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Cada vez que vuelvo a pensar en lo que hice, aparece en mi mente el título de un libro, La ladrona de libros. Sería buena idea leerlo para conocer en que concluye la historia. Me cuesta reconocer que más de la mitad de los libros de mi biblioteca personal son de "procedencia ilegítima". La mayoría hacen parte de un préstamo hecho en la biblioteca del colegio, y puede decirse, que hoy, estando en la universidad, ese préstamo es por tiempo indefinido por no decir permanente. El "préstamo" fue provocado por una extraordinaria curiosidad que me provocó ver un libro de Woody Allen en los estantes polvorientos y olvidados de la biblioteca escolar. No me tomó mucho tiempo imaginar lo bien que ese libro se vería en mi colección personal, así que, después de planear el acto, sin mayor postergación, tomé el libro, lo metí en mi maletín y me lo llevé a casa. Me impresionó mucho lo que hice. No soy precisamente una persona libre de pecados, pero fue satisfactorio ese primer "préstamo" permanente. Con Woody Allen comienza una cadena que se ejecutaba cada martes o jueves justo en la clase de español porque era el único momento en que iba todo el salón a la biblioteca. Justo cuando se acababa la clase y todos salíamos de la biblioteca escolar, aprovechaba el gran movimiento de personas para dejar olvidados unos cuantos libros de mi gusto en mi maletín. Nunca fue difícil hacerlo porque a fin de cuentas, esos libros no eran leídos y mucho menos apreciados, o eso me gusta pensar para no sentirme culpable. De lo único que me siento arrepentido es de no haber podido hacer parte de mi colección las obras completas de Sigmund Freud. El nombre representaba una forma de anticiparme a los hechos, a mi futuro como estudiante de psicología, pero nunca lo tomé. Esa experiencia no fue la primera que tuve con la lectura. Mi primer contacto con un libro, poco amigable cabe resaltar, fue con El código Da Vinci. Por ese entonces tenía problemas para hablar, tartamudeaba y mi mamá quería solucionarlo poniéndome a leer, a los 8 o 10 años, ese libro que normalmente lo leería una persona muchos años mayor. En síntesis, odié la lectura porque ese libro era complejo para mí, además de los odios y disgustos que solía escuchar en la primaria acerca de los libros por parte de mis compañeros. Afortunadamente, tiempo después, como recuperación del curso de español de octavo grado tuve que leerme un libro a elección propia. Mi señora madre, la primera inquisidora de un posible espíritu lector, me llevo al parque Santa Rosa, un mercado perfecto para lectores de pocos recursos. El día que me llevo a ese misterioso lugar nunca lo olvidaré, y digo misterioso porque desde las afueras del parque el lugar parecía detenido en el tiempo, un espacio que se había quedado atrapado en décadas pasadas, sus cacetas, personas y aromas un poco oxidados y polvorientos dan la impresión de ser poco concurrido. El recuerdo es aún vivido. Llegamos al parque y ella compró un libro de "literatura juvenil" o así recuerdo que lo solicitó. La compra representaba un suplicio al cual debía enfrentarme, un sufrimiento anunciado y merecido. ¡Y que enseñanza tan importante quedó de ese descuido académico! La lectura de ese libro, además de ser sencilla, se convirtió en una adicción. Me ponía la meta diaria de leerme un capítulo, pero luego aumenté a 4 capítulos. Ya en ese punto me vi atrapado en sus páginas. Había días en lo que me quería leer todo el libro en un solo intento, pero no lo hacía. Me limité. Fue el primer libro que leí por completo y se convirtió en un nuevo hábito. Quería leer más, iba a hacerlo, pero no tenía ni la menor idea de qué leer, entonces recurrí a dos compañeras del salón
LAS MATEMÁTICAS, EL UNIVERSO Y LA PERSISTENTE IDEA DE DIOS, 2018
El trabajo que aquí presento lo escribí casi por completo viajando en tren, durante mi rutina de todos los días entre Caseros y Bella Vista, pero se basa en las lecturas científicas guardadas en mi memoria a lo largo de cincuenta años, además de contar con la inestimable ayuda de la Wikipedia "online" en mi celular para escribir correctamente el nombre de los genios que intervienen en el relato. Lo redacté tratando de minimizar al máximo los términos técnicos, intentando aclararlos en forma sencilla cuando "no queda más remedio". También evité fórmulas que pueden resultar "odiosas" para la mayoría de las personas, dejando solamente alguna comprensible para un estudiante de nivel secundario. Este artículo les propone a ustedes también un viaje, no en ferrocarril pero sí con el pensamiento: Un "Viaje Fascinante" a una de las fronteras de la Ciencia pero, si hablamos de "frontera", significa que más allá hay "algo" que en este caso es el reino de la Filosofía. Admito que este "Viaje" obliga a cierto esfuerzo intelectual en algunos pasajes pero, créanme, que quién se anime a enfrentarlo se verá gratamente recompensado. Mi propósito es alejar al lector por un rato de sus preocupaciones cotidianas, que si se trata de habitantes de mi país hoy no son pocas, y recordarle que hay un mundo distinto que se nos manifiesta en todo su esplendor con solo levantar la cabeza, en un lugar lejos de los aglomerados urbanos y en noches estrelladas.
