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2020, Decide Borges, Decides tú
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Es un juego de espacio de decisiones basado en la obra de Jorge Luis Borges. Para ingresar a los cien espacios de decisiones no es necesario haber leído a Borges. Esta puede ser una bonita introducción. Tiene un reglamento inicial, y se trata de un ejercicio de estimulación cognitiva que ingresa al universo borgeano.
Juego de ideas encontradas y metáforas entre "lo literario" y "lo filosófico" atravesado en la obra de Jorge Luis Borges.
Monteagudo, nº 24, 2019
Max Aub señaló en cierta ocasión que uno era de donde había hecho el bachille-rato y por tanto él, que lo había cursado en Valencia, se sentía valenciano y en con-secuencia español. Poco tenía que ver, a instancias genealógicas, el hecho de haber nacido en París, hijo de padre alemán y madre francesa. Jorge Luis Borges cursó sus estudios medios en Ginebra y pese a que nadie duda de su argentinidad lo cierto es que sus restos reposan en la actualidad en aquellas tranquilas tierras centroeuropeas. Las experiencias acumuladas en la adolescencia, sean vitales o formativas, moldean la personalidad de cualquier individuo y por supuesto de cualquier escritor: recorde-mos a este respecto el magistral Retrato del artista adolescente abocetado por James Joyce en el que se trata de estos pormenores con lúcida penetración. Borges cursó varios años de su bachillerato en fructuoso contacto con la lengua alemana y lejos de servirse de ella como mero instrumento académico, ahondó en sus profundidades por medio del estudio de su literatura, atraído especialmente por las novedades que aportaba un nuevo movimiento artístico conocido como expresio-nismo. Tras su estancia ginebrina, Borges se trasladó junto a su familia a España y aquí, en el tránsito de la década de los diez a los veinte, recorrió diversas ciudades: Palma de Mallorca, Sevilla, Madrid, etc. Por entonces emerge en suelo español un peculiar movimiento vanguardista conocido como ultraísmo, en el que se enrola con juvenil ardor. El ultraísmo se alimenta de las distintas corrientes renovadoras que se desenvuelven por Europa, especialmente del creacionismo y del futurismo y, en menor medida, del dadaísmo y del expresionismo. El principal responsable de que la salsa ultraica recibiera algún condimento tudesco fue justamente Borges, que no solo tradujo algunos textos de aquella orientación al español, sino que él mismo escribió poemas de acuerdo a sus cánones. De la imantación expresionista, presente en el primer Borges, se ocupa el investi-gador argentino, radicado en Hamburgo, Carlos García, 1 uno de los pioneros en el es-1 Carlos García, El joven Borges y el expresionismo literario alemán, Córdoba (Argentina), Universi-dad Nacional, 2018 (1ª ed., 2015), 229 págs.
La fórmula de Borges. Aproximaciones, 2019
En este libro se plantea desde el título la idea de ir tras la fórmula de Borges e intenta dar pistas a los lectores para ir a su encuentro a través de tres propuestas, cada una escrita por un autor diferente. Dichas propuestas, si bien tratan a su manera-desde las respectivas sensibilidades como lectores y sus correspondientes estilos-, de responder a la cuestión-si es que hubiese algo que se pueda denominar de esa forma-, dejan vislumbrar, a partir de apuestas escriturales borgesianas, que más allá de categorías y discusiones literarias o filosóficas, existen elementos entreverados en una suerte de alquimia de la palabra que hacen de la lectura de Borges una suerte de provocación, una invitación que nos lleva, en definitiva, a pensar el pensamiento, a apalabrar la palabra y a sorprendernos en la razón emocionada. Inicialmente, Diego Mauricio Suárez Vivas propone una versión piratesca de Borges, una metáfora corsaria del autor que va de puerto en puerto (literario y/o filosófico) sin atracar en ninguno. Luego, María Elena Rivera Salazar, resalta algunos oximorones en la musicalidad inconclusa del escritor argentino, quien, de la misma manera como habló, pensó y escribió de Dios-sin ser Dios, pero creyendo que no creía en él-; también compartió y plasmó en letras pentagramadas una interesante variedad de poemas. Al final, Fabián Andrés Cuéllar Vélez, en «Borges del amor a la muerte», al ocuparse de la producción poética del escritor argentino, hace una invocación de los poemarios que le servirán de escenario para desarrollar tres movimientos: tras una poética esquiva, amor in decrescendo y vida en fuga. La Editorial de la Universidad Tecnológica de Pereira tiene como política la divulgación del saber científico, técnico y humanístico para fomentar la cultura escrita a través de libros y revistas científicas especializadas. Las colecciones de este proyecto son: Trabajos de Investigación, Ensayo, Textos Académicos y Tesis Laureadas. Este libro pertenece a la Colección Trabajos de Investigación.
En "El Aleph" Borges ridiculizó veladamente a Pablo Neruda, representado en su cuento por Carlos Argentino Daneri, cuyo apellido es en realidad un anagrama del seudónimo del chileno -Dan e r i -Ne r id a 1 -y cuyo vasto y ambicioso poema "La Ti e r r a" remite de inmediato al Canto general.
Prometeica - Revista de Filosofía y Ciencias
Introducción al número monográfico. Un estado de la cuestión y comentarios sobre los trabajos compilados.
1992
En una entrevista con Richard Burgin, Borges recuerda que una editorial les pidió a seis escritores argentinos que escogieran el mejor cuento que conocieran y publicó los relatos elegidos en una antología. Borges se había decidido por "Wakefield", de Hawthorne, pero el libro incluía un cuento chino, el cuento de la sirenita de Hans Christian Andersen y "Bartleby", de Melville; también, lo que Borges describió como "una desagradable historia, bastante falsa, de Lovecraft" (84). De acuerdo con Borges, elegir un cuento de Lovecraft como el mejor del mundo era algo que sólo podía tener el propósito de asombrar a la gente; él no creía que nadie pudiera sostener esa opinión en serio. Es una lástima que Burgin no lo interrogara más al respecto, porque a mí me parece que "El Aleph" es una especie de parodia de Lovecraft.
El tiempo y la eternidad son temas que han sido abordados por diferentes disciplinas ―la filosofía, la religión y la ciencia― las cuales buscan definirlos y ejemplificarlos ya que son ideas abstractas que cavilan en la mente de todo ser humano. Asimismo el escritor Jorge Luis Borges ofreció su interpretación de ambas nociones y las trabajó en toda su obra, incluyendo su prosa narrativa. Uno de los cuentos borgianos que presenta ambos temas es «El otro», relato en el que se cuestiona la realidad de los hechos que se desarrollan en dos momentos distintos pero contemporáneos. A través de la exploración que hizo Borges sobre el tiempo en sus ensayos definiremos la eternidad como falta o ausencia del tiempo y analizaremos su manifestación dentro del cuento mencionado. Proponemos que los sueños de la trama y el instante contemporáneo (tanto temporal como espacial) son la manifestación implícita de la aeternitatis. Utilizaremos de apoyo parte de la crítica al maestro argentino que comprende los autores Jaime Alazraki, Ana María Barrenechea, Arturo Echavarría y Juan Arana. Mostraremos el modo en que Borges sugiere la eternidad en este relato como se observa en gran parte de su obra sin tener que nombrarla.
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Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación
Nº 99 – 100 / Julio – Diciembre 2016
Nueva Revista de Filología Hispánica (NRFH), 1991
Pontificia Universidad Católica del Perú, 2002