El centro del mundo esta virando del océano Atlántico al Pacífico. Tanto es así que para muchos la imagen del mundo ha pasado de aquella en la que Europa y América flanqueaban a un océano Atlántico centrado, a la que situa al Pacífico como eje del mundo con América, otra vez, y los países del este asiático rodeando al Océano. Pero las razones para este cambio no son estéticas. En general, los países asiáticos son los que presentan economías con mayor crecmiento y mejores perspectivas de futuro. La economía tiene un mayor desarrollo en Asia, mientras Europa tiene problemas económicos, sociales y políticos que crean incertdumbre sobre el futuro del viejo continente. Otro de los síntomas de este cambio del centro de gravedad mundial es la demografía. Europa es el continente más viejo y con una piramide poblacional que compromete el futuro de la economía continental y las estructuras sociales sobre las que se cimenta el llamado estado del bienestar. Mientras tanto, Asia ha superado los 7 billones de personas de las que la mayoría son jóvenes y posee unas estructuras sociales que no le lastran a medio, ni largo plazo. Además, los países asiáticos "amenazan", y en parte ya cumplen, con una mayor interelación económica que aumente las diferencias. La ASEAN, los tratados de libre comercio bilaterales, etc. son muestras de esta tendencia. Sin embargo, hay algunos problemas por resolver en la ecuación asiática. El primero es cómo van a convivir los diferentes países según su desarrollo vaya en aumento. El protagonista, como en casi todo lo que a Asia se refiere, es China. El gran gigante chino amenaza la supremacía mundial de Estados Unidos y en este crecimiento sus intereses han empezado a "chocar" con los de sus vecinos regionales. No son pocos los países que ven una amenaza en la hegemonía China en el área. Aunque China mantiene un discurso oficial pacífico, la modernización y reestructuración de sus FAS, la internacionalización de sus intereses militares y su firmeza a la hora de defender ciertas disputas territoriales inquietan a los países vecinos Ante la amenaza China, el resto de países han optado por mejorar sus ejércitos. Y lo han hecho de dos maneras: mejorando y adecuando sus FAS y mediante alianzas. Como dato significativo decir que en 2015 la media del gasto en defensa (% del PIB) de los países estudiados (Japón, Corea del Sur y ASEAN) roza el 2% mientras que el de los países de la OTAN, excluyendo a EE.UU., es del 1,5%. Este dato, aunque al ser algo aislado puede ser engañoso, no deja de ser sintomático de que existe una carrera armamentísitica entre los países estudiados, y posiblemente por la presencia amenazante de China. Llegados a este punto, en el que la presencia de China es sentida para el resto como una amenaza, aprece el papel de EE.UU. como variable dependiente. Así pues las preguntas que se plantean son muchas: ¿Qué papel juega EEUU en Asia? ¿Su presencia solo le beneficia a él? ¿Lo necesita el resto de países? ¿Pueden los países del ASEAN hacer frente ante una amenaza china? ¿Japón y Corea del Sur necesitan a EEUU como aliado necesario? etc. Son muchas las preguntas formuladas y que sólo el tiempo nos irá dando las respuestas correctas. En el presente trabajo trataré de estudiar parte de la problematica planteada y aclarar, en la medidad de lo posible, como está el equilibrio de poder, desde le punto de vista militar, en el sudeste asiático, añadiendo Japón y Corea del Sur, como actores revelantes a nivel continental.