Para varios estudiosos la autobiografía es una obra literaria, por lo cual analizan sus procedimientos desde la crítica propiamente con que se interpreta la literatura, en vías de una hermenéutica desde los significantes. Personalmente creo que la autobiografía como tal es anterior a la literatura moderna, o al menos desde que los estudios literarios se afincan como tales en sus procedimientos y marcos. Desde la Autobiografía de Flavio Josefo, escrita entre el 94 y el 99 de nuestra era, pasando por innumerables autobiografías de religiosos, místicos, cortesanos, sobre todo burgueses de los siglos XVII y XIX, es que la literatura ha querido asir este corpus, traspapelando la línea entre la ficción como finalidad de una obra literaria y la suspensión de ésta como medio en aras de un relato del yo. A lo que voy es que los regímenes son distintos, las tecnologías críticas también, pero sobre todo el estatuto de lo imaginario y el nombre propio. Aunque suene muy obvio: una novela autobiográfica es una novela, no una autobiografía.
Ursula Suárez es una religiosa chilena que vivió entre 1666 y 1749, y desde los 12 años habitó el monasterio de las Clarisas, situado junto a la Plaza mayor en Santiago de Chile. Obligada por sus confesores, hubo de escribir una autobiografía. A los 33 años comienza a redactar una primera versión y a los 42, una segunda la única que conocemos , que es escrita en el transcurso de 25 años (entre 1708 y 1732, aproximadamente). El confesor la proveía periódicamente de papel (4 hojas plegadas, que conformaban un cuadernillo de 16 páginas), pluma y tinta, y luego recogía la obra. Entre los 30 y los 60 años de edad, ella cumple con la tarea de contar las peripecias de sus primeros 50 años de vida: desde su nacimiento (en 1666) hasta un castigo ejemplar sufrido en el monasterio (en 1715), que ella considera injusto.
L e v a n t a m i e n t o s c o n d i f e r e n t e s a p a r a t o s y s i s t e m a s d e m e d i c i o n e s u t i l i z a n d o d e s d e l o s m á s s o f i s t i c a d o s h a s t a l o s m á s s i m p l e s. E s t a e s u n a g u í a d e t r a b a j o d e c a m p o q u e e s m u y u t i l i z a d a e n l e v a n t a m i e n t o s t o p o g r á f i c o s p r e v i o s a l o s t r a b a j o s d e d i s e ñ o a r q u i t e c t ó n i c o e s u n a p e q u e ñ a c o n t r i b u c i ó n a l o s c o n o c i m i e n t o s d e l a c l a s e .
Desde que, en 2008, el Parlamento Europeo instara a los gobiernos de los estados miembros a ejecutar acciones en pro de incorporar programas de alfabetización mediática, principal- mente en las escuelas, en España se han desarrollado iniciativas de modernización tecnológica que, más que buscar la implantación de una educación mediática, han tenido como objetivo dotar de infraestructuras tecnológicas a los centros escolares. Una formación en alfabetización mediática se presenta hoy día como una herramienta moti- vadora, que despierte el interés y la capacidad crítica del alumno a la hora de hacer frente a esa sobrecarga de información a la que estamos expuestos las 24 horas del día. Freire (1975) defiende una Educación que enseñe a pensar y no a obedecer. En este contexto surge Radio escolar IES Mediterrània de Benidorm. Esta radio online se plantea como una herramienta de motivación para favorecer el aprendizaje de lenguas en un entorno multilingüe y multicultural como es Benidorm, contemplando, a su vez, la posibilidad de trabajar destrezas, habilidades y valores, en un momento en que las nuevas generaciones no son únicamente emisores, sino también productores de los masmedia. Es un proyecto educativo dirigido al alumnado de entre 12 y 18 años, los cuales asumen el rol de periodistas delante de los micrófonos, logrando alcanzar un tratamiento integrado de las cuatro lenguas que se trabajan en el centro (Valenciano, Castellano, Inglés y Francés). Infor- mativos, entrevistas y espacios culturales son algunos de los programas diseñados por ellos mismos y que se pueden escuchar desde la plataforma IVOOX y desde la web del centro.
