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Los sentidos, o facultades sensibles, son muchos: oído, vista, imaginación, etc. Se distinguen entre sí por varias cosas: órganos, actos, objetos, etc. No sólo se distinguen por los diferentes órganos: oídos, ojos, cerebro, etc. También se distinguen por los actos (oír, ver, imaginar, etc.), y asimismo, por los objetos sentidos (sonidos, colores, imágenes, etc.). Los objetos sentidos no son las realidades externas (árboles, casas, etc.), sino lo que conocemos de la realidad externa por los sentidos (sonidos, colores, etc.). A los objetos de los sentidos se les denomina sensibles. La realidad material afecta, inmuta al órgano del sentido (al ojo, no al color visto, ni al acto de ver, ni a lo que sobra de la facultad de la vista que no se emplea para dar vida al órgano del ojo). Pero el objeto sentido no es la realidad, sino una forma que remite aspectualmente a ella (ej. lo visto no es la 'materia' de la casa, sino sus 'formas' coloreadas. Lo que está en el acto de ver -no en el ojono es el cemento de la casa, las piedras, maderas, hierros, etc., sino el colorido que la vista percibe de esas realidades).
Conocer es un acto, es decir, una acción que realiza alguien (un sujeto). Por tanto, el conocimiento no implica pasividad, sino actividad. Conocer es, básicamente, poseer cosas. Quien conoce gana algo. Ahora bien, no se trata de una posesión real, sino intencional. Poseer intencionalmente es un modo especial de poseer que se distingue de la posesión material y que remite a algo externo a nosotros mismos. Así, por ejemplo, cuando olemos una flor, disfrutamos de su fragancia "sintiéndola", pero ello no significa que poseamos física o materialmente su olor: nosotros no olemos la flor, no nos hemos impregnado o untado con su aroma. Conocer es poseer la forma, no la materia, del objeto conocido. Es decir, poseemos todas sus cualidades o rasgos esenciales sin necesidad de hacerlo físicamente interior a nosotros. Así, cuando conocemos sensiblemente una piedra (a través del sentido de la vista, por ejemplo) ello no significa que antes debamos meterla físicamente en nuestro ojo. De la misma manera, cuando conocemos intelectualmente una piedra (poseemos su concepto) no implica que la piedra, con su materia (átomos y moléculas) esté inserta en nuestra mente o cerebro. Conocer es, entonces, la actividad mediante la cual el ser humano se apropia del mundo que le rodea. Esta apropiación es una captación intelectual del entorno o del propio organismo. El acto de conocer es un proceso complejo en el que intervienen aspectos biológicos, cerebrales, lingüísticos, culturales, sociales e históricos y no se puede disociar de la vida humana ni de las relaciones sociales. De ahí que conocer sea una necesidad fundamental para el ser humano ya que a partir del conocimiento la persona puede orientarse, decidir y actuar.
El tema de una duplex cognitw. expuesto por Santo Tomás en la Quaest. Disp. De Ventate, X, art. 8, entre otros pasajes, ha sugerido al autor si la autopercepción del alma por sí mcisma en su acto existencia1 y en su subjetiva individualidad puede constituir el núcleo de una teoría del sentimiento.
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE TAMAULIPAS FADU CAMPUS TAMPICO LIC. EN DISEÑO GRAFÍCO HÉRNANDEZ BALLINAS HÉCTOR MARCO CONEPTUAL 18/MAR/15
Breves reflexiones sobre las humanidades, su papel y su valor en nuestras modernas sociedades.
La hermenáutica como el humano conocimiento, 2019
El presente libro no es una introducción histórica a la hermenéutica. No pretende solucionar las infinitas discusiones históricas sobre qué quisieron verdaderamente decir Husserl, Heidegger, Gadamer, Ricoeur, Wittgenstein (también entran Levinas y Buber), Eco o Leocata. Menos aún pretende ser otra visión de la hermenéutica competitiva con ellos. Solo pretendo demostrar que el conocimiento humano y la hermenéutica se identifican; que la hermenéutica no es una operación sobreañadida al conocimiento; que no hay datos ni hechos y que, sin embargo, hay realidad y verdad. El lector juzgará por sí mismo las diversas influencias que he recibido, y el autor espera que haya hecho de ellas una interpretación plausible, no aberrante. Pero la verdad de la tesis de este libro no tiene que ver con mi intentio auctoris de los autores arriba citados, sino con un método fenomenológico que permita ir viendo al lector la corrección de mis conclusiones. Creemos verdaderamente que el giro hermenéutico es la gran revolución de la filosofía del siglo XX, y que sus alcances se extienden a la filosofía del lenguaje, a la filosofía de las ciencias, a la filosofía de la comunicación, a la filosofía política y a la filosofía de la educación. Mostrar esos alcances es también uno de los objetivos de este libro. Nadie puede coherentemente ver la verdad del giro hermenéutico y luego seguir hablando de hechos, datos, objetividad, etc., en todo lo demás. El giro hermenéutico es una revolución en la concepción del mundo, de lo real, de la ética, del lenguaje. El positivismo cultural sigue vigente porque ni siquiera los filósofos que hacen hermenéutica se toman en serio lo que dicen. Y más aun, sigue latente porque el escepticismo posmoderno, que ha intentado monopolizar el giro hermenéutico, no hace más que retroalimentar a los bancos positivistas y neopositivistas como los únicos que están dispuestos a recibir el depósito de la verdad. La hermenéutica NO es una parte más de la filosofía. La hermenéutica es la filosofía como totalidad. En ella viven la metafísica, la antropología, la filosofía de lo físico, la ética, en una nueva unidad. Nueva unidad cuya dilucidación es también uno de los objetivos de este libro. No quiero concluir sin antes agradecer a la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, por el espacio concedido para la reflexión y la escritura de este ensayo. Invito al lector a recorrer mi camino que es el camino que he recorrido toda mi vida, para que él, a su vez, recorra el suyo. Gabriel J. Zanotti Septiembre de 2018
" (…) nuestra conciencia normal de vigilia (…) no es más que un tipo especial de conciencia, separada de todo lo que la rodea por la más tenue de las pantallas, más allá de la cual hay formas potenciales de conciencia enteramente diferentes. Podemos ir por la vida sin sospechar su existencia; pero si se aplica el estímulo necesario, basta un toque para que estén ahí, totalmente completas (…)." (James, 1958) 12
Informatio, 2018
Reflexiones sobre la terminología asociada al ingreso a la universidad, dirigidas a los estudiantes de la Facultad de Información y Comunicación, en celebración de la reciente unidad institucional que reúne, en una misma facultad, dos áreas disciplinarias afines, así como sobre la auspiciosa convergencia de coincidencias simbólicas que este acontecimiento propicia.
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Enrique Moros Claramunt, 2018
Revista Cubana De Informacion En Ciencias De La Salud, 2004
Innovaciones educativas (ISSN 1022 - 9825), 1997
Naturaleza y libertad revista de estudios interdisciplinares
ENERGEIA. ONLINE JOURNAL FOR LINGUISTICS, LANGUAGE PHILOSOPHY AND HISTORY OF LINGUISTICS