Producción de Asadito

 Las galletas de agua, generalmente son redondas y muy grandes. Como en el horno se produce una contracción longitudinal, los cortadores deben ser ovalados, y la forma se controla por la relajación de la masa antes del equipo cortador.

Producción de cerdos, 2016

Manual de Producción Porcícola

© Coordinación de Publicaciones Digitales. DGSCA-UNAM Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente completa y su dirección electrónica.

Primeramente a Dios, fuente de inspiración en mis momentos de angustias, esmero, dedicación y alegrías, sin cuyo empuje no hubiese sido posible.

Son muchas las hortalizas que se pueden sembrar en una huerta. Hay cultivos de hoja muy pequeños, como la rúcula y la radicheta y otros grandes y altos como el tomate y el pimiento, que pueden alcanzar los dos metros de altura. El tamaño de la planta es uno de los factores que va a indicar cómo y dónde sembrar las semillas, de las cuales se debe determinar tamaño, rapidez con que germina, cantidad de agua que necesita, costo y dónde y cómo tener el cultivo. Una forma de cuidar las siembras es realizando almácigos o almacigueras. ¿Qué es un almacigo? Un almacigo o almaciguera es el lugar donde se siembran distintos tipos de semillas bajo condiciones controladas y se cuida su desarrollo hasta que las plántulas alcanzan el tamaño adecuado para ser trasplantadas a otro lugar. ¿Por qué es importante realizar almácigos? Existen variadas ventajas a la hora de realizar esta técnica en el inicio de diversas plantas, dentro de las más importantes se pueden destacar: • Ahorro de tiempo • Calidad de plantas homogéneas • Seguridad de cuidados en los primeros estados de la planta • Ideales para semillas pequeñas • Mayor control sobre condiciones favorables/desfavorables • Buena tolerancia al movimiento de raíz Tipos de hortícolas que se crean en almácigos No todas las hortalizas son indicadas o propicias para su creación en almácigos, pero dentro de estas existen varias que si son amigables con esta técnica de crecimiento y las cuales se pueden diferenciar de la siguiente manera: • Hortalizas de hoja: rúcula, lechuga, repollo, acelga.

El injerto es una técnica conocida desde la Antigüedad. Está documentado en China desde comienzos del I milenio a. C., y en Occidente ya la Grecia clásica lo conocía. Aristóteles describe con bastante detalle las técnicas empleadas en su época, y los escritores agrícolas romanos las documentan así mismo. Aunque el interés en la práctica continuó y se estimuló en el Renacimiento, no sería hasta el siglo XVII en que Henri Louis Duhamel estudiase la función de los tejidos en el proceso de injerto, investigaciones continuadas por Hermann Vochting que sentaron las bases de los conocimientos modernos sobre injerto. A partir de los años 1920 se cuenta con descripciones científicas del injerto en púa, y a partir de los '50 se popularizó en cucurbitáceas y solanáceas. La extensión del cambium en éstas es la que parece favorecer su aplicación.