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Nuevo enfoque del multilateralismo en una economía globalizada

Abstract

Multilateralismo: pérdida de la supremacía En general, a pesar de la exitosa culminación de la Ronda Uruguay y la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el proceso del multilateralismo ha decaído, mientras el eje principal de actividad se orienta hacia las unidades regionales. La década de los noventa fue testigo del cambio en las negociaciones comerciales globales hacia agrupaciones regionales, así como de un número ca-da vez mayor de países que adoptaron la liberalización comercial y una integración creciente de los mercados. Prácticamente todos los países en desarrollo están consolidando algún tipo de iniciativa de integración regional. Es en este contexto que se afianzó la liberalización unilateral de comienzos de los noventa. Es probable que la OMC tenga más influencia sobre el panorama mundial que su antecesor, el GATT, aunque no es el eje central de las relaciones comerciales, ni está dotada adecuadamente para aumentar su fuerza entre los países miembros. Existe una importante excepción a esta pérdida de supremacía, y es el revuelo con el cual los países recurren al nuevo mecanismo de solución de diferencias previsto en el marco de la OMC (Lafer, 1996), fenómeno acertadamente descrito como "el salto hacia la lega-lidad" (Stiles, 1996). Existen aproximadamente sesenta diferencias a la espera de su solución, y una tercera parte de las mismas fueron iniciadas por los más pequeños y débiles. Sin embargo, debe tenerse presente que este "salto hacia la legalidad" es tan sólo un mecanismo defensivo. En sí misma la solución de las diferen-cias no profundiza la integración económica, sino que ofrece un mecanismo de último recurso, con lo cual se evita que un contratiempo arbitrario no sea sancionado. Debemos preguntarnos por qué la globalización ha debilitado el impulso del multilateralismo. ¿Por qué la globalización surgió en una forma que parece desvinculada del multilateralismo? En parte, la respuesta debe buscarse en las definiciones. Aunque ambos conceptos expresan un impulso hacia la universalidad, la globalización tiene que ver con los mercados, mientras el multilateralismo se rela-ciona con la gobernabilidad: es imprescindible que el gobierno tenga un fuerte sentido de propósito. La globalización, para bien o para mal, no es un fenómeno voluntario; mientras que el multilateralis-mo está relacionado con la escogencia deliberada de políticas. Son los gobiernos (tanto individual como colectivamente) los que pautan la magnitud, velocidad y orientación del proceso de globaliza-ción. Sin embargo, estos límites conceptuales no explican el motivo por el cual los gobiernos no pare-cen seguir el ritmo y la orientación de los mercados globalizantes hacia el terreno del multilateralis-mo.