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Me enamoré perdidamente de Inia, aunque era una buena mujer. Hasta entonces mis relaciones se habían basado, casi de manera expresa, en réplicas, burdas y vacías, de lo que mis padres sembraron en mí. La perversión me fue necesaria, así como el egoísmo y esas lentas pero eficaces formas de tortura que practican ciertas parejas y que resultan tan adictivas. (¿Es lo mismo lo adictivo y lo efectivo?) Nunca fui un hombre sencillo. Me agrada usar bastón, cuando me falta es como si a mi mano, un ladrón hábil, le hubiera arrebatado, sin percatarme de ello, uno de sus dedos y lo vendiera a un precio exorbitante a un coleccionista siniestro. Inia, para dar un breve ejemplo de su sencillez, tiene un olor corporal que evoca el olor del césped recién podado. Da ganas de
No es historia de amor, es historia de sexo, cuerpos que experimentan placer al acariciarce o provocarse dolor. Es asunto de cuerpos, fantasias y placer. Sexualiza a sus padres, se erotiza con todo el cuerpo del otro, ya no con solo una parte. Pero además siente el deseo y el placer como peligro de recibir el castigo de la ley de prohibición del incesto. La crisis edípica es la tensión entre el placer y temor por tanto deseo. escindido entre el regocijo y la angustia, solo tiene una salida: olvidarse de todo, liberando a los padres y poder tener nuevos objetos de deseo. De a poco adquiere el pudor, y afirma su identidad sexual. Luego de la relativa calma pulsional, en la adolescencia tiene una segunda conmoción edípica nuevamente tendrá que ajustar el ardor de sus impulsos con nuevos y legítimos objetos de deseo. A comparación de la etapa edípica, en la adolescencia no reprime el deseo, lo edípico no se extingue puede volver como consecuencia de un conflicto afectivo, en forma de sufrimiento neurotico, como por ej la fobia, histeria y obsesion. O por transferencia por ejemplo, paciente-psicoanalista. Que es el EDIPO: prueba que experimenta el niño aprox a los 4 años , superado por un deseo sexual incontrolable, debe aprender a frenar su ímpetu y ajustarlo a los limites de su cuerpo inmaduro, limites de su conciencia naciente, limites de su miedo, y los de la ley tacita que le dice que no puede tomar a sus padres como objeto de deseo sexual. Edipo es aprender a canalizar un deseo que nos desborda, es la primera vez que le decimos "calma" al deseo. El paso de un deseo salvaje a un deseo socializado con la aceptación dolorosa que nunca podremos satisfacer totalmente. Pero además, Edipo es es la fantasia que modela el inconsciente infantil y perdura a lo largo de la vida como una fantasia que definira su identidad sexual, determinara rasgos de personalidad y su aptitud para manejar conflictos afectivos. Si en la crisis edípica experimento el niño excesivo placer traumático , eso constituye la causa de una neurosis. Por otro lado el Edipo es un concepto, un modelo para concebir los adultos q somos , ya que experimentamos aumento de deseo hacia el otro, forjamos fantasías, obtenemos placer por nuestro cuerpo y el cuerpo del otro, temor de que nos superen nuestros impulsos y aprendemos a frenar el deseo para vivir en sociedad. También es un mito ya que es un alegoria de combate entre fuerzas de deseo individual y las fuerzas de civilización. El termino medio seria la intimidad. Edipo: crisis sexual, fantasía, modelo o concepto psicoanalítico, mito. Es todo eso junto. Edipo comienza con la sexualización de los padres y termina con la desexualizacion de los mismos. Edipo en el varón : Entre los 3 y 4 años el niño focaliza su placer en el pene, además del órgano , lo simbólico. Es la zona erógena , es