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Lemuz y Aranda 2016 Publicado

2016, Ocupación prehispánica y manejo de recursos en el valle de La Paz

Durante mucho tiempo, las investigaciones arqueológicas han considerado a la cuenca del Lago Titicaca como el núcleo del desarrollo de las principales civilizaciones de los Andes Centro Sur. De igual forma, se estimaba que tanto las primeras ocupaciones humanas como el desarrollo de la agricultura y la edificación de los principales centros políticos y culturales habrían estado centralizados en determinados polos al sur y norte de este enorme espejo acuático. En este entendido, los valles existentes al este y oeste del lago Titicaca, así como la próxima meseta altiplánica, fueron considerados como meras zonas de aprovechamiento de recursos, donde tales entidades políticas tenían espacios territoriales habitados por reducidos y dispersos conjuntos poblacionales, ya sea como colonias, asentamientos afiliados por parentesco, o como pueblos independientes aliados por intereses políticos y económicos, los cuales explotaban las fructiferas tierras agrícolas o se encargaban de extraer, acopiar o procesar el potencial mineral de sus ríos y montañas. A pesar del favorable clima y los particulares atributos productivos de sus tierras, los valles no llegaron a competir territorialmente con los márgenes del Lago Titicaca, como ejes o centros de desarrollo cultural a lo largo de la historia de ocupación humana de la región. No obstante, las nuevas investigaciones arqueológicas e históricas van configurando un nuevo panorama sobre la importancia de estos valles y el rol que tuvieron en la configuración política, económica y social de la región a lo largo de su historia prehispánica y colonial. El presente capítulo es un intento por resumir lo hecho hasta ahora en la investigación sobre el pasado prehispánico del valle de La Paz y darle un nuevo entendimiento al complejo paisaje que nos han legado las antiguas civilizaciones que lo poblaron, extractando como hipótesis que no sólo tuvieron a Chuquiabo, como un asentamiento de paso o de aprovechamiento de recursos, sino como un eje central para la consolidación de estrategias ideológicas, económicas y de poder.