La escuela de otro(s) modo(s)
Hilda Mar Rodriguez Gomez2011, Revista Educacion Y Pedagogia
[…] Pero él qué sabrá, el barrio es multicultural, no intercultural, eso Claudia lo repite a menudo; las comunidades se toleran, pero no se mezclan, los límites se respetan. Etxebarria (2007: 27). ¿Qué propone este número? De la mano de Carlos Skliar, podemos tener una primera respuesta: "la pregunta sobre el enseñar y el aprender a vivir y convivir es también una pregunta acerca de la hospitalidad y la hostilidad de la educación" (2010: 108). La hospitalidad y la hostilidad se encuentran en estas letras en el tema de la inclusión, en los esquemas de recepción del otro, en las narraciones que usamos para hablar de los otros, en los modos de asumir diversas formas, modelos, sonidos, experiencias, modos de ser y comprender el mundo. La hostilidad está del lado del silencio o la ausencia de los otros para hablar de sí mismos, en esa toma de palabra que hacemos para dar cuenta de las experiencias de los demás, sin que su voz aparezca. La hostilidad es convertir al otro en testigo de su experiencia, dejarlo en el lugar del testimonio, quitarle la palabra, no dejarle hablar, narrar su experiencia para transmitirla. La hospitalidad está del lado de la deferencia (Mèlich, 2001), de la acogida, de la escucha de sus relatos y su ser, de sus memorias, de la recepción del otro; es la recepción de las palabras y los silencios, de las maneras de ver y de pensar, de las formas de la recepción que nos vuelve otros.