donde recibe todos los placeres corporales, puede mostrarse desnudo en público, morder, esos placeres pueden provenir de otros órganos (ojos, boca) pero resuenan en el pene , excitación genital. A los 4 el pene es además el objeto mas amado, visible, manipulable, atrae la mano, le da curiosidad a niños y niñas e inspira teorías sexuales infantiles. Lo imaginario es tal que el niño lo convierte en su objeto narcisistico más preciado, se siente orgulloso de poseer. Un emblema de poder y fuerza viril. Pero por esto, también lo siente como órgano frágil, expuesto a peligros, al mismo tiempo símbolo de debilidad. FALO: cuando este apéndice eréctil, manipulable, de valor, observado por todos se le llama falo, no es el pene como órgano, sino en su condición de fantaseado, idealizado, símbolo de omnipotencia y de vulnerabilidad. Ese pene fantaseado da lugar a la fase fálica. Varones y niñas creen que todo el mundo posee potente falo, todo el mundo es tan fuerte como ellos. "todos tienen un órgano peniano como el mío, todos tienen las mismas sensaciones que yo" pene como atributo universal. Esta idolatría en el varón esta acompañada por la angustia de perderlo y en la niña el
El Edipo: *Una realidad: es la prueba que exp el niño de alrededor de 4 años , superado por un deseo sexual debe aprender a sofrenar su ímpetu y a ajustarlo a los limites de su cuerpo inmaduro, a los de su miedo y a los limites de una ley tacita que le ordena dejar de tomar a sus padres por objetos sexuales. Esta es la esencia: aprender a canalizar un deseo que nos desborda. Por 1era vez en la vida le decimos a nuestro deseo que se calme y que aprenda a vivir en sociedad. Por eso es el paso de un deseo salvaje a uno socializado y la aceptación dolorosa de que jamás podremos satisfacer totalmente nuestros deseos. *Una fantasía: es una crisis sexual de crecimientos, la fantasía que esa crisis modela en el icc infantil. Esta exp se graba en el icc del niño y perdura toda la vida como una fantasia que habrá de definir la identidad sexual del sujeto , determinar rasgos de su personalidad y fijara su aptitud para manejar los conflictos afectivos futuros. Si en la crisis edípica se exp un placer demasiado precoz, intenso e inesperado, la fantasia resultante constituye la causa segura de una futura neurosis. *Un concepto: es el concepto mas decisivo de todos los analíticos. El conjunto de sentimientos que vive el niño durante esta exp sexual que llamamos Edipo conforma el modelo que nos sirve para concebir el adulto que somos. Al igual que el niño edípico, experimentamos un aumento de deseo hacia otro, nos forjamos fantasías, obtenemos placer con nuestro cuerpo y el de otro, sentimos temor de vernos superados por nuestros impulsos y aprendemos a refrenar nuestro deseo y placer para vivir en soc. *Un mito: puesto que esta crisis real y concreta que se da en un nin@ de cuatro años es una esplendida alegoría del combate entre las fuerzas impetuosas del deseo individual y las fuerzas de la civilización que se le oponen. La mejor manera de resolver este combate es un término medio llamado pudor e intimidad. Es todo al mismo tiempo. No obstante, el Edipo continua siendo ante todo una fantasia y una doble. Es por un lado, la fantasía infantil que obra en el icc del paciente, redoblada por la misma fantasía, esta vez reconstruida por el analista. Por eso se dice que es el drama infantil que todo analizando vuelve a repres en el escenario de la cura tomando como pareja a su psicoanalista.
El propo cito de este trabajo es de dar a conocer algunos de los temas que se encuentran en el libro de Edipo rey y antigona.
La escena en Colono, aldea cercana a Atenas.
