La definición de antígeno, como aquella molécula capaz de inducir una respuesta inmunitaria y reaccionar con los productos de ésta, ha experimentado cambios. Hoy en día se prefiere aplicar el término inmunógeno a cualquier sustancia capaz de inducir una respuesta inmunitaria y el de antígeno a una molécula que reacciona de manera específica con un anticuerpo o con los receptores de una célula sensibilizada. Por consiguiente, un antígeno difiere de un inmunógeno en que, si bien puede reaccionar de forma específica, no puede por sí mismo inducir una respuesta inmunitaria, la cual requiere otros estímulos. Es decir, todos los inmunógenos son antígenos, pero no todos los antígenos son inmunógenos.