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Orichas mitos y leyendas

Introducción La evolución del ser humano no sólo incluye la génesis de su forma mortal, sino que comprende, además, la historia misma del hombre que no puede desligarse de los fenómenos religiosos que evolucionaron junto con él y los procesos sociopolíticos, estos desde la antigüedad han engendrado, mutilado, deformado o simplemente eliminado, formas y filosofías religiosas. El colonialismo en África, por ejemplo, introdujo con las misiones un idioma, una cultura, una filosofía y una religión, que se contraponía completamente a las tradiciones yorubás. Trataron de hacer ver que con ellos venía la "civilización", y lo que hicieron en muchos casos, fue implantar el terror. Si se considera que cada asentamiento social posee sus propias características no hay nada que pruebe que uno es mejor que otro, aún hoy, con un alto grado de desarrollo tecnológico muchas naciones poderosas traen más trastornos que verdaderas ayudas a los pueblos menos desarrollados, y lo que supuestamente debía ser solidaridad humana, se convierte en interés "personal" desprovisto de la más mínima consideración. El nombre de Dios ha sido utilizado por el hombre para imponer sus causas, fueran buenas o malas, unas veces apoyándose en la fuerza, otras en el temor y también en formas más sutiles, como la instrucción. Los misioneros cristianos llegaron expresando que su interés era "salvar almas en el nombre de Dios y la humanidad" y fueron aceptados en primera instancia los por nativos libres que, al ser esclavos se "occidental izaron", pero sobre todo el cristianismo penetró gracias a la precaria economía de algunos pueblos que se convirtieron a la nueva fe esperando un auge comercial y no un mejoramiento espiritual. Con la educación cristiana se imponía, lógicamente, el rechazo a las raíces del pueblo, y este rompimiento con su origen alejó al hombre de la realidad objetiva para acercarlo de manera paradójica a un mayor oscurantismo. El yorubá cristianizado ya no iba al oráculo ante a una enfermedad sino al médico de la misión, pero finalmente retornaba a la forma acostumbrada de curarse, convirtiéndose así en un creyente ambiguo (aunque en la mayoría de los casos secretamente); estaban sentadas las bases de un pueblo dividido, cuyas contradicciones cobraron hasta sangre. La religión yorubá en África estuvo expuesta a factores de orden externo que actuaron sobre y contra ella desde épocas remotas. La biblia fue una daga que hirió el espíritu de un pueblo y una cultura ancestral. Algo similar ocurrió con el islamismo, aunque su penetración aconteció de forma diferente, se basó más en las relaciones de comercio ya que los yorubás de hecho son comerciantes, que fueron fundiéndose y se fue