En cualquier caso, para aproximarse al conocimiento de la situación actual en el conflicto palestino-israelí es necesario remontarse a los acontecimientos históricos más significativos, que en su devenir han alumbrado al Estado de Israel, a los territorios ocupados por el Estado de Israel, habitados por palestinos y colonos israelíes, y a los Estados árabes que estuvieron en conflicto abierto con Israel.
A partir de 1967, las autoridades israelíes de ocupación promoverán el establecimiento de ciudadanos israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, colocando a la población palestina de los territorios, bajo administración militar, situación esta que se mantuvo hasta la entrada de la Autoridad Nacional Palestina durante el proceso de negociaciones de Oslo en los años noventa del siglo XX, en que se produjo un levantamiento parcial de la jurisdicción militar israelí.
Gravemente preocupado y alarmado por el deterioro de la situación en los territorios palestinos y otros territorios árabes ocupados por Israel desde 1967, incluida Jerusalén, Teniendo presente la necesidad de examinar medidas con miras a la protección imparcial de la población civil palestina bajo ocupación israelí, Considerando que la política y las prácticas actuales de Israel, la potencia ocupante, en los territorios ocupados habrán de tener graves consecuencias para los esfuerzos encaminados a lograr una paz completa, justa y duradera en el Oriente Medio, 1.
1967, y 338 (1973), de 22 de octubre de 1973, Consciente de que han pasado más de cincuenta años desde la aprobación de la Resolución 181 (II), de 29 de noviembre de 1947, y treinta y tres años desde la ocupación del territorio palestino, incluida Jerusalén, en 1967, Habiendo examinado el informe del Secretario General presentado de conformidad con la petición formulada en su Resolución 54/42, de 1.° de diciembre de 1999, Reafirmando la responsabilidad permanente de las Naciones Unidas respecto de la cuestión de Palestina hasta que se resuelva en todos sus aspectos, Convencida de que el logro de un arreglo definitivo y pacífico de la cuestión de Palestina, núcleo del conflicto árabe-israelí, es imperativo para lograr una paz general y duradera en el Oriente Medio, Consciente de que los principios de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos figuran entre los propósitos y principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, Afirmando el principio de la inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra, Afirmando también el carácter ilegal de los asentamientos israelíes en el territorio ocupado desde 1967 y de las acciones israelíes encaminadas a modificar el estatuto de Jerusalén, Afirmando una vez más el derecho de todos los Estados de la región a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas internacionalmente, Recordando el reconocimiento mutuo entre el Gobierno del Estado de Israel y la Organización de Liberación de Palestina, la representante del pueblo palestino, y la firma por ambas partes de la Declaración de Principios sobre las Disposiciones relacionadas con un Gobierno Autónomo Provisional, en Washington, D.C., el 13 de septiembre de 1992, así como los acuerdos ulteriores sobre la aplicación, incluido el Acuerdo Provisional Israelí-Palestino sobre la Ribera Occidental y la Faja de Gaza, firmado en Washington, D.C., el 28 de septiembre de 1993, Recordando también el retiro del ejército israelí de la Faja de Gaza y la zona de Jericó en 1995, de conformidad con los acuerdos concertados por las partes, y la entrada en funciones de la Autoridad Palestina en esas zonas, así como los redespliegues ulteriores del ejército israelí en el resto de la Ribera Occidental, Tomando nota con satisfacción de la celebración con éxito de las primeras elecciones generales palestinas, Tomando nota de la firma del Memorando de Sharm el-Sheik (Egipto) el 4 de septiembre de 1999, Tomando nota también del nombramiento por el Secretario General del Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz del Oriente Medio y Representante Personal del Secretario General ante la Organización de Liberación de Palestina y la Autoridad Palestina, y de la contribución positiva que supone dicho nombramiento, Acogiendo con beneplácito la convocación de la Conferencia en apoyo de la paz en el Oriente Medio, en Washington, D.C., el 1.° de octubre de 1993, así como todas las reuniones complementarias y los mecanismos internacionales creados para prestar asistencia al pueblo palestino, incluida la reunión de donantes celebrada en Tokio el 15 de octubre de 1999, Expresando su profunda preocupación por los trágicos acontecimientos ocurridos en Jerusalén oriental ocupada y el resto del territorio palestino ocupado desde el 28 de septiembre de 2000, con el saldo de un gran número de muertos y heridos, principalmente entre los civiles palestinos, y preocupada también por los enfrentamientos entre las fuerzas armadas israelíes y la policía palestina y las bajas sufridas por ambas partes, Expresando también su profunda preocupación por el grave empeoramiento de la situación en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén, y las dificultades con que tropieza el proceso de paz del Oriente Medio, 1.
El Consejo de Seguridad, Recordando sus Resoluciones 476 (1980), de 30 de junio de 1980, 478 (1980), de 20 de agosto de 1980, 672 (1990), de 12 de octubre de 1990, y 1073 (1996), de 28 de septiembre de 1996, y todas sus otras resoluciones pertinentes, Profundamente preocupado por los trágicos acontecimientos que se han producido desde el 28 de septiembre de 2000, que han causado numerosos muertos y heridos, en su mayoría palestinos, Reafirmando que una solución justa y duradera del conflicto entre árabes e israelíes ha de basarse en sus Resoluciones 242 (1967), de 22 de noviembre de 1967, y 338 (1973), de 22 de octubre de 1973, mediante un proceso de negociación activo, Expresando su apoyo al proceso de paz del Oriente Medio y a las iniciativas para lograr un arreglo definitivo entre las partes israelí y palestina, e instando a ambas partes a cooperar en esas iniciativas, Reafirmando la necesidad de que los santos lugares de la ciudad de Jerusalén sean plenamente respetados por todos, y condenando cualquier comportamiento contrario a ello, 1.
Las tareas de (re)construcción de un Estado palestino: especial referencia a los mecanismos de justicia de transición necesarios en la reparación de las víctimas de las violaciones de derechos humanos en el marco del conflicto ..
El principal enfrentamiento y por lo que esa zona es un polvorín, es debido a la guerra sectaria por el dominio del poder islámico que se disputan entre chiítas representados por Irán y sus lacayos contra los sunitas representados por Arabia Saudita y sus agrupaciones terroristas como Al Qaeda, Al Nusra e ISIS. Explicado de una mejor forma por la analista Fatiha Dazi – Héni
El conflicto árabe se refiere a la tensión política y los conflictos armados entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes, en particular los palestinos. Este conflicto Árabe-Israelí es tan antiguo como la vida misma; esto ocurre entre los territorios de Palestina e Israel, en el que las causas fueron territoriales, económicas, políticas y religiosas. Además, participaron otros países como Gran Bretaña, Estados Unidos y también Organizaciones, como las Naciones Unidas, la Organización Sionista Mundial y la Organización para la Liberación de Palestina.
El periodo del mandato británico 1920-1948 La partición de Palestina por la ONU Estado y expulsión, 1948 La guerra de 1967 y la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza La historia del terrorismo en Oriente Próximo Crítica judía del sionismo El Sionismo y el Holocausto Consideraciones generales Fundamentalismo judío en Israel La intifada 2000 y el "proceso de paz" Opiniones sobre el futuro Conclusión I (para lectores judíos) Conclusión II (para todos los que apoyan las acciones de Israel)
El trabajo analiza la situación actual del conflicto palestino-israelí a partir de un proceso que exhibe etapas diferenciables y diversos ciclos en los que han alternado el diálogo y la violencia. Plantea que, como muchos otros conflictos que se han perfilado en el Medio Oriente, con carácter fundamentalmente político, sus raíces históricas, su permanencia y su profundidad apuntan hacia dimensiones y móviles no solo políticos, sino también aquellos de carácter primordial, como son los étnicos, los religiosos y los nacionales. En el trabajo converge el análisis histórico con el de coyuntura y permite, de este modo, dibujar un panorama más abarcador e integral de este sostenido conflicto. The current status of the Palestinian-Israeli conflict is here analyzed from the perspective of a process exhibiting varying stages and cycles through whch dialogue and violence have alternated. As many other conflicts in the Middle East, having a basically political character, the historical roots, permanence, and depth of the Palestinian-Israeli conflict reveal not only dimensions and rationales of a political nature, but also those of a primordial character, such as ethnic, religious, and national issues. As historical and current analyses are here applied the chapter presents a more comprehensive and far-reaching panorama of that enduring conflict.