EL HOMBRE COMO SER-TRASCENDENTE: UNA PERSPECTIVA JUDEOCRISTIANA

1. -Lo que distingue esencialmente al hombre de los demás seres materiales es que, a diferencia de éstos, únicamente aquél no sólo es entre las cosas, sino que es dueño del ser propio y ajeno por el conocimiento:

SLOTERDIJK: LA COMUNA EXHALADA: LA ESCENA ORIGINARIA DE LA TRADICIÓN JUDEOCRISTIANA: LA CREACIÓN DEL HOMBRE

Resumen: La escena originaria de lo que en la tradición judeocristiana merece ser llamado inspiración es la de la creación del hombre; un acontecimiento que en el relato del Génesis se nos presenta bajo dos versiones (una, como último acto de la obra de seis días, en la que por cierto se omite la escena del insuflado o inspiración de aire, y otra, como primer acto de todo el resto de la creación, pero esta vez subrayando expresamente la creación por el exhálito divino), y con la distinción característica entre un primer proceso de modelado del barro y un segundo de soplado. Aquí el lector del Génesis se encuentra con el inspirador, el soberano de la creación, como una figura de perfil ontológico claramente definido: Él es el primer fabricante todopoderoso. El inspirado, por su parte, sale al escenario de la existencia como el Primer Hombre, el prototipo de un género susceptible de recibir inspiraciones. El relato bíblico de la primera exhalación reproduce la visita originaria del espíritu a un medio que le da acogida. Cuando Dios, el Señor, hizo la tierra y el cielo, no había todavía en la tierra arbusto alguno del campo ni había brotado ninguna hierba, porque Dios, el Señor, no había hecho todavía llover sobre la tierra, ni existía hombre que cultivase el suelo y sacase de la tierra el agua con que regar la superficie del suelo. Entonces Dios, el Señor, formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en sus narices un hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.

Suplementos académicos del Fondo Editorial UCSS, 2016

El presente texto revalora la ética alejada del manejo que habitualmente se le otorga (la de una serie de pautas o reglamentos a seguir para ser buenos). Lo que busca, en cambio, es proponer la ética como una necesidad del hombre con la que puede llegar a una vida plena. Para ello, la autora se apoyará en un sólido conjunto de planteamientos de filósofos como Aristóteles, Edith Stein, Romano Guardini y Paolo Musso; igualmente, acudirá a teólogos como Karol Wojtyla (antes de ser Juan Pablo II), Joseph Ratzinger (más tarde, Benedicto XVI) y Luigi Giussani; del mismo modo tomará en cuenta opiniones de sociólogos como Zygmunt Bauman y el testimonio de martirio de Jacques Hamel.

Analogía, 2009

2006

Evangelismo franciscano: Una apuesta por el hombre No cabe duda que cada una de las grandes órdenes que se incorporan a la gran epopeya indiana tienen unas características singulares y espe cíficas que las adornan con un color especial. Entre éstas, se encuentra la Orden franciscana, que tiene a gala haber sido la primera en cruzar el Atlántico e implicarse en la tarea evangelizadora. No se puede olvidar que la experiencia misionera de los Menores había sido impulsada por el mismo santo de Asís, quien había intentado convertir al sultán Al-Malik Al-Karnil1. Por otra parte, en el contexto próximo, se encontraba la expe riencia vivida en el reino de Castilla con el descubrimiento de las Islas Afortunadas y el intento de creación de un reino cristiano, al estilo de los ya existentes anteriormente. Era un descubrimiento que había creado fuertes espectativas en la Europa cristiana del siglo XIV. Será precisamente allí donde se den los primeros intentos de vivencia evangélica, recreando los frailes el sueño de una aventura misionera sin parangón hasta aqLlel momento. Las Canarias es el lugar donde confluyen una serie de viven cias diversas, que parecen tener su entronque en las rutas comerciales cris tianas, espacio que cobra cierta fluidez, especialmente con Mallorca y Barcelona donde son trasladados algunos naturales y devueltos a su tie rra como catequistas, generándose así un proceso evangelizadoL Con estos antecedentes, en el segundo viaje de Colón, dos francisca nos flamencos, Juan de la Deule y Juan Tisin, comenzaban la evangeli zación de los indios de la Española. En 1500 aquella obra incipiente torna forma con el envío de dos expediciones y, dos años más tarde, el carde nal Cisneros, organiza ya un grupo estructurado con la intención de 1. cf. i, cel 57; LM 9,8.

Comparar el mito del origen de la humanidad en Los trabajos y los días de Hesíodo y los dos primeros capítuls del Génesis, mueven a varias reflexiones, como: ¿cuál es el lugar que se le da en cada una de estas culturas al ser humano en el mundo, el papel de la mujer, cómo es la relación entre el hombre y Dios o los dioses?

Lell, Helga María (2017). “El concepto jurídico de persona y su jerarquía constitucional”. En Letra. Año 4, N° 7. Pp.148-167. Centro de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Jurídicas y Sociales. ISSN 2362-2148. Disponible en https://enletra.files.wordpress.com/2017/04/2017-02-en-letra-7-lell.pdf. Indizada en OAJI, Latindex catálogo y REDIB.

El ejido posrevolucionario fue definido, por uno de los juristas que más reflexionaron sobre esta forma de tenencia, como sui generis. El reconocimiento de la unidad de dotación individual, con características similares a la propiedad privada, dentro de la tenencia corporativa de la tierra era su principal peculiaridad. Las reformas constitucionales de 1992 le han dado al ejido características aún más peculiares que incluso niegan los principios rectores que fueron la justificación de su creación. El presente texto traza una génesis y evolución del ejido posrevolucionario como forma jurídica de tenencia de la tierra. La intención es mostrar el carácter procesual y disputado de todo marco legal que en su mismo seno alberga proposiciones ideológicas contrarias, que han posibilitado márgenes amplios de interpretación y aplicación de la ley.

Terceira Margem, 2021

Resumen: Se trata aquí de presentar los conceptos del joven Ernst Bloch de lo trágico y lo cómico como claves de acceso a su crítica tanto del cientificismo como del dualismo subjetivista propios del campo intelectual centroeuropeo del finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se muestra cómo un esquema interpretativo mesiánico impulsa esta crítica en dos frentes y se discuten los análisis que el joven filósofo efectúa de El Quijote y Thomas Münzer en Espíritu de la utopía (1918/1923) y Thomas Münzer, teólogo de la Revolución (1921).Palabras clave: Filosofía de la vida; marxismo occidental; Lukács