ÉTICA Y ECONOMÍA

En el presente artículo vamos a tratar de recoger una serie de reflexiones sobre las relaciones entre la ética y la economía desde un punto de vista metodológico, en el sentido de cómo entendemos que se tienen que analizar estas relaciones. La pregunta clave a la que vamos a intentar dar respuesta es hasta qué punto la ciencia económica exige un discurso ético; es decir, hasta qué punto los economistas dentro de su razonamiento, dentro de su reflexión, exigen principios éticos para que la economía pueda seguir progresando; y esto es lo que creemos que es la pregunta clave que no siempre está del todo bien respondida o bien planteada dentro del discurso económico.

Analiza la ética desde la visión del entorno económico, político y social de las empresas, es decir, desde los sistemas económicos en general. Se ocupa de cuestiones como la justicia, el desarrollo sostenible, la redistribución de la riqueza, el papel del Estado, la necesidad de una responsabilidad social de las empresas, la explotación infantil o el respeto por el medio ambiente.

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Tratamos de discutir, de un modo breve e introductorio, el lugar que ocupó la economía en la gestación de la Teoría Crítica del siglo XIX. El particular modo a través del cual se articuló filosofía, sociología y economía en una perspectiva que abrió el cauce a reflexiones interdisciplinarias con propósitos prácticos. Asimismo, queremos acercarnos a las variaciones que tuvo en la Teoría Crítica, el acento o centralidad asignada a la economía. Para ello se tomará en cuenta la génesis de la denominada Escuela de Frankfurt, su desarrollo en el exilio y retorno en la postguerra del ’45 y, finalmente, algunas posturas sostenidas en las posteriores generaciones que se desarrollaron en torno al actual Instituto de Estudios Sociales de la Universidad de Frankfurt.

El profesionista al ejercer su profesión además de contar con los conocimientos necesarios de su campo, debe contar con valores morales que tendrán como finalidad fundamental buscar y tratar de garantizar el bien común.

Pregunta inicial: ¿Por qué el hecho de buscar hacer feliz al otro no necesariamente es ético? ¿Bajo qué condiciones puedo ayudar al otro a ser feliz de modo ético? Imaginemos una comunidad cuyos pobladores aún no han visto otras realidades o espacios con características sociales y económicas diferentes, dicha comunidad tiene su propia cosmovisión, es decir, sus costumbres, su cultura y reglas de conducción para sus pobladores, que hacen llevadero una vida conjunta, mancomunada con objetivos e ideales propios hasta donde se los permita el espacio que habitan, bajo diversos sistemas de trabajo, satisfaciendo sus necesidades de alimentos, abrigos y energía. Existe una expresión de felicidad y bienestar social valedero para todos ellos, bajo un sistema de vida y relaciones interpersonales. Los pobladores de la comunidad que nos imaginamos, empiezan a tener contacto con comunidades que habitan otros espacios geográficos, donde se ha iniciado la modernización. Dichos pobladores al conocer otras realidades y recibir la visita de " expertos en desarrollo " , empiezan a interpretar otras realidades sociales y económicas, perciben que les falta algo, sienten un estado de carencia, comienza la búsqueda de la felicidad surgiendo conflictos de opiniones e intereses. Dicho anhelo y la carencia de algo, tiene diferentes interpretaciones y aceptaciones, buscando un modo de vida definido a priori como bueno, perdiendo en ese preciso momento toda su libertad. En este sentido, la conducta de los pobladores está relacionado con su QUERER, y no tiene nada que ver con la ETICA. Todos queremos ser felices, cuando descubrimos que carecemos de algo. La moral no tiene nada que ver con la felicidad, solo nos dice en un momento determinado lo que debemos hacer, pero no nos propone un modo de vida válido para todos. Decidir por los demás, es atropellar intereses, derechos y perspectivas comunales e individuales. Exigir e imponer ciertas condiciones con el fin de hacer el bien y favorecer el desarrollo por lo general no resulta, cada quien sabe lo que quiere en la vida. Muchas veces se hacen las cosas pensando hacer feliz a los demás sin conocer lo que es la felicidad para los demás desde su realidad cotidiana. En este sentido, para ayudar al otro a ser feliz de modo ético, se debe facilitar la convocatoria y motivar la participación en la definición y formulación de la necesidad del cambio, respetando su cultura en el marco de los actos universalmente exigibles con racionalidad y tolerancia. Asumiendo el papel de facilitadores, de modo tal, sea la población la que defina lo que se debe hacer, siendo una regla valedera para todos. Debemos facilitar que la comunidad beneficiaria encuentre un modo de definir su propio desarrollo y la estrategia para alcanzarla, su autonomía y participación en el proceso de definición de su desarrollo, evitando caer así en un etnocentrismo moral. Es imposible obligar a los demás a vivir tomando modelos o aplicando recetas de otros contextos culturales, sociales y económicos. Las condiciones sobre las cuales puedo ayudar a otro a ser feliz de modo ético, es no imponiendo estilos de vida, ni asistencialismo. Creando opciones sostenibles, entendiendo la autonomía personal y colectiva como incremento de la libertad, escuchando propuestas y creando las condiciones necesarias para que los beneficiarios tomen sus propias decisiones, potenciando sus capacidades y habilidades sociales. Comprendiendo su concepción del mundo y de la vida, sacando a flote la experiencia y sabiduría para la gestión de proyectos con una visión de desarrollo humano, conociendo el contexto socio-cultural y de las demandas sociales, centrándonos más en las estrategias que en los objetivos y buscando alcanzar los logros trazados de manera eficiente.

Economía, 2023

Tener una buena economía en nuestro país es indispensable para superarnos y lograr nuestros objetivos, para saber qué ideología política resulta mejor para nuestra economía interpretamos al socialismo como un sistema que busca el control total de la sociedad para obtener igualdad y al capitalismo como un sistema que promueve la libertad y la propiedad privada, siendo este el que lleva a un avance tecnológico y a una mejor vida, logrando que las profesiones como la biomedicina sean una buena opción.

Estudios Públicos

No cabe duda que la economía como disciplina tiene un importante contenido técnico. Sin embargo, no es éticamente aséptica como sugieren algunos. Por el contrario, este trabajo insiste en que la actividad económica, la política económica e, inclusive, la teoría económica están íntimamente cruzadas por consideraciones valóricas. El trabajo examina cinco de las principales interfaces entre economía y ética. Concluye que la economía se beneficiaría si hiciera explícitas estas consideraciones en lugar de pasarlas por alto o negarlas.