Revista Colombiana De Psicologia, 2010
Esta tragedia, considerada como la obra maestra del teatro antiguo, es una leyenda de origen tebano enlazada con la leyenda de LAYO; ambas leyendas han pasado por muchas variantes hasta llegar a la que en la obra acoge Sófocles. La idea que encarna es que nadie escapa a su destino. Da comienzo la obra presentándonos al pueblo tebano, que, víctima de la peste, se congrega en el Agora para solicitar de su rey, EDIPO, a quien tienen en gran veneración, que encuentre un remedio a sus males. La contestaci6n que trae CREONTE, cuñado de EDIPO, del oráculo de Delfos, da a conocer al rey y al pueblo que el azote que sufren es un castigo impuesto por los dioses, porque un crimen de sangre, concretamente la muerte de su anterior rey, LAYO, ha quedado impune. Se hace, pues, necesario encontrar al culpable y que expíe su crimen. EDIPO, hombre honrado, ordena que se abra una investigación; ésta revela que ha habido un testigo de la muerte de LAYO; pero él ha dado una pista falsa: los autores fueron varios, ha dicho, lo cual justifica en parte su propia cobardía. De todos modos se ordena que comparezca. Entre tanto se han producido otras circunstancias: llega un mensajero )3( SÓFOCLES EDIPO REY © Pehuén Editores, 2001. de Corinto para anunciar a EDIPO la muerte de PÓLIBO, rey de la ciudad y supuesto padre de EDIPO; pero entre otras revelaciones que hace en el curso de su conversación, manifiesta que EDIPO no fue hijo de PÓLIBO, sino que el propio mensajero le entregó un niño que, a su vez, él había recibido de otro pastor, que al parecer estaba al servicio de LAYO. El CORO sugiere que quizás el pastor que se busca sea el mismo que entregó el niño. Del diálogo de ambos se aclara que aquel niño es el propio EDIPO, que es, por tanto, también el matador de LAYO, con cuya viuda se ha casado, claro que sin saberlo, y ésta es, a la vez, su madre y madre de los hijos de EDIPO. YOCASTA, al saberlo, se suicida. EDIPO, ante el cadáver de su madre-esposa, se salta los ojos con los broches que cerraban el peplo de YOCASTA, y EDIPO explica que ha querido huir de la vista intolerable para él de los hijos nacidos de aquel matrimonio, y que hubiera querido asimismo quedarse sordo, para librarse del contacto del mundo exterior. PERSONAJES EDIPO, rey de Tebas. UN SACERDOTE DE ZEUS. CREONTE, Cuñado de Edipo. CORO DE ANCIANOS TEBANOS. CORIFEO. TIRESIAS, adivino. YOCASTA, reina de Tebas. UN MENSAJERO. UN PASTOR, criado de Layo. OTRO MENSAJERO. )4( SÓFOCLES EDIPO REY © Pehuén Editores, 2001. ACCION La acción transcurre en Tebas, ante el palacio de EDIPO. En el centro, un altar con varios escalones. Un grupo numeroso de tebanos, de toda edad y condición social, arrodillados, que han depositado ramas laurel y olivo adornadas con cintas blancas, se hallan en círculo, y en el centro de éste, el gran sacerdote de Zeus. EDIPO sale del palacio; se detiene un momento en el umbral, contempla a la multitud y empieza a hablar. )6( SÓFOCLES EDIPO REY © Pehuén Editores, 2001. CREONTE: Desterrando a un culpable, o expiando un homicidio con otro homicidio, pues una sangre derramada es la causa de las desventuras de Tebas. EDIPO: Pero ¿a qué hombre se refiere ese homicidio? CREONTE: Príncipe, antes que vinieras a gobernar esta ciudad, teníamos un rey, jefe de esta tierra, que se llamaba Layo. EDIPO: Así me lo han dicho, aunque yo no lo vi nunca. CREONTE: Pues habiendo sido asesinado ese rey, el dios nos ordena castigar a sus matadores, sean quienes fueren. EDIPO: Pero ¿dónde están? Dónde podemos encontrar la pista tan difícil de un crimen tan antiguo? CREONTE: El dios asegura que los matadores están en el país. Lo que se busca, se encuentra; lo que se descuida, se pierde.
La escena en Colono, aldea cercana a Atenas.
El proyecto de integración de saberes expresa los avances y logros educativos de los estudiantes en las diferentes unidades de análisis y por su carácter teórico-práctico, posibilita el desarrollo de habilidades en contextos de aplicación de conocimientos.
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Caminos educativos, 2021