La biografía y la autobiografía han atravesado por diversas estaciones historiográficas. Su pertinencia como textos de asignación cognoscitiva ha sido cuestionada en distintos momentos de la historia. En este artículo podremos indagar acerca de los aspectos vertebrales y diferenciadores de la escritura del “ yo” en el pasado y el presente, la distinción entre ejemplaridad y experiencia singular; la asunción de este último modelo como andamiaje para la construcción de los textos biográficos en clave intelectual, su relación con las nociones de identidad, contexto y estrategia (con todas las posibilidades y dificultades que ellas conllevan), y las especificidades que caracterizan y diferencian la escritura biográfica de la autobiográfica.
La autofagia es un proceso catabólico que contribuye al mantenimiento de la homeostasis basal celular y tisular y sirve como un mecanismo de supervivencia en la adaptación celular a factores de estrés. La función principal de la autofagia es eliminar las proteínas mal plegadas u organelas dañadas de los compartimentos intracelulares. Muchos estudios sugieren que la autofagia es necesaria para mantener la homeostasis celular. Además, la autofagia puede ser inducida durante el estrés metabólico, como última instancia, proporcionando la energía y el aumento de la capacidad de supervivencia de las células bajo estas condiciones. Una visión general de la ruta de activación de la autofagia y los genes relacionados con la autofagia (ATG) que regulan este proceso se esquematiza en la figura 1. Las características clave incluyen el desarrollo de vesículas de membrana doble (autofagosomas) que se encargan de la conversión de LC3-I a LC3-II, y reduce P62. La autofagia es un proceso dinámico con un número de procedimientos experimentales que han ayudado en la determinación de la vía de activación o inhibición. Modelos knockout condicionales de la autofagia son necesarios in vivo, de como una anulación completa de la autofagia es Letal poco después del nacimiento. Previos estudios utilizaron knockouts condicionales de la autofagia en una variedad de tejidos en los que se encontraron cambios en el desarrollo y / o funcionales que se encuentran en el tejido "blanco" en comparación con el tejido de los ratones de tipo salvaje La autofagia y la homeostasis de las glándulas salivales normales. El Atg5f / f; AQP5-Cre modelo ratón fue desarrollado para estudiar el papel de la autofagia en la función normal de la glándula salival. Este modelo de ratón fue desarrollado por el cruce de ratones AQP5-Cre con los ratones Atg5f / f. Acuaporo 5 (AQP5) es el canal principal acuaporo expresado en células acinares y está localizado en la membrana apical de las células acinares pero no las células ductales. En estos ratones, la Crerecombinasa se inhibe para el exón 1 de 1 copia de endógena AQP5, y el gen ATG5 está flanqueado con sitios lox P, dando lugar a la pérdida preferente de ATG5 en las células acinares salivales, de ese modo estos ratones se presentan deficientes en la autofagia. La caracterización inicial de este modelo de ratón centrado en los parámetros de la homeostasis en ratones jóvenes (4-6 semanas) encontró que la Atg5f / f; ratones AQP5-Cre no tienen ninguna diferencia en la apoptosis, la proliferación, o la saliva inducida por la secreción de carbacol. El total de perfiles proteicos secretadas así como los niveles de amilasa permanecieron similares en Atg5f / f; ratones AQP5-Cre en comparación con controles (ratones de tipo salvaje). Previamente se ha sugerido que la autofagia podría implicar un paso altamente especializado en la maduración de los organelas secretoras desde el Aparato de Golgi que participa tanto en la autofagia como la biogénesis secretora de gránulos La inactivación específica de Salivar ATG5 conduce a un aumento moderado de las células acinares, hipertrofia y acumulo de gránulos secretores que se pronunciaba con la edad (6 a 18 meses). El tratamiento de los ratones deficientes en autofagia con Isoproterenol daba como resultado la retención de los gránulos secretores, lo que sugiere que la autofagia puede regular la biogénesis de los gránulos y la secreción mucosa y / o serosa. En resumen, se especula que la autofagia podría participar en la regulación homeostática de organelas celulares y proteínas en las células acinares salivales.
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