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No nos conocemos a nosotros mismos, nosotros los conocedores. Pero esto tiene su razón de ser. Si nunca nos hemos buscado, ¿cómo íbamos a poder encontrarnos algún día? Con razón se ha dicho: <donde está vuestro tesoro, allí está también vuestro corazón>; nuestro tesoro está donde se hallan las colmenas de nuestro conocimiento. Estamos siempre de camino hacia allí, como animales dotados de alas desde su nacimiento y colectores de la miel del espíritu, y en realidad es una sola cosa la que íntimamente nos preocupa: <traer algo a casa>. En lo que se refiere al resto de la vida, a lo que se ha dado en llamar <vivencias>, ¿quién de nosotros tiene siquiera la seriedad suficiente para ello?, ¿o el tiempo suficiente? Este problema del valor de la compasión y de la moral de la compasión (soy un enemigo del vergonzoso reblandecimiento moderno de los sentimientos) parece ser en un primer momento solamente algo separado, un signo de interrogación por sí mismo. Pero a quien se detiene aquí, a quien aprende a preguntar, le pasará lo que a mí; se le abre una enorme perspectiva nueva, una posibilidad se apodera de él como el vértigo; surgen todo tipo de desconfianzas, recelos, temores; la fe en la moral, en toda moral, se tambalea, u finalmente le habla en voz alta a una nueva exigencia. Expresémosla, esta nueva exigencia: necesitamos una crítica de los valores morales, hay que cuestionar el valor mismo de esos valores, y para ello hace falta un conocimiento de las condiciones y circunstancias de las que han surgido, bajo las que se han desarrollado y han tomado diversas formas (moral como consecuencia, como síntoma, como máscara, como tartufería, como enfermedad, como veneno), un conocimiento tal y como hasta ahora no lo ha habido, y ni siquiera se ha deseado. Se tomaba el valor de esos <valores> como dado, como efectivo, como si estuviese más allá de todo cuestionamiento; hasta ahora no se ha dudado ni vacilado lo más mínimo en considerar el valor <bueno> más valioso que el valor <malo>, más valioso en el sentido del fomento, la utilidad, el desarrollo de el hombre como tal (el futuro del hombre incluido). ¿Y si sucediese más bien al contrario? ¿Y si en el <bueno> residiese un síntoma de retroceso, e igualmente un peligro, una tentación, un veneno, un narcótico, gracias al cual acaso el presente viviese a costa del futuro, quizá con más comodidad, menos peligrosamente, pero también con menos estilo, de modo más bajo?... ¿De manera que justo la moral fuese la culpable de que el supremo poderío y esplendor del tipo <hombre>, de suyo posible, nunca se alcanzase? ¿De manera que justo la mora fuese el peligro de los peligros?...
profeta», uno de esos espantosos híbridos de enfermedad y de voluntad de poder denominados fundadores de religiones. Es preciso ante todo oír bien el sonido que sale de esa boca, ese sonido alciónico, para no ser lastimosamente injustos con el sentido de su sabiduría. «Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo.» Los higos caen de los árboles, son buenos y dulces; y, conforme caen, su roja piel se abre. Un viento del norte soy yo para higos maduros. Así, cual higos, caen estas enseñanzas hasta vosotros, amigos míos: ¡bebed su jugo y su dulce carne! Nos rodea el otoño, y el cielo puro, y la tarde.
