Academia.eduAcademia.edu

Es Chile un país violento

Abstract

Los medios de comunicación en Chile destacan diariamente los actos de violencia ocurridos durante la jornada: asaltos en la vía pública, "portonazos", femicidios, acciones subversivas, enfrentamientos en marchas, "funas", y un largo etcétera, que colocan a los ciudadanos frente a una situación en la que pareciera que la inseguridad es la constante de sus vidas. Así la violencia se instala como parte de las preocupaciones individuales diarias, generando con ello un mercado de la seguridad: alarmas, cámaras de vigilancia, armas, seguridad privada, rejas electrificadas, perros guardianes. Los gobiernos a su vez responden a la mayor demanda ciudadana con anuncios, nuevas leyes o endurecimiento de las que existen, más inversión en seguridad y aumento de la dotación policial. Sin embargo la violencia no cede, sino que aumenta y está cada vez más al acecho de las personas. ¿Será que Chile es una sociedad más violenta que en el pasado?, ¿la población está dominada por el miedo a ser violentada?, ¿no es posible vivir en paz?. La violencia en la sociedad moderna Como suele ocurrir con los fenómenos sociales, no hay respuestas unívocas ni totalizadoras para comprender la violencia. Para el filósofo Byung-Chul Han, la violencia-entendida como una relación de negatividad entre el yo y el otro-en la sociedad moderna es muy distinta a la que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad. El lugar central que ocupaba la agresividad en las sociedades pre-modernas, no obedecía a una manifestación más extendida del "mal" o de la "maldad" del ser humano, sino más bien a una demostración y exhibición del poder de quienes podían ejercer la violencia por sobre otros que la padecían. Para Han la imagen del emperador romano, decidiendo la vida o la muerte del gladiador solo con un gesto de su pulgar, era un ejemplo evidente de poder. No obstante, la reducción de esta violencia en tiempos modernos que se caracterizaba por su visualidad, objetividad, y por lo mismo su repulsa, dio paso en la sociedad contemporánea a la violencia interna, es decir, una acción que es desencadenada en y desde el sujeto quien se violenta a sí mismo para poder cumplir con las obligaciones que la sociedad del rendimiento capitalista exige.