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Boxeo

Abstract

Para 1914 muchos de los deportes introducidos por los británicos durante el siglo anterior se habían convertido en prácticas de tiempo libre diseminadas a lo largo del territorio nacional (Olivera 1932). En ese proceso un conjunto de pruebas hípicas tradicionales como el pato, la cinchada, la pechada, la corrida de la bandera y el juego de cañas habían desaparecido o habían sido prohibidas y reemplazadas por los deportes ecuestres británicos (Slatta 1986). En esta incorporación hubo, como era de esperar, una selección de prácticas que hicieron posible la expresión de identidades, no solo masculinas sino de clase y nacionales. Sobre esto volveré más adelante pero lo más importante es constatar que la apropiación étnica exclusiva de algunos de los deportes más practicados, aún en el caso del polo, había dejado de ser tal con una sola excepción que confirmaba la regla: el cricket. Este era el deporte británico más antiguo en la Argentina, introducido a comienzos del siglo XIX, y con el primer partido internacional entre la Argentina y Uruguay jugado en 1868, mucho antes del primer enfrentamiento en fútbol que se dio en 1904 (Graham-Yooll 1999: 177). En los comienzos de la Primera Guerra Mundial, este deporte era practicado solo en los clubes británicos y en los lugares de trabajo en donde los británicos eran mayoría, y su escaso éxito entre los argentinos nativos e inmigrantes no británicos era, para muchos, algo que debía explicarse.