2006 introduce la obligación de realizar evaluaciones diagnósticas a todo el alumnado cuando finalicen el segundo ciclo de Primaria y el segundo curso de la ESO. Esta medida supone una importante novedad dentro de las prácticas que las Administraciones educativas mantenían en cuanto a evaluaciones externas. Hasta la fecha, se venía insistiendo en utilizar la evaluación con pruebas estándares para conocer y evaluar el sistema e incluso los centros. En este momento, se plantea una evaluación que sirve de diagnóstico para todos y cada uno de los alumnos y alumnas y que, además, será de gran utilidad para los centros y para la propia Administración educativa para conocer en qué grado se están adquiriendo las competencias básicas incluidas en los currículos de estas etapas escolares. Como en ocasiones ocurre ante las novedades, puede entrañar cierto sentimiento de inseguridad e incluso incomodidad. Muchos sistemas educativos tienen incorporadas -con excelentes resultados-estas prácticas, ya que contribuyen a una mayor implicación de todos, porque aportan al centro y a las familias información de qué niveles han alcanzado los estudiantes cuando se someten a una prueba igual para todo el alumnado, sea cual fuere el centro en el que estén escolarizados. Esperamos, por lo tanto, que las ventajas serán mayores que los inconvenientes que genere esta evaluación. No debe perderse de vista que se trata de una evaluación diagnóstica; es decir, una evaluación que pretende conocer para intervenir, para ayudar. Este es el enfoque que la LOE establece para estas evaluaciones. La evaluación como ayuda, la evaluación como herramienta de mejor conocimiento del alumno o de la alumna, marca una diferencia con respecto a la evaluación entendida como mera constatación, sin consecuencias para la mejora de lo evaluado. En esta publicación, que ponemos en manos del profesorado, se insiste en lo que representa evaluar en términos de competencias básicas y se da información sobre el sentido de esta evaluación en la dinámica de la vida ordinaria de los centros, porque no debe olvidarse que esta evaluación debe incorporarse al trabajo ordinario y a la rutina anual, puesto que no se trata de una evaluación específica que se elabora en un momento determinado, sino de una tarea que anualmente debe realizarse con todo el alumnado de los cursos que cierran la Primaria y el ciclo inicial de la ESO. Esta publicación, Marco teórico de la evaluación diagnóstica, incluye también modelos de pruebas que pueden orientar al profesorado en este primer momento de implantación para conocer previamente en qué va a consistir esta evaluación diagnóstica. Lógicamente deben considerarse como meros ejemplos.