AL LECTOR Quienquiera que tú seas, amado extranjero, que por primera vez encuentro, entrégate al encanto de esta hora y del silencio que nos rodea por todas partes, y deja que te refiera un pensamiento que se eleva ante mí y que quisiera arrojar su luz sobre ti como sobre cualquier otro, igual que una estrella, porque ésta es la misión de las estrellas. El eterno retorno. ABNEGACION ...el que practica el desinterés, la abnegación, el sacrificio; esta voluptuosidad es de la misma esencia que la crueldad... la mala conciencia, la voluntad de torturarse a sí mismo dan únicamente la condición primera para fijar el valor del desinterés. Más allá del bien y del mal. ABOLENGO ...triunfo de la cultura sobre el orgullo del abolengo. Humano, demasiado humano. Vuestro honor no lo constituirá vuestro origen, sino vuestro fin. Así habló Zaratustra. La selección de los aforismos aquí compilados ha sido hecha en base al estudio de las numerosas ediciones de Federico Nietzsche, en castellano, francés y alemán. De cada pensamiento cítase, por motivos de brevedad, únicamente el título del volumen que lo contiene; la clasificación por temas es a los efectos de mantener una unidad de pensamiento y de su mejor manejo. Se puede estar orgulloso con justo título de una línea ininterrumpida de padres a hijos, de "buenos" abuelos, pero no de la ascendencia en sí, pues cada uno la tiene igualmente. La descendencia de buenos abuelos es lo que constituye la nobleza de nacimiento; una sola solución de continuidad en esta cadena, un solo antepasado malo, suprime esta nobleza. Al que habla de su nobleza, le debemos preguntar: ¿No tienes entre tus antepasados ningún hombre violento, ávido, extravagante, malo, cruel? Humano demasiado humano. En los hijos de los grandes genios estalla la locura; en los de los grandes virtuosos, la idiotez, observa Aristóteles. ¿Quería de este modo invitar a los hombres excepcionales al matrimonio? Aurora. ABURRIMIENTO Ahuyentar el aburrimiento de cualquier manera: esto es vulgar, como el trabajo sin placer es vulgar. El eterno retorno. Muchas personas, sobre todo algunas mujeres, no sienten el aburrimiento, porque jamás han sabido trabajar regularmente. Humano, demasiado humano. El proverbio "El magiar es demasiado perezoso para aburrirse", da mucho en qué pensar. Unicamente los animales mejor organizados y más activos son los que pueden aburrirse. ¡Qué gran asunto para un poeta: el aburrimiento de Dios el séptimo día de la creación! Humano, demasiado humano. ACADEMIA En todas las instituciones donde no penetra el aire de la plaza pública crece, como un hongo, una corrupción inocente (por ejemplo, en las corporaciones de sabios y en las academias). Humano, demasiado humano. ACCIONES El hombre hace meritoria una acción; pero, ¿cómo podrá una acción hacer meritorio a un hombre? Así habló Zaratustra. ¿Quién estimaría el valor de una cerilla porque destruyese por casualidad una población entera? Tratados filosóficos.
Una maldición sobre el cristianismo (Título original: Der Antichrist. Fluch auf das Christentum) PROLOGO Este libro pertenece a los menos. Tal vez no viva aún ninguno de ellos. Es posible que sean los que comprendan mi Zaratustra. ¿Cómo iba a permitirme Friedrich Nietzsche EL ANTICRISTO 1
Toda persona que ha visto la película dirigida por Quentin Tarantino, Django Unchained, recuerda la dramática escena donde el Dr. Schultz intenta relatarle a Django (protagonista de la película) la leyenda alemana de Siegfried y Brynhildr. La intención del Dr. Schultz era provocar una reacción en Django para que el mismo se asociara con Siegfried, asociara a su esposa Broomhilda con Brynhildr y ganarse su confianza. Pero he aquí el punto critico de este ensayo. ¿Puede ser Django asociado con los ideales que Siegfried representa en la antigua leyenda Alemana? ¿O tal vez Quentin Tarantino tomo como base otros ideales un poco mas modernos (postmodernos para ser mas específicos) cuando creo el personaje de Django?
Nietzsche (AFI ˌfʁiːdʁɪç ˌvɪlɦɛlm iːt ʃə) (Röcken, cerca de Lützen, 15 de octubre de 1844-Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.
Quedé con Wilhelm Pinder en hacer una excursión al Leusch, que decidimos sería al domingo siguiente (éste fue el 19 de julio). Así, a las siete de la mañana salimos de la ciudad por la Jakobsthor [puerta de san Jacobo]. El tiempo era muy agradable, pues hacía menos calor qué en días anteriores. En vez de la polvorienta carretera principal, elegimos el sendero entre los campos, el cual transcurre junto a la denominada Terraza de los Usitas. Enseguida llegamos a las yeserías, donde reposamos un poco. Desde aquí vimos ya ante nosotros el Leusch coronando una altura, con lo que alcanzamos nuestra primera meta. Entramos en el bosque; aquí todo era frescor, el rocío resplandecía en las ramas, los pájaros cantaban y el tañido de las campanas llamando a la iglesia sonaba maravillosamente al oído, a veces débilmente, y oteas, con más intensidad. La vista desde ahí no es menos bella, puesto que el Leusch se eleva ya considerablemente sobre Naumburg. En torno al horizonte se extendía un cerco perfecto de montañas, en su centro descansa Naumburg, cuyos campanarios brillaban a los rayos del sol. Desde aquí proseguimos hasta el valle de Wathau, para después tomar el camino del parque comunal hacia casa. Pronto avistamos una oscura cadena de montañas, que se iba haciendo cada vez mas grande y, finalmente, teníamos ante nosotros el valle de Wethau. Los montes que lo rodean están cubiertos de bosque, y tras ellos se eleva todavía otra cadena de montañas azules. Subimos valle arriba a un pequeño lago[...]
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PRAXIS FILOSÓFICA NO. 56 ENERO-JUNIO 2023 , 2023
Nietzsche y Marx, 2019
Nietzsche: Crítica a la Metafísica y a diversos conceptos metafísico-lingüísticos