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2019, Arte, acción, experiencia,
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En lo que sigue pretendo presentar la "gustatio" como paradigma de la experiencia estética y su crítica contemporánea como una parte más de la destrucción de la referencia teológica de lo artístico. La tesis es que, en la modernidad, la obra de arte (y todo fenómeno estético en general) se presenta como un trasunto de lo divino y se entiende con las características que en un tiempo adornaban a la divinidad y nuestra relación con ella. A esa fase sigue la de la destrucción de esos conceptos para secularizar por completo el arte. Al mismo tiempo, pretendo señalar que, al igual que se puede tener una experiencia afectiva de lo divino, diferente de una experiencia intelectual de Dios como objeto de reflexión, en las artes puede darse una experiencia gustativa (la experiencia estética), y una experiencia intelectual, que es la que, a mi entender, domina la aproximación contemporánea a las artes, en parte como fruto de la crítica a la noción misma de experiencia estética, fundamentalmente por obra de la filosofía analítica, como parte de este proceso de secularización. Contemporáneamente, la experiencia de la obra de arte que proponen muchos artistas y que relatan muchos públicos es más intelectual (sociológica, teórica, etc.) y categorial (que supone una comprensión de la obra determinada por la categoría a la que pertenece) que propiamente estética y gustativa.
La sensibilidad no existe nunca sin cierta debilidad de organización».
El miércoles 13 de septiembre de 2017, en el marco del seminario de conceptos estructurantes de la perspectiva pedagógica de la Universidad Central, se trabajó en torno al capítulo XI del libro Educación y Democracia de John Dewey (2004). Dicho capítulo, titulado Experiencia y pensamiento, fue la base para el desarrollo de la ponencia « ¿Con nuestras instituciones la educación contribuye a generar un cambio social? » del profesor Germán Nova, que dió origen a la discusión que tuvo lugar ese día. Esta relatoría pretende recoger los matices más importantes de dicha discusión.
En este texto se pretende dar cuenta de uno de los problemas a los que se enfrentan hoy los estudios semióticos que es la vindicación de la teoría de los signos y la significación –no sólo en el ámbito sociocultural, sino también en el biológico-evolutivo- como teoría del conocimiento y como epistemología. Nuestro acercamiento a esta problemática tendrá lugar a partir de una problematización de la experiencia estética –otro nodo problemático, éste en el campo de la Estética-, debido a que la poca presencia de la semiótica en las reflexiones estéticas sobre el arte ha provocado la consolidación de un sentido sublime del arte como fenómeno y práctica, que ha impedido comprender a la semiótica como red cognitiva que opera necesariamente en la aprehensión que tenemos del mundo, incluyendo los objetos del arte y el tipo de experiencia a la que las obras convocan.
"Was die Natur des Begriffes sei, kann so wenig unmittelbar angegeben werden, als der Begriff irgendeines anderen Gegenstandes unmittelbar aufgestellt werden kann". Hegel.
XX Congreso Nacional de Arqueología Argentina, 2019
Intrínsecamente a los límites disciplinarios escribimos historias que suelen ser examinada y discutida en término de una teoría del conocimiento occidental. Por ejemplo, es común que el discurso arqueológico exteriorice el conocimiento como científico o social, legitimando sus inferencias sobre aquello que le ha sucedido a otros/as en otros tiempos, en el pasado, a partir de referentes que son obras materiales de otros/as. Esto es lo que se conoce como la preterización del otro sobre una otredad actual, que reproduce un logocentrismo cuando únicamente se crean historias de y sobre otros. Pero, por otro lado, en cuanto a la forma de narrar que se desprende de una secuencia estratigráfica, queda sin lugar una comparable teoría del (re)conocimiento de la experiencia del/a excavador/a en la estratificación del sitio como interpretante y practicante. Entonces, específicamente la ponencia quiere descubrir un entorno sociolingüístico y socioeducativo de la excavación arqueológica en el que tiene lugar: 1) una experiencia estratigráfica expuesta a la otredad de la mirada y escrutinio de los/as otros/as que se reconocen en el presente de la influencia del discurso académico/colonial, 2) un aprendizaje que se constituye en la interacción entre las prácticas ya conocidas y la intervención de superficies con las que nunca se interactuó, 3) dispositivos interpretativos en los que la narrativa tiene un lugar preponderante, y, 4) un juego semiótico y provocativo entre el reconocimiento de un nosotros/as como arqueólogos/as y una mutua representación de un otro en la cultura material. En su totalidad, se trata de narrar la mediación de un juego donde el lenguaje nace de lo que todavía no es lenguaje. En la arqueología tratada como una disciplina de la sustancia, la secuencia estratigráfica se encuentra involucrada en una promesa de resolver un constante acertijo: que lo permanente (lo material) explique el devenir (el tiempo). Particularmente esto es así, porque el tiempo se ensaya como una aporía en tanto es un elemento de invisibilidad en sí mismo que no da nada para ver, entonces, se
Una de las cuestiones fundamentales que se han planteado en el diseño y en el campo de la emoción es la posibilidad de integrar ambos en un proyecto único. Los conceptos extraídos del marketing comercial que recogen las demandas más importantes de los consumidores, afirman con frecuencia que, dada la actual coyuntura del mercado, no es suficiente diseñar productos o servicios, ahora el objetivo urgente debe ser diseñar experiencias (Schmitt, 1999). Sería poco recomendable adoptar una visión demasiado simple en este tema para pensar en la creación de las experiencias de los usuarios como fenómenos físicos que puedan diseñarse para ser introducidos en su vida cotidiana. Los diseñadores tienen un poder limitado para influir en las acciones particulares individuales de los usuarios; ellos no pueden (y no deben) predeterminar una experiencia o inducir a las personas hacia un determinado comportamiento. Cada producto está diseñado para cumplir una función definida y el producto, asumiendo que la intención es genuina, se diseña para que de respuesta a su función y bajo unas normas de uso determinadas por su semántica (Monö, 1997, Crilly et al., 2004)...
El experimento científico es una de las formas más interesantes de la experiencia humana; porque agrega a la observación, el control de ciertos factores basado en supuestos teóricos, y cuando es preciso, supone medición. Comprende:
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Editorial Académica Española, 2023
Revista de Filosofía (Madrid), 2014
Boletín de Arte
Estética de lo invisible. La imagen en el pensamiento antiguo., 2014
Editorial Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales - EditUCES eBooks, 2012
Investigaciones Fenomenológicas, 2010
Revista Autónoma de Comunicación. Universidad Nacional Autónoma de México, 2015
ESTUDIOS …, 2000
La sistematización de experiencias, 2019
Middle Atlantic Review of Latin American Studies , 2020
Cts Revista Iberoamericana De Ciencia Tecnologia Y Sociedad, 2005