Academia.eduAcademia.edu

Bolaño distante

2015, Revista Variopinto

Abstract

Nunca me interesó conocer las opiniones políticas del escritor Roberto Bolaño. En parte por los mismos motivos por los que no me detenía a averiguar las de Homero o de Shakespeare: porque rebajarlos a sus pasiones o rencores más inmediatos no haría más que encoger su literatura. Pero también, debo confesarlo porque, siendo nativo de un continente en el que abominar unas dictaduras parece justificar la admiración de otras, prefería ahorrarle la vergüenza de comparar sus libros más luminosos con opiniones que-sospechaba-adolecían de los lugares comunes de la izquierda latinoamericana. Porque si algo me había dejado en claro en términos políticos la lectura de sus libros era su resignación a considerarse de izquierda. Y esa resignación, ya se sabe, micrófono por delante, conlleva a la repetición de tonterías demasiado viejas, demasiado ensayadas, mientras el entrevistado mira al techo, o al reloj o a las piernas de la entrevistadora, cualquier cosa menos pensar en lo que dice porque hace muchísimo que ciertas preguntas solo se pueden responder correctamente si no se piensan. O se piensan tanto que termina descubriéndose un sistema de razonamiento oblicuo: si se pregunta por Cuba se responde con el embargo norteamericano, si por Hugo Chávez se desvía la conversación hacia Pinochet, si se pide una comparación entre Brasil y Argentina se habla de Maradona y Pelé. Y si se trata de decidir quién ha sido el mejor futbolista del mundo entonces en aras de la unidad latinoamericana se contesta refiriendo las virtudes del Che Guevara en el cabeceo y el juego colectivo. Ah, pero no somos dueños de nuestras preocupaciones como no lo somos del destino, y un día ya hace algunos años, mientras enseñaba "Estrella distante", mis estudiantes me 1

Key takeaways

  • Y también que por mucho que buscara Bolaño no iba a encontrar un modelo similar en la derecha política o poética latinoamericana, al menos no después de la derrota del nazismo en Europa, cuando la derecha, sin perder su ferocidad, se hizo más pragmática, menos ideológica y espectacular.
  • Pero Estrella distante -sospecho mientras acudo al sistema más policial que literario de revisar la ficha del autor, sus antecedentes, las declaraciones que hizo sin el consejo de su abogado-está encaminada también a ajustar cuentas con el Bolaño que escribía en el Manifiesto infrarrealista: "Nuestra ética es la Revolución, nuestra estética la Vida: unasola-cosa" 4 .
  • Parecería este un intento de rebajar la literatura de Bolaño a las pasiones o rencores más inmediatos de su autor, sólo por el placer burdo de sentirlos afines, pero soy el primero en reconocer que tal afinidad es falsa.
  • Si algo me importa de la política de Roberto Bolaño no es su falsa afinidad ideológica con un escritor nacido bajo el tirano favorito de buena parte de la izquierda latinoamericana y disimulado como una pesadilla sonrojante por la otra, porque al final ese escritor -junto a sus pasiones y rencores-estará tan muerto como Bolaño lo está ahora y la literatura, por mucho que se alimente de fobias sublimadas, no es otra cosa que una desmoralizada pelea contra el tiempo y la muerte.
  • Mitos que a la altura de la mitad del siglo XX eran mitos Sin embargo, la obra de Bolaño está poblada de Quijotes que asumen el mundo como el Quijote original toleraba a la realidad: como un campo de batalla.