Presentació ó ó ón Desalojar el síntoma para desembarazar al enfermo del mismo y para aliviar su sufrimiento y prolongar su vida, tal es ciertamente de manera muy esquemática, el proyecto de la medicina. En cuanto al psicoanálisis, este acoge el síntoma, al menos el síntoma analizable como una producción del inconsciente del sujeto, es decir como una formación del inconsciente que es la expresión cifrada de un mensaje disfrazado del conflicto entre dos fuerzas opuestas: la del deseo inconsciente y la dela defensa vinculada al Yo. Las relaciones entre la medicina y el psicoanálisis se han manifestado como problemáticas desde sus comienzos en su encuentro con la histeria. Los síntomas histéricos aparecían a los ojos del psicoanálisis como una emergencia del sujeto frente a una medicina cada vez más cientifizada y en connivencia con las condiciones sociopolíticas vinculadas al discurso capitalista desde la revolución industrial. Freud supo o pudo escuchar la queja histérica inconsciente después de un trabajo de análisis gracias a la escucha que permitía el método psicoanalítico inventado por Freud y a la hipótesis de la represión y del inconsciente, junto a la importancia de lo sexual en sentido amplio para el equilibrio del sujeto. La formación del analista no exige necesariamente una formación médica que incluso puede ser contraproducente o en todo caso una pérdida de tiempo, Como le escribía Freud a Ferenczi en 1929 en referencia a la polémica generada por la cuestión del análisis laico: lo médico es «la última máscara que reviste la resistencia contra el psicoanálisis y la más peligrosa de todas», hoy en día podríamos agregar otra: la psicología clínica y ciertas prácticas psicoterapéuticas. Será más bien el psicoanálisis del futuro psicoanalista y la elaboración teórica de la experiencia analítica lo que constituirá la condición necesaria de su formación. El curso 1965-1966, Lacan estaba desarrollando su seminario XIII sobre El objeto del psicoanálisis. El 16 de febrero de 1966, la sesión correspondiente a este seminario fue sustituida por una mesa redonda que reunió a médicos y psicoanalistas, organizada por el Collège de médecine en el Hospital de la Salpêtrière con el título: Psicoanálisis y medicina, y presidida por Jenny Aubry. En ella participaron, además de la Sra. Aubry, el Sr. Klotz, el Sr. Royer, la Sra. Ginette Raimbault y Jacques Lacan.