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La buena aceptación que tuvo Ética del Placer desde su primera aparición en los medios escolares y académicos nos animó a presentar esta segunda edición, al decir tradicional, corregida y aumentada.
Florentia Iliberritana, 1998
En sus planteamientos generales, la ética estoica no impide una valoración del placer muy lejana a la del epicureísmo. De hecho, hallamos algunos testimonios estoicos de aceptación del placer como algo bueno, natural o simplemente preferible. Pero lo cierto es que la mayoría de las ideas y argumentos estoicos sobre el placer son negativos y de abierto rechazo. La hedoné, junto con las demás pasiones, fue considerada una enfermedad del alma, y como tal analizada y catalogada, siguiendo unas pautas similares en muchos puntos a las utilizadas por la medicina. Con todo, el estoicismo permitió que la sensación placentera pudiera entrar a formar parte del ideal de vida del sabio, al distinguir entre hedoné, definida como exaltación irracional, y chará, que se diferencia de ésta por ser eúlogos y constituye una de las eupátheiai que caracterizan la actitud emocional del sabio. Este trabajo, por tanto, intenta demostrar que, aunque los estoicos rechazan la teoría epicúrea de que la hedoné es el bien y la meta de todos los seres vivos, sin embargo consideran un bien cierto tipo de sensación placentera, precisamente la que experimenta el sabio en el ejercicio de la virtud, y ésta será la que llamen chará.
Asistimos a una sociedad en la que la ética aparece como una serie de reglas y prohibiciones que impiden a la persona hacer lo que le dé la gana, perdiendo espontaneidad y libertad. Versión negativa de la ética, en la que el horizonte de la libertad y felicidad aparece opacado por una serie de deberes que contristan, molestan y ahogan la aventura de emprender en la vida. Sin embargo, bien descaminado anda el que piensa que la ética es una especie de corsé. Resulta que el primer texto de ética del que tenemos noticia en la literatura universal, escrito por Aristóteles hace veinticinco siglos, comienza su indagación con el tema de la felicidad; nada más alejado de las restricciones y algo ciertamente inesperado para el hombre de la llamada sociedad del conocimiento.
Praxis Filosófica Nueva Serie
El objetivo de este artículo es mostrar la actualidad de la crítica epicúreaa las supersticiones morales, específicamente aquellas relacionadas conla culpabilidad y, con esta, la depuración de algunos obstáculos paralograr la felicidad terrena. Para ello se hace el análisis de varios aspectosclaves de la ética de Epicuro: Ethos y physis; Ética del deseo; Culpa ycorporeidad; Resistencia in situ; Moral de la amistad; Política y justicia;Culpa y temporalidad. La metodología es fundamentalmente hermenéuticay genealógica (Foucault) dado el análisis textual y la mirada crítica quebusca recuperar la resistencia epicúrea como perspectiva fecunda para laelaboración de una ética anti-capitalista en el contexto moderno.
Hay ciencias que se estudian por simple interés de saber cosas nuevas; otras, para aprender una destreza que permita hacer o utilizar algo; la mayoría, para obtener un puesto de trabajo y ganarse con él la vida. Si no sentimos curiosidad ni necesidad de realizar tales estudios podemos prescindir tranquilamente de ellos. Abundan los conocimientos muy interesantes pero sin los cuales uno se las arregla bastante bien para vivir: yo, por ejemplo, lamento no tener ni idea de astrofísica ni de ebanistería, que a otros les darán tantas satisfacciones, aunque tal ignorancia no me ha impedido ir tirando hasta la fecha. Y tú, si no me equivoco, conoces las reglas del fútbol pero estás bastante pez en béisbol. No tiene mayor importancia, disfrutas con los mundiales, pasas olímpicamente de la liga americana y todos tan contentos.
Estudios Clásicos, 1995
EL TEMA DEL PLACER EN P L A T~N * O. El pensamiento platónico sobre el placer1, como sobre otros muchos temas, ha evolucionado a lo largo de su obra, desde el moderado hedonismo típicamente socrático del Protágoras, pasando por un largo proceso de meditación y de crítica visible en el Gorgias, en el Fedón y en la República, hasta llegar a sus propias conclusiones finales del Filebo, sobre todo, donde aparece ya expresada una compleja teoría del placer, y las Leyes. El propósito de este artículo es describir brevemente esa evolución analizando las distintas ideas, definiciones y clasificaciones que sobre el tema del placer fue plasmando Platón en los diálogos mencionados. Jaeger (1985), p. 530. Cf. Prt. 351b-359a. Gual (1988), p. 99. Así piensan, entre otros, Jaeger (1985), pp. 502-5 y 529-31, y, más recientemente, Dyson (1976) y Duncan (1978).
La virtud moral, en efecto, se relaciona con los placeres y dolores, pues hacemos lo malo a causa del placer, y nos apartamos del bien a causa del dolor. Por ello, debemos haber sido educados en cierto modo desde jóvenes, como dice Platón (Leyes II 653a), para podernos alegrar y dolernos como es debido, pues en esto radica la buena educación".
Perspectivas éticas del concepto Placer. Un contraste entre Aristipo de Cirene y Epicuro de Samos, 2020
La corriente epicúrea que define el placer como el fin de la vida feliz, tiene sus orígenes en la corriente cirenaica fundada por Arístipo en el siglo IV a.C., siendo este discípulo del pensador ateniense Sócrates. En cuanto al samio Epicuro y sus adeptos, aunque sus disquisiciones en torno al placer como objeto del buen vivir no implicaron novedad alguna, pues ya se trataba con anterioridad dicha temática, cierto es que imprimen una singular noción al mostrarse más virtuosos en la búsqueda de la ἠδονή. De ahí que Epicuro sostenga una recta praxis que excluye cualquier tipo de perjuicio para con el sujeto, praxis que estima en alto las virtudes, y de la cual hacen de esta una filosofía ética de placentis ratione con lo cual se intenta hacer frente a las réplicas que sustentan la imposibilidad de conquista del placer en la vida.
No lo van a creer, dirán que soy un tonto, pero de chico mis ilusiones eran volar, hacerme invisible y ver películas en mi casa. Me decían: espérate a que venga la televisión, será como un cine en tu cuarto. Ahora ya estoy grande y me río de todo eso. Claro, hay televisores por todas partes y sé que nadie puede volar a menos que se suba a un aeroplano. La fórmula de la invisibilidad aún no se descubre.
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Límite: revista de filosofía y psicología, 2007
Ética del Hedonismo en la Obra Carta a Meneceo de Epicuro. Resignificación del Concepto Placer, 2015