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En la edición de 1980 de la Bienal de Venecia se admitió a los arquitectos, los cuales siguieron así a los pintores y cineastas. La nota que sonó en aquella primera bienal de arquitectura fue de decepción, y podríamos describirla diciendo que quienes exhibieron sus trabajos en Venecia for-maban una vanguardia de frentes invertidos. Quiero decir que sacrificaban la tradición de modernidad a fin de hacer sitio a un nuevo historicismo. En aquella ocasión, un crítico del periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, propuso una tesis cuya importancia rebasa con mucho aquel acontecimiento en concreto para convertirse en un diagnóstico de nuestro tiempo: «La posmodernidad se presenta claramente como antimodemidad». Esta afirmación describe una corriente emocional de nuestro tiempo que ha penetrado en todas las esferas de la vida intelectual, colocando en el orden del día teorías de postilustración, posmodernidad e incluso posthistoria. La frase «los antiguos y los modernos» nos remite a la historia. Empecemos por definir estos conceptos. El término «moderno» tiene una larga historia, que ha sido investigada por Hans Robert Jauss. La palabra «moderno» en su forma latina «modernus» se utilizó por primera vez en el siglo V a fin de distinguir el presente, que se había vuelto oficialmente cristiano, del pasado romano y pagano. El término «moderno», con un contenido diverso, expresa una y otra vez la conciencia de una época que se relaciona con el pasado, la antigüedad, a fin de considerarse a si misma como el resultado de una transición de lo antiguo a lo nuevo. Algunos escritores limitan este concepto de «modernidad» al Renacimiento, pero esto, históricamente, es demasiado reducido. La gente se consideraba moderna tanto durante el período de Carlos el Grande, en el siglo XII, como en Francia a fines del siglo XVII, en la época de la famosa «querella de los antiguos y los modernos». Es decir, que el término «moderno» apareció y reapareció en Europa exactamente en aquellos períodos en los que se formó la conciencia de una nueva época a través de una relación renovada con los antiguos y, además, siempre que la antigüedad se consideraba como un modelo a recuperar a través de alguna clase de imitación. El hechizo que los clásicos del mundo antiguo proyectaron sobre el espíritu de tiempos posteriores se disolvió primero con los ideales de la Ilustración francesa. Específicamente, la idea de ser «moderno» dirigiendo la mirada hacia los antiguos cambió con la creencia, inspirada por la ciencia moderna, en el progreso infinito del conocimiento y el avance infinito hacia la mejoría social y moral. Otra forma de conciencia modernista se formó a raíz de este cambio. El modernista romántico quería oponerse a los ideales de la antigüedad clásica; buscaba una nueva época histórica y la encontró en la idealizada Edad Media. Sin embargo, esta nueva era ideal, establecida a principios del siglo XIX, no permaneció como un ideal fijo. En el curso del XIX emergió de este espíritu romántico la conciencia radicalizada de modernidad que se liberó de todos los vínculos históricos específicos. Este 1 El texto de este ensayo corresponde inicialmente a una charla dada en septiembre de 1980, cuando la ciudad de Frankfurt galardonó a Habermas con el premio Theodor W. Adorno. En marzo de 1981 se dio como conferencia en la Universidad de Nueva York, y en el invierno de ese año fue publicado bajo el titulo «Modernidad contra posmodernidad» en New German Critique. Se reproduce aquí con permiso del autor y el editor.
En 1980, la Bienal de Venecia incluyó arquitectos en la muestra. La nota dominante en esa primera bienal de Arquitectura fue la desilusión. Diría que los que estaban en Venecia formaban parte de una vanguardia que había invertido sus frentes, sacrificando la tradición de la modernidad en nombre de un nuevo historicismo. En esa ocasión, el crítico del Frankfurter Allgemeine Zeitung esbozó una tesis cuya significación superaba el hecho mismo de la bienal para convertirse en un diagnóstico de nuestro tiempo: "La posmodernidad se presenta, sin duda, como Antimodernidad". Esta afirmación se aplica a una corriente emocional de nuestra época que ha penetrado todas las esferas de la vida intelectual. Y ha convertido en puntos prioritarios de reflexión a las teorías sobre el posiluminismo, la posmodernidad e, incluso, la poshistoria.
El Axolote Ilustrado. Revista cultural iberoamericana, 2021
Breve artículo sobre la brillante y problemática obra de Jürgen Habermas.
Reseña crítica por Jorge Senior Concepciones de la modernidad: una perspectiva sobre dos tradiciones es una conferencia de Habermas dictada en Corea del Sur en 1996 y publicada en 1998, revisada en 2009 y traducida al español en 2011, con una extensión de 36 páginas. Este escrito es una reseña sobre esa charla con comentarios críticos al comienzo y al final. Se trata de una síntesis sobre un hilo filosófico que va de Kant al propio autor.
Persona y derecho: Revista de fundamentación de las Instituciones Jurídicas y de Derechos Humanos, 1989
En las últimas décadas, buena parte de la discusión filosófica ha girado en tomo a la actitud que la filosofía ha de mantener respecto de aquello que-de una manera más o menos vaga, y cuya determinación también es polémica-llamamos filosofía moderna. El peso de la balanza, en el que intervienen no pocos factores ajenos a la filosofía-modas, estilos culturales, acontecimientos políticos y sociales-, parece inclinarse del lado de quienes consideran que lo moderno debe ser despedido como un lastre incómodo, extraño a las configuraciones culturales de nuestra época o, simplemente, agotado en su capacidad de explicar la realidad. Como suele ocurrir con todas las ideas que se presentan como el comienzo de una nueva etapa de la historia, hay una cierta resistencia a aceptar un compromiso con lo anterior y los juicios pretenden ser definitivos. En este caso, entre lo que se anuncia como una novedad y lo que se impugna como un esfuerzo estéril existe un abismo absoluto. No se aspira a corregir la unilateralidad de la racionalidad moderna, ni a señalarle un nuevo itinerario, pues es la razón misma la que se encuentra en el banquillo de los acusados, interpelada desde muy diversas instancias. Es cierto que la idea moderna de racionalización ha adquirido-desde que Max Weber la formulara con toda su ambigua significación-una
Título: La Periferia en la definición de la sociedad moderna.
Sociológica México, 1990
Este artículo parte de la tesis central de que la vinculación de la cuestión urbana con los problemas básicos de la teoría sociológica pasa por el hecho de que la ciudad expresa espacialmente en las sociedades modernas, la escisión, consustancial a dichas sociedades, de las esferas de lo público y lo privado. Esta tesis y su importancia sociológica respecto del análisis urbano, se desarrolla y fundamenta en cuatro pasos. En primer término, se efectúa una breve revisión de ciertos aspectos centrales de la interpretación de la modernidad realizada por las vertientes weberiana, marxiana y durkheiniana de la teoría sociológica clásica, mostrándose su vinculación con la escisión de referencia. En segundo término, se examinan las relaciones que la cuestión urbana guarda con la problemática coexistencia de los intereses públicos, privados y colectivos en las sociedades modernas. En tercer término, la discusión presentada en los dos primeros pasos, es ilustrada a través del caso de la sociedad mexicana, en términos de lo que los autores denominan "modernidad inconclusa" Por último, se procura mostrar la relevancia para el análisis urbano de los conceptos y problemas planteados, a través de un breve examen del proceso de institucionalización de la planeación urbana en México.
Boletín Cultural y Bibliográfico, 1996
Modernidad y posmodernidad en Latinoamerica. Jaime Eduardo Jaramillo Jimenez. Centro de Escritores de Manizales, Manizales, 1995, 122 pags.
Papeles de Cultura Contemporánea Hum736
El presente artículo plantea un acercamiento al proyecto Contemporánica, desarrollado entre 2016 y 2020 en el Centro Cerámica Triana (Sevilla), como ejemplo de los procesos de artificación de materiales y técnicas cerámicas artesanales. A partir de las exposiciones desarrolladas a lo largo de tres temporadas, resulta posible plantear una aproximación a las operaciones de trasvase desde unas esferas tradicionalmente recluidas dentro del campo de la alfarería funcional o la artesanía decorativa hacia su aprovechamiento por parte de creadores multidisciplinares procedentes de las últimas tendencias artísticas y su reubicación dentro de los parámetros de una dicción contemporánea.
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Jesús de la Sota. Una vida de creación, 2020
Vías en comunidad. Perspectivas humanísticas transdisciplinarias, 2022
Estudios de Asia y África, Vol. 43, No. 135, 2007
A Parte Rei: Revista de Filosofía de España, N°73, Enero 2011, 2011
Revista Interamericana de Investigación, Educación y Pedagogía, 2016