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Me pides que explique por qué siento miedo de la corriente de aire frío; por qué tiemblo más que otros cuando entro en un cuarto frío, y parezco asqueado y repelido cuando el escalofrío del atardecer
Me piden que explique por qué temo las corrientes de aire frío, por qué tirito más que otros al entrar en una habitación fría y parece como si sintiera náuseas y repulsión cuando el fresco viento de anochecer empieza a deslizarse por entre la calurosa atmósfera de un apacible día otoñal. Según algunos, reacciono frente al frío como otros lo hacen frente a los malos olores, impresión ésta que no negaré. Lo que haré es referir el caso más espeluznante que me ha sucedido, para que ustedes juzguen en consecuencia si constituye o no una razonada explicación de esta peculiaridad mía. Es una equivocación creer que el horror se asocia inextricablemente con la oscuridad, el silencio y la soledad. Yo me di de bruces con él en plena tarde, en pleno ajetreo de la gran urbe y en medio del bullicio propio de una destartalada y modesta pensión, en compañía de una prosaica patrona y dos fornidos hombrs. En la primavera de 1923 había conseguido un trabajo bastante monótono y mal remunerado en una revista de la ciudad de Nueva York; y viéndome imposibilitado de pagar un sustancioso alquiler, empecé a mudarme de una pensión barata a otra en busca de una habitación que reuniera las cualidades de una cierta limpieza, un mobiliario que pudiera pasar y un precio lo más razonable posible. Pronto comprobé que no quedaba más remedio que elegir entre soluciones malas, pero tras algún tiempo recalé en una casa situada en la calle Catorce Oeste que me desagradó bastante menos que las otras en que me había alojado hasta entonces. El lugar en cuestión era una mansión de piedra rojiza de cuatro pisos, que debía datar de finales de la década de 1840, y provista de mármol y obra de marquetería cuyo herrumboso y descolorido esplendor era muestra de la exquisita opulencia que debió tener en otras épocas. En las habitaciones, amplias y de techo alto, empapeladas con el peor gusto y ridículamente adornadas con artesonado de escayola, había un persistente olor a humedad y a dudosa cocina. Pero los suelos estaban limpios, la ropa de cama UNIVERSIDAD MISKATÓNICA LOVECRAFTIANA
Arte Y Ciudad Revista De Investigacion, 2014
Resumen Vacío, nada, invisible, aire… son temas cuya importancia en la evolución de las formas de modelización de la realidad-perspectiva, profundidad, tridimensionalidad, relación entre los objetos-resulta tan indiscutible como difícil e infrecuente de atender. Representar la ciudad supone conjugar los diferentes elementos que componen su paisaje, integrado tanto por sólidos visibles de presencia física como por la distancia, la relación y la articulación entre ellos. De la formulación de estas secuencias de lleno-vacío resultará una determinada comunicación del hecho urbano. Según esta lectura global, nos parecen bastante expresivas dos tendencias de la contemporaneidad fotográfica que han llegado a convertirse en auténticos estereotipos visuales. Imágenes donde la rotundidad de la escala queda subrayada por la acumulación, y el encuadre cerrado alimenta la opresión de una trama asfixiante que se siente susceptible de extenderse hasta el infinito. O todo lo contrario. Entre los lugares más
inventio 69 D e acuerdo con la primera ley de la termodinámica, un sistema con materia constante solo puede variar su energía en la medida que se le agregue calor o trabajo. Por otro lado, la segunda ley argumenta que no es posible que un calentamiento se transfiera de un recipiente frío a uno caliente de forma natural. En concordancia con esto, un sistema que no intercambia materia sino solo energía está limitado a hacerlo en un sentido de forma natural: del sistema caliente hacia su entorno frío. Sin embargo, hace más de un siglo, en 1855, Peter Ritter von Rittinger, en Austria, y en 1911, E. Altenkirch, idearon una forma de revertir el proceso. Todas las ideas sobre transferencia de calor se basan en la observación del cambio de temperatura, identificable por medio de varias escalas absolutas y relativas para las cuales, previo al establecimiento de la temperatura en escala de Celsius y la posterior escala de Kelvin del Sistema Internacional de Medidas, hubo varios intentos de establecer una referencia. Un ejemplo poco conocido por lo impráctico pero con las mismas referencias establecidas por Anders Celsius fue la escala propuesta por Isaac Newton al inicio del siglo XVIII, en relación A principios del siglo XIX no había información suficiente para calcular las propiedades de equilibrio de las sustancias requeridas para conocer los ciclos termodinámicos propuestos por Carnot en 1824. Newton estableció leyes físicas que afectan los fluidos: las cinéticas y las dinámicas para velocidades relativamente bajas en un sistema de referencia inercial. Algunos de esos sistemas son los fluidos propuestos por los estudiosos de la termodinámica. Así, dentro de las máquinas de Carnot, estos se rigen por las leyes de la mecánica de fluidos, en que la inercia de movimiento define a un sistema como newtoniano o no newtoniano, así como las leyes termodinámicas que correlacionan la energía necesaria para cualquier cambio en el sistema y la energía aportada a los alrededores. 2
pasos para el calculo y diseño de sistemas de aire acondicionado
José Luis Brea. Las auras frías 2 Las auras frías. El culto a la obra de arte en la era postaurática José Luis Brea Redactado 1989-90 Primera edición como libro impreso, 1991 EDITORIAL ANAGRAMA, Barcelona El libro resultó finalista en el Premio Anagrama de Ensayo de 1990. Ilustración portada: «El problema fondo-figura en la arquitectura barroca», foto (c) Reinhard Mucha La presente edición en formato PDF se publica como copia de autor para descarga libre joseluisbrea.net/ediciones_cc/auras.pdf Publicada en Abril 2009 bajo licencia Creative Commons creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/ * * * Rechazo de lo posmoderno. Pero cómo no. Esa deplorable etiqueta que ha dado curso y precio a tanta memez, a tanta banalidad vendida en nombre de no se sabe muy bien qué corte epistémico. Esa triste palabrería que, simplemente, ha sentado en los podios a otros, más o menos nuevos, pero igualmente desaprensivos.
Un poco de informacion del aire..nada personal..solo un poco de recoleccion de informacion
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