada una un matiz distinto: La oratoria hace referencia al arte del discurso (en prosa) y designa el conjunto de obras (discursos) de los oradores. La retórica se refiere a los tratados y a la preceptiva sobre la elaboración de discursos. El grueso de la producción oratoria de la Antigüedad se concentra en dos períodos concretos: en griego, los orado-res (judiciales y políticos) de la Atenas Clásica (s. V-IV a.C.: los diez oradores áticos, modelo de la prosa de arte griega para el mundo romano y bizantino); en latín, el período del final de la República (época de Cicerón, 106-43 a.C.). Oratoria griega. Un arte del discurso plenamente desarrollado puede observarse ya en los poemas homéricos. Sin embargo, el des-arrollo de la democracia en Atenas trajo aparejada la necesidad de dominar el λόγος (lógos) para abrirse camino en los ámbitos político y jurídico. Los sofistas. Los primeros en desarrollar la herramienta del discurso fueron los sofistas o 'maestros de la palabra', no siempre bien considerados pero, al parecer, de gran éxito, sobre todo entre los jóvenes que querían escalar en la política (cf. el Protágoras y el Gorgias de Platón, así como las Nubes de Aristóteles). Los dos sofistas más importantes fueron Gorgias y Protágoras. Del primero, de origen siciliano, nos han llegado dos discursos de exhibición que ponen en duda la legitimidad de la tradición mítica transmitida por Homero (Encomio de Helena, Defensa de Pala-medes); a Protágoras la tradición le adscribe la famosa frase de "el ser humano es la medida de todas las cosas", fue profesor de retórica y al pare-cer escribió tratados de erística (argumentación), presumiendo con ello de poder convertir el argumento más débil en el más fuerte. Los diez oradores áticos. Los filólogos alejandrinos establecieron un canon de 10 oradores, cuyas obras eran modelos de los distintos tipos de oratoria: deliberativa (política), forense (judicial) y epidíctica o demostrativa (de aparato). De ellos cabe destacar las siguientes figuras: Lisias (445-380 a.C.) fue uno de los maestros del estilo llano (genus tenue, ἰσχνός χαρακτήρ), que se consideraba el adecuado para la ora-toria forense. Lisias era "logógrafo", esto es, escribía los discursos que los clientes debían pronunciar ellos mismos ante la asamblea. Dado el género oratorio, su obra está repleta de fascinantes detalles de la vida cotidiana de la Atenas clásica; además, ha sido uno de los pilares de la en-señanza del griego clásico en Europa. En el famoso discurso Sobre la muerte de Eratóstenes, Eufileto debe defenderse de asesinato, justificado por haberlo encontrado in flagrante delicto manteniendo relaciones con su esposa. Isócrates (436-338 a.C.). Los discursos de Isócrates destacan por la reflexión acerca del arte de la elocuencia y su lugar en el programa educativo de los jóvenes (Isócrates se situaba entre el relativismo puro de los sofistas y la intransigencia filosófica de Platón, cf. los discursos Contra los sofistas o Antidosis). Más que orador, fue también logógrafo y profesor de retórica, maestro del género epidíctico (Panegírico, Panate-naico); Leopardi tenía en alta estima los discursos políticos "chipriotas" de orientación monárquica (A Nicocles, Nicocles, A Demónico). Demóstenes (384-322 a.C.), considerado el más grande de los oradores áticos, en especial del género delibera-tivo (político), por sus discursos contra el amenazante poder de Filipo y los Macedonios y el por ello comprometido futuro de la democracia ateniense. Considerado como el campeón de la democracia y la libertad frente a la tiranía (Fi-lípicas, Sobre la corona), sus discursos han sido tomados como modelos de la oratoria política (cf. Cicerón, John Mil-ton, etc.), aunque desde posturas más 'cesaristas' no haya sido tal su consideración (cf. Droysen). Retórica. Con el tiempo (y a pesar de que las circunstancias políticas hicieron que la oratoria deliberativa y, parcialmente, la forense perdieran importancia) se elaboraron importantes tratados sobre el arte del discurso. En la tradición griega, dejando a un lado las obras de Isócrates, la tradición de tratados más ténicos se inicia con Aristóteles (Retórica) y se va perfeccionando a lo largo de la época helenística. Además de categorías como los tres géneros de elocuencia civil, se establecen los cinco cánones o deberes (officia) del orador: inventioa, dispositio, elocutio, memoria, actio; así como la de los lugares comunes o topica. Oratoria romana. El arte del discurso fue importante también en la República Romana, pero salvo los discursos de Cicerón, no se ha conservado a penas nada ni de sus antecesores (sólo algunos fragmentos importantes de Catón) ni de sus contem-poráneos: Catón el Viejo (234-149 a.C.) sus fragmentos muestran un estilo algo elemental y desigual (ya tosco, ya elaborado). Poco favorable a la técnica de la elocuencia griega que los maestros de retórica introducían en su época en Roma, su divisa era (rem tene, verba sequantur: "domina el asunto, las palabras seguirán"). Cicerón (106-43 a.C.). Cicerón fue el orador más grande del mundo romano, y la elocuencia la única arma en la que sustentó su ascenso político en Roma, que le llevó a ser cónsul en el 63 a.C. (y a sufrir períodos de exilio y de silencio forzado, por sus decisiones en torno a la conjura de Catilina, y por haberse puesto al lado de Pompeyo en la Guerra Civil lo que a la larga significaría su muerte, ordenada por Marco Antonio en el 43 a.C.). Cicerón se inició en el esti-lo asiático (ampuloso y cargado de pathos), que fue depurando (sobre todo después de una estancia en Rodas) hasta

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Para poder realizar la misión en la vida hay que aprender a comunicar. Dos personas pueden ser iguales en conocimientos pero el que se comunica mejor es el que obtendrá el empleo, el contrato o el negocio por el cual compiten. A los títulos y saberes adquiridos hay que sumarles credibilidad y capacidad persuasiva. Llegar a ser profesional es un camino sinuoso con numerosos obstáculos. Así como otras cosas valiosas de la vida, las destrezas comunicacionales no se enseñan en la escuela.

La técnica de la tortuga tiene como objetivo el control de la impulsividad y la expresión de sentimientos de manera adecuada.

Objetivos: Crear un selle a prueba de liquido a nivel del agujero apical, así como la obliteración total del espacio de los conductos y un selle perfecto del foramen apical a nivel de la unión cemento-dentina y todos los conductos accesorios.

Cicerón

El objetivo de la teoría de muestras es proporcionar una serie de técnicas que permitan conocer características o valores referidas al total de unidades de un conjunto, estudiando sólo una parte de las unidades del conjunto.

Los pacientes difieren en la forma de enfrentar el stress asociado a experiencias dolorosas. Un mecanismo de enfrentamiento es la distracción, hacer que la persona se distraiga utilizando otros métodos ayuda a disipar el stress. El contar los temores a otros es otra manera conocida como enfrentamiento, así como también la asimilación, que consiste en un cambio de conducta por parte de la persona. También el tener una conducta afiliativa, es decir, tener compañía de un ser cercano que lo apoye en ese momento es otra manera de enfrentamiento. Otra forma de enfrentamiento es el método repetitivo, que consiste en buscar mentalmente frases positivas y repetirlas continuamente o hacer un ensayo mental del porque es desagradable esa sensación y buscar mentalmente un cambio de conducta. 2. RELAJACIÓN Es efectiva para la reducción de la ansiedad y el temor inmediato. Involucra comúnmente una serie de ejercicios básicos que pueden tomar varios meses de aprendizaje, esto se lo aprende mediante varias sesiones con expertos en el campo. El entrenamiento autógeno es una técnica de relajación basada en la autosugestión. Este se aprende usualmente en grupo, aunque puede ser necesaria la instrucción individual en algunas patologías o si las descargas autógenas son muy severas. El autoaprendizaje es posible, aunque el necesario entrenamiento de atención requiere generalmente la supervisión de un profesional especializado. Consta de seis ejercicios de meditación psicofisiológica o concentración pasiva en la sensación de peso en brazos y piernas, en la sensación de calor en brazos y piernas, en el movimiento del corazón, en la autonomía del proceso respiratorio, en el calor abdominal interno (plexo solar) y a la diferencia de temperatura entre la frente y el aire circundante. La terminación estándar para regresar al estado habitual se realiza en tres etapas: Inspiración profunda, fuerte flexión y estiramiento de brazos y piernas y abrir los ojos. Es importante finalizar siempre los ejercicios con la terminación estándar, sobre todo en principiantes. 3. HIPNOSIS No todos los pacientes pueden ser hipnotizados Consiste en sugestiones de alivio dadas en una situación estrecha, de confianza interpersonal Tiene dos componentes: el efecto placebo y una distorsión específica de la percepción. 4. PLACEBOS

En la comunidad de negocios, el término pronósticos casi siempre se asocia con cifras; el pronóstico anual de ventas es un ejemplo; Sin embargo, en las ciencias sociales, los pronósticos por lo común se producen de manera cualitativa verbal. Ambos son válidos y los dos presentan percepciones útiles.