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Es una práctica muy común que con la finalidad de incentivar o promocionar la venta de sus productos las empresas comercializadoras de bienes recurran a estrategias de marketing, tales como la entrega de obsequios, muestras comerciales y bonificaciones a sus clientes. En el ámbito tributario, estas prácticas comerciales tan usuales, reciben un tratamiento tributario diferenciado en lo que se refiere al Impuesto General a las Ventas (IGV), Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), Impuesto a la Renta (IR) y a la forma de emisión de los Comprobantes de Pago y otros documentos. En ese contexto, el presente informe abordará brevemente el tratamiento impositivo de este tipo de prácticas comerciales, así como su tratamiento contable a través de casos prácticos.
Al respecto, el Tribunal Fiscal se ha pronunciado mediante la Resolución N° 08999-2-2007, de la siguiente manera: "Una operación no es real si se llega a establecer que alguna de las partes o el objeto de la transacción no existen o son distintos a los que aparecen consignados en los comprobantes de pago reparados".
Facultad propia del Estado, para establecer los tributos necesarios para realizar sus funciones.
El IVA es un impuesto general sobre el consumo en el que el régimen aplicable al comercio internacional se basa en el principio de país de destino. Ello implica, en otros tér--143 -CRONICA TRIBUTARIA NUM. 124/2007 (143-164)
I.-Que es necesario fortalecer la autonomía municipal consagrada en la Constitución de la República, mediante la dotación a los Municipios, de aquellos instrumentos que les aseguren una mayor independencia administrativa y financiera; además de permitirles el auto-financiamiento de los servicios y obras de beneficio socioeconómico para la población residente en los mismos;
En este trabajo se discute el siguiente problema: el área de distribución de un grupo monofilético (y en primer lugar, de una especie) ¿tiene alguna realidad o es simplemente la representación espacial de su ocupante? Si la especie es una entidad de tipo individual, provista de propiedades ontológicas y genealógicas, e interactúa con el medio ambiente como tal entidad, entonces otorga el estatus y la realidad de área de distribución a la fracción de espacio físico que ocupa, y la propia área de distribución está provista de las mismas propiedades ontológicas y genealógicas de la especie. Haciendo hincapié en este punto de vista, puesto que la especie puede considerarse la máxima secuencia de eidoforontes (=portadores de imagen) conectados por relaciones genealógicas (tocogenéticas) exclusivas, la área de distribución de una especie puede considerarse la máxima secuencia de nemoforontes (=portadores de lugares) conectados por relaciones exclusivas de ancestro-descendiente. Este enfoque teórico hace que sea legítimo construir árboles de Steiner, que representan hipotéticas relaciones entre áreas de distribución, y que son independientes de toda hipótesis relativa a la filogenia de los ocupantes o a la historia de las áreas geográficas involucradas. Se propone y discute también una metodología, analizando como ejemplo un grupo mediterráneo de coleópteros.
Luego de observar las distintas clases de lector que presenta-de manera lúdica-la infografía, resulta pertinente precisar una tipología básica de lectores, no necesariamente excluyente con la anterior, de acuerdo además con estudios recientes sobre el particular. El primer tipo de lector que podemos perfilar es aquel que significa sus prácticas lectoras a través de la lectura de libros de ficción. Este es el sujeto que tiene legitimadas sus lecturas tanto en el contexto institucional como en el sociocultural y lo llamaremos lector de ficción. Este tipo de lector, cuando manifiesta sus prácticas lectoras, se dice explícitamente que es un lector de libros de ficción, lo cual también se puede inferir a partir de la descripción de sus prácticas lectoras. El segundo tipo de lector que podemos presentar es aquel que se representa mediante prácticas lectoras que hacen referencia a la información. Llamamos a este tipo de lector lector de información. Este afirma no sentir interés o no querer gastar su tiempo en la lectura de novelas o literatura en general, pero se identifica como lector de noticias, historia, geografía o temas técnicos de su interés. Un tercer y último tipo de lector es el que rechaza leer. Llamamos a este tipo de lector antilector. Aunque parezca un contrasentido afirmar que una persona que no lee es un tipo de lector, afirmamos dicha cuestión en la idea de que las prácticas lectoras no hacen referencia necesariamente a las acciones aisladas que registramos, sino que presuponen cierta relación con lo escrito, de cómo se les otorga sentido a los textos. Partiendo de esa base, la no lectura no es tan solo la ausencia de la acción de leer, sino también una relación de rechazo a la cultura escrita, en tal sentido, el antilector hace manifiesto un rechazo hacia la cultura escrita.
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Ámbito espacial de la ley 19640. Territorio político-aduanero. Área Franca. Zonas aduaneras., 2024
Are Natural Protegida Bosque de Cinquera, 2006
TERRITORIO- ÁREA ADUANERA ESPECIAL (AAE) Área Aduanera Especial. AAE. ¿qué es?, 2024