Ontologias en fuga

Revista Trace, 2016

1988

En la primera parte de la Ética, Spinoza presenta su original concepción de la realidad. Es dificil, para nosotros, saber con exactitud hasta qué punto tal concepción divergía de la común de su tiempo, de inspiración principalmente bíblica, hasta qué punto sus ideas pudieron resultar sorprendentes y extrañas a sus contemporáneos. Sí está claro que las divergencias no eran pequeñas ni fueron sentidas como poco importantes.

Buenos Aires, 2011

Vivimos en una era de movimiento. Más que en cualquier otro momento de la historia, las personas y las cosas se desplazan distancias más largas, con mayor frecuencia y más rápido que nunca. Todo lo que era sólido se derritió en el aire hace mucho tiempo y ahora está en plena circulación por todo el mundo, como lo hacen las semillas de diente de león que son arrastradas por vientos turbulentos. Ahora nos vemos a nosotros mismos, en las etapas tempranas del siglo XXI, en un mundo en el que los referentes de la humanidad se encuentran cada vez más determinados por el movimiento i. Hemos entrado en una nueva era histórica definida en gran parte por el movimiento y la movilidad, de modo que urge una nueva ontología histórica apropiada para nuestro tiempo. La observación de finales del siglo XX y principios del siglo XXI fue marcada por una creciente noción de "movilidad y liquides" tal y como ha sido reconocido ampliamente en la literatura académica ii. Hoy, sin embargo, nuestra orientación es diferente. Nos encontramos ahora situados en el otro lado de esta transición anunciada. Por lo tanto, hoy nos enfrentamos a una nueva pregunta: ¿cómo traer de nuevo todo lo derretido a sólidos? iii Responder esta pregunta requiere, entre otras cosas, una nueva ontología filosófica. En otras palabras, ¿qué es lo que la naturaleza cinética de los eventos contemporáneos revela acerca de la naturaleza del ser que es capaz de producir su representación? Si la historia actual ha llegado a ser tan móvil como lo es hoy, ¿qué dice esto sobre la naturaleza de la realidad que es capaz de soportar este grado de movilidad? Si el ser es definido por la primacía histórica del movimiento pero las ontologías existentes no lo son, entonces necesitamos una nueva ontología histórica para nuestro tiempo iv. El presente, sin embargo, no es un conjunto de cosas y fechas homogéneas y cerradas. Parece ser más un proceso abierto en sí, una cuestión de lucha material y performativa. No obstante, la idea del presente como un "sitio abierto de lucha" es también una invención histórica reciente que disipa la movilidad del presente para llegar a ser diferente de lo que es. Siguiendo el espíritu de una investigación más amplia propongo aquí una introducción a la teoría de läontología del movimiento¨. Este no es un término de uso común en filosofía y por lo tanto aún no tiene una definición clara o un linaje histórico común. Este ensayo trata de proporcionar precisamente estas cosas.

Razón y palabra, 2008

2011

En el presente documento se escribe sobre las ontologías, las normas para desarrollarla, las características de los programas y los lenguajes asociados a éstas. En la primera parte se describe el problema, el cual trata básicamente del Por qué se crea la ontología. El estudio se realiza en Colombia, en la universidad Sergio Arboleda y la línea de investigación trabajada es el desarrollo de Software, de la cual hace parte esta investigación. Finalmente se da a conocer en qué fase se encuentra el proyecto, qué objetivos se han cumplido y cuáles son las siguientes fases a seguir para culminar este proyecto.

Estamos participando en una transformación histórica fundamental: se está gestando una nueva y radicalmente diferente comprensión de los seres humanos. Este es uno de aquellos acontecimientos especiales de la historia que tienen el poder de reconfigurar lo posible y de modificar el futuro.

La ontología hoy es la ciencia del ente. Para la ontología todo es ente, todo es algo: lo existente, lo no existente y lo imaginario, real o ideal. Todo está en su campo pragmático. Ella no desprecia ni lo mas frívolo